Generación Z

Sociedad

Rubén Montelongo, Francisco Suárez, Isaac Gómez, Carmen  Montesdeoca y Norberto Medina son cinco jóvenes universitarios que comparten el hecho de haber nacido en la época del auge de las tecnologías. Por este motivo, están considerados miembros de la Generación Z, es decir el grupo de personas nacidas entre 1995 y 2010. La principal característica de esta comunidad de personas, en cuanto al ámbito de la comunicación, es la dependencia hacia el teléfono móvil y demás aparatos electrónicos debido, en buena parte, al boom de las redes sociales.

Una comunidad virtual


Según un estudio de Retratos de Juventud, el  83 % de los jóvenes usa alguna red social. Nuestros cinco protagonistas no son ninguna excepción, pero como dato llamativo cabe destacar que, a pesar de su corta edad, son auténticos veteranos en esa materia.

Todos afirman que sus primeros contactos con las redes fueron con 12 o 13 años cuando utilizaban el Messenger y el Tuenti. Con el paso del tiempo estos chicos han aumentado la cantidad de comunidades virtuales en las que participan. Norberto Medina afirma que actualmente gestiona cuentas en Instagram, Twitter, Facebook y Whatsapp. Por su parte, Francisco Suárez únicamente utiliza tres: Whatsapp, Twitter e Instagram. Por último, Carmen Montesdeoca emplea su tiempo libre en cinco redes diferentes: Whatsapp, Facebook, Snapchat, Twitter e  Instagram.

 “Las redes sociales son indispensables para poder comunicarme con el exterior”


Pero, una de las consignas de la Generación Z no es solo el uso de redes sociales sino la gran importancia que le otorgan. Norberto no se considera adicto, pero reconoce que para él son “indispensables para comunicarse». Además, afirmó que dedica unas cuatro horas diarias para su uso y disfrute.  Por su parte, Francisco tampoco se considera dependiente, aunque les dedica buena parte de su día a día, usándolas unas ocho horas para ser más exactos. En cambio, Carmen no tiene pudor en reconocer su adicción. «Para mí las redes son esenciales a día de hoy, paso muchísimas horas con ellas y me costaría mucho abandonarlas”, manifestó la estudiante de Derecho.

Nuevas maneras de entretenerse


La televisión también comienza a verse afectada por la digitalización de los canales de comunicación. A pesar de que su presente y futuro aún es brillante con audiencias muy elevadas y grandes beneficios, parece que los nativos digitales no se conforman con ello y han encontrado en Internet alternativas para ver los contenidos televisivos de forma más directa.

“En Internet encontramos contenidos mucho más directos y accesibles”


Rubén Montelongo ejemplifica a la perfección lo descrito. Nuestro protagonista comenta que sigue viendo programas, pero últimamente se está decantando por ver contenidos online ya que son “más directos y puede verlos cuando quiera».

Isaac Gómez también comparte su opinión e indica que posee una cuenta en Netflix que produce que cada vez vea menos la televisión ya que desde su  ordenador “puede ver series y programas en cualquier momento”.

El selfie es una de las técnicas fotográficas de moda entre la juventud

Por el contrario, Carmen Montesdeoca expresa que no utiliza ninguna plataforma digital para ver contenidos televisivos pues «no es una gran consumidora de series ni películas». Sin embargo, especifica que tampoco es suele ver la televisión con frecuencia, sino para ver algún que otro programa de entretenimiento.

Los videojuegos


Con el paso de los años los videojuegos han dejado de ser un simple elemento de entretenimiento con el que pasar horas del día a convertirse en una nueva red social. La llegada de las nuevas  generaciones de consolas (PS3, PS4, Xbox, etc.) ha traído consigo la posibilidad de competir online con otros jugadores. Esto no solo ha permitido que su uso y disfrute llegue a más gente, sino que ha provocado que se establezcan nuevas relaciones entre personas.

“Nos permiten entablar relaciones con personas de cualquier lugar del mundo”


Rubén Montelongo explica que «los videojuegos le han permitido comunicarse con sus amigos desde su propia casa” y gracias a ellos, ha podido “conocer a más gente y entablar nuevas amistades”.

Lejos quedan aquellos años en los que los jóvenes se reunían en cibercafés para jugar al juego de moda y pasaban la tarde rodeados de amigos y vecinos. El nativo digital utiliza su smartphone, envía un mensaje a sus compañeros para que se conecten y a los pocos minutos se encuentran jugando por el ciberespacio gracias a los micrófonos que traen las propias videoconsolas. Por esta razón, no es de extrañar que las distintas desarrolladoras estén comenzando a orientar sus productos hacia los modos de juego en línea ya que les producen mayor cantidad de popularidad y beneficios.

En definitiva, la llegada de esta generación está provocando que las formas de comunicación estén cambiando de manera vertiginosa. Las voces críticas explican que el trato entre los jóvenes es mucho más deshumanizado que en otras épocas. Puede que tengan razón,  pero no cabe duda que las ganas de la Generación Z de llegar más allá ha provocado que todos los estratos comunicativos tengan que revisar su futuro y adaptarse a los nuevos tiempos. Los nativos digitales representan el cambio en una época en la que las apariencias y la tecnologías se imponen frente a las consignas clásicas de otras décadas.

Estudiante de Periodismo en la Universidad de La Laguna. Apasionado de las letras y la información. En este medio espero poder compartir mi pasión con todos nuestros lectores y ofrecer un periodismo cercano, fresco y de calidad.

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