«El TFG no solo cierra el grado: es el punto de partida de la actividad profesional»

ULL

El viernes, 2 de marzo, tuvieron lugar las II jornadas de Trabajo de Fin de Grado (TFG) de la Facultad de Educación. El evento acaeció en el Salón de Actos del Módulo A de Educación y estuvo organizada para estudiantes de tercero y cuarto curso, bajo el nombre TFG: Punto de partida. La apertura fue a las 9.30 horas y contó con la participación de Ana Isabel Jiménez Abizanda, vicerrectora de Docencia de la ULL, y de María Dolores Baena Cuadrado, decana de la Facultad de Educación.

Baena defendió que el TFG no es solo el final de una carrera, sino el punto de partida de la andadura profesional de los estudiantes. Entiende que «los alumnos deben coger en este punto de su enseñanza el protagonismo de búsqueda de información y propuesta de ideas de mejora de la calidad educativa». Explicó la utilidad de estos ciclos para la orientación a los alumnos que no cursan el TFG este año, pues permite la conexión entre los que ya lo superaron, y aquellos que se encuentran en el proceso de trabajo, así como fortalecer la conexión con el profesorado.

Por otra parte, Jiménez expresó su interés en estas jornadas, por la gran experiencia compartida que supone, no solo desde el punto de vista educativo, sino también por el desarrollo personal. Según la vicerrectora, «para el universitario el proyecto es empezar a tomar autonomía del sistema educativo, y empezar a dar los pasos hacia el desarrollo docente». Sobre el acto expuso la importancia que tiene al mostrar las posibilidades que tiene el estudiante de la facultad para desarrollar este plan.

Modalidades del Trabajo de Fin de Grado


A continuación, la docente Esperanza Ceballos Vacas reflexiónó sobre las incógnitas que suscitan el tramo final del grado. Entiende que el TFG es una aventura apasionante y que no hay que verla como un proyecto pesado y agobiante. Además nos permite mostrar las competencias ganadas durante la carrera, a la vez que nos permite también mostrar nuestras aptitudes individuales. Posteriormente habló de la estructura y el valor que posee, 6 créditos. Asimismo, se supone autónomo la mayor parte del estudio, aunque siempre se contará con la supervisión de uno o dos tutores. Puede hacerse en grupo, de hasta tres alumnos, pero la decisión de permisión de esta organización depende del tutor.

Entiende que es muy importante la elección temática. «Si se elige un asunto cómodo e interesante será más fácil mostrar las aptitudes y competencias personales. Se puede elegir la forma, pues hay varias líneas de trabajo diferente, y la elección del tutor dependerá de la línea que te interese». Su desarrollo puede marcar tu futuro, pues en la elaboración del mismo te puedes contagiar de la temática, o puede terminar por desencantarte, entonces puede marcar tu futuro, mostrándote una parte de la profesión futura.

Esperanza Ceballos Vacas, durante la exposición de las modalidades del TFG.

La profesora habló también de la actividad del tutor. «Para empezar, el docente fija el tema concreto. Ayudará al alumno a elegir un enfoque específico. También orientará y supervisará la labor del estudiante».  El proyecto es importante porque el alumno puede publicar, y “dejar su huella académica en el mundo” . Y, si así lo decide el alumno, puede subirse al repositorio de la ULL, «aportando tu grano de arena a la investigación de la universidad en el ámbito temático elegido». El TFG se aleja del aspecto divulgativo, y se acerca a la práctica científica, “no es un doctorado, pero es un contacto importante con el lenguaje académico”.

Ceballos expuso sus características, como la audiencia restringida de este, la especialización del público, lo técnico del lenguaje, o la importancia de una bibliografía amplia y, sobre todo, bien elaborada. También destacó la no exigencia de dar datos nuevos, pues no es un doctorado, aunque sí se premia la originalidad. Terminó explicando los diferentes tipos de trabajo: de innovación, profesionalizador, investigador y de revisión teórica.

Mesas redondas


El siguiente punto de las Jornadas fue el establecimiento de tres mesas redondas de comunicaciones, durando  una hora cada una. En la primera, coordinadas por la profesora Ana Delia Correa Piñero, hablaron de las experiencias vividas durante la realización del proyecto cuatro ex alumnas. La exposición comenzó con la intervención de Patricia Zerolo Morales, graduada en Pedagogía. A continuación, vino la tertulia de tres ex estudiantes de Educación Primaria, Melania Hernández Reyes, Ariadna Fernández Annunciata y Noemí Barbuzano Ramallo.

La segunda mesa fue coordinada por María José Tacoronte Domínguez, y contó con la participación de Dorian José Pérez Cabrera, de Pedagogía, Macarena de León Rodríguez, y el grupo formado por Débora López González y Teresa Sánchez Arvelo, de Educación Infantil. La tercera mesa la coordinó Yaritza Garcés Delgado, y los ponentes fueron Irene González y María Núñez, de Educación Primaria, Airam Rodríguez González,  y Ohiana Corral Rafols, de Educación Infantil.

Después de las exposiciones de los graduados, los profesores de TFG presentes y los alumnos dedicaron una hora a la interacción, preguntando los alumnos aquellas cosas que más dudas les suscitaban del proyecto final. La duda más reiterada tuvo que ver con la elección temática, y las diferencias entre las líneas de tipo profesionalizador y el de innovación.

El acto de clausura corrió a cargo de Juan José Marrero, coordinador de los Trabajos de Fin de Grado, quien agradeció la participación de los docentes y de los ex alumnos, además de a los estudiantes, su presencia. Cabe destacar la presencia de un núcleo más numeroso de alumnos de tercero que de fin de ciclo, aunque la mayoría de los presentes agradecieron las Jornadas por su gran utilidad.

 

Lo último sobre ULL

Ir a Top