Licenciado en Enfermería y Antropología Social y Cultural, y doctorado en Antropología, Alfonso Miguel García Hernández ejerce actualmente la función de vicerrector de estudiantes en la ULL. Entre los proyectos que está ejecutando se encuentra un programa de comunicación de la Universidad con el fin de que los alumnos estén más y mejor informados de esta.
¿Qué es un vicerrectorado? La organización de la Universidad está formada por un Rector, Antonio Martinón Cejas, quien decide acerca de la Institución. Pero no todas las funciones las tiene él. Para ello, existen vicerrectores, delegados del Rector. En la ULL hay siete vicerrectorados: de Docencia, de Estudiantes, de Internalización, de Investigación, de Ordenación Académica y Profesorado, de Tecnologías de la Información y Servicios Universitarios, y de Relaciones con la Sociedad. Cada uno tiene competencias distintas, las cuales están reflejadas en el Boletín Oficial de Canarias.
¿Cuáles son las funciones del Vicerrectorado que lleva usted? La mayoría de las personas cree nos encargamos de todo lo que tiene que ver con los estudiantes, pero no. Las competencias que tiene esta administración varían según la Universidad.
En nuestro caso, la ULL considera que el Vicerrectorado de Estudiantes se debe hacer cargo de cinco aspectos. En primer lugar, del negociado de becas (las del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes; del Gobierno de Canarias, de las ayudas asistenciales para alumnos con especiales dificultades económicas…). También dependen de nosotros los Colegios Mayores y la Residencia de estudiantes. Gestionamos los convenios de prácticas para los alumnos, ahora mismo tenemos, más o menos, mil de ellos. Aunque, en realidad, las prácticas son responsabilidad de cada Facultad y de los títulos, el Vicerrectorado les ayuda a contactar con nuevas empresas y a que los convenios con estas estén en vigor. Administramos las inscripciones y matrículas de los alumnos. Nos ocupamos de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), al menos hasta el próximo año (en lugar dichas pruebas se realizarán reválidas). Y, por último, llevamos el servicio de orientación e información (las jornadas de puertas abiertas, el servicio de foros…).
Además de tener este puesto tiene otras tareas en la Universidad… Para ser Vicerrector hay que ser profesor y tener un doctorado. Yo doy clases en el departamento de Enfermería desde 1991. Aunque los Vicerrectores solamente impartimos tres créditos al año, es una carga simbólica. Estudié Antropología Social y Cultural y también soy doctor en Antropología.
Antonio Martinón me llamó en Semana Santa del año pasado y me preguntó si querría ir con él. Yo no lo conocía de nada, pero le dije que sí. Cuando le pregunté por qué me ofrecía el Vicerrectorado de Estudiantes me dijo: “Porque nadie lo quiere” ja, ja, ja. La ULL tiene casi 21 mil estudiantes que dependen de mi trabajo.
Tiene un currículum amplio. Aparte de ser antropólogo, docente en Enfermería y Vicerrector, también soy escultor. Desde hace treinta año utilizo el hierro para hacer figuras. Muchos creen que soy profesor de Bellas Artes.
¿De todas las competencias de las que se encarga, qué habría que mejorar? Habría que modificar algo que influye en mi trabajo, nuestros Colegios Mayores. Estos son muy viejos y las infraestructuras están desmejoradas. Arreglar esto no me corresponde a mí, sino a quien se encarga de las obras en la Universidad. Y esto se puede exportar a las Facultades.
Y habría que mejorar el sistema de comunicación para que los estudiantes reciban lo que ellos desean. Además, no es igual lo que le interesa a un alumno de química que a uno de de sociología. Actualmente estamos intentando crear una aplicación para que los miembros de la ULL puedan acceder a la información a través de sus móviles. Pero está en proceso.
Hay información y está disponible, pero no le llega a los alumnos.
¿Y del lado positivo? Funciona bien el servicio de orientación a los estudiantes, casi todo se hace ya a través de internet. También estoy contento con las becas en la Universidad. Tenemos cerca de nueve mil alumnos becados. Y cada vez tiene más éxito el programa de prácticas externas. Todo se puede mejorar, pero hay muchas cosas buenas.