Enrique Martínez García estuvo durante muchos años vinculado al Club Balonmano Universidad Laguna. Abogado de profesión, llegó al equipo como jugador cuando solo tenía 19 primaveras y allí jugó hasta que cumplió los 32, cuando decidió retirarse. Tras su etapa de deportista decidió seguir vinculado a la Institución como directivo durante 23 años, los últimos como presidente. Actualmente, tras la desaparición del conjunto federado de la ULL, es el presidente del Real Club Náutico de Tenerife.
Al hablar de sus temporadas en la pista a Enrique Martínez se le dibuja una sonrisa: “Mi mejor época en el equipo fue como jugador, fue inolvidable. Jugamos tres fases de ascenso e incluso fuimos a Madrid, Barcelona o Granada tras ganar la competición que había por facultades”. También tiene buenas palabras de su etapa en la directiva, recordando cómo decidió quedarse en el equipo para ayudar a que no dejara de existir “José Luis, que era el presidente, estaba cansado y lo iba a dejar. Entonces nos quedamos Herrera, que era otro jugador, y yo porque si no el club desaparecía”.
Ya siendo dirigente se puso como objetivo hacer evolucionar al Club para hacerlo todavía más importante. Al respecto, recuerda que “al principio hablamos de hacer un proyecto interesante, empezamos a trabajar y pudimos lograrlo. El año pasado disfrutamos mucho. Quedamos quintos en el grupo nacional e íbamos a más”. Sin embargo, el Balonmano Universidad Laguna despareció debido al cansancio de la directiva, según afirma el expresidente, que decidió dar un paso al lado: “Fue una pena porque si hubiéramos seguido podríamos haber ascendido a División de Honor B en pocos años. Pero se truncó y ahí se quedó”.
Además, destaca la imagen de Club “poderoso y respetado” que tenían tanto en la Tenerife como fuera de la Isla: “Los rivales sabían que el Balonmano Laguna iba a dar caña. Cuando jugábamos contra los equipos de División de Honor les poníamos las cosas complicadas y cuando íbamos a la Península nos tenían en cuenta”.
“El balonmano no va bien porque no se trabaja la base”
“El balonmano es un deporte de contacto, duro, pero muy noble”. Así define Martínez García el ejercicio en el que ha estado involucrado tantos años. Pese a todo, no duda en criticar cómo se está desarrollando el balonmano entre los jóvenes: “No va bien porque hay muy pocos clubes que trabajan la base”. El actual presidente del Náutico de Tenerife hizo referencia a conjuntos como el Realejo, el Perdoma o el Tejina como ejemplos a la hora de entrenar con la cantera.
Al mencionar cómo tratan los medios de comunicación el balonmano en nuestros tiempos, el expresidente no duda en comparar la época actual con los años en los que él jugaba. “Cuando el Tres de Mayo estaba en División de Honor sí tenían páginas grandes y eran publicaciones bastante importante. Ahora es un recuadro de 20 líneas una vez por semana”, destaca.
Al actual presidente del Náutico le enorgullece la evolución que el balonmano femenino ha experimentado durante estos últimos años. Así, dice que antes no habían equipos femeninos y que «ahora tenemos dos equipos en división de honor de plata: el Tejina y el Salud”. Para él, el éxito se debe al trabajo que hacen los equipos con las chicas desde tempranas edades.