Las muestras se enmarcan en el aniversario de la Exposición Internacional de Escultura en la Calle. Foto: PULL

El TEA inaugura dos exposiciones sobre procesos artísticos y culturales

Cultura / Ocio

El TEA Tenerife Espacio de las Artes inaugura hoy viernes, día 3 de marzo a las 19.00 horas, dos nuevas exposiciones: Lo que pesa una cabeza. Escultura tras el 73, curada por Néstor Delgado y Gilberto González, y Este puede ser el lugar, performar el museo, un proyecto expositivo curado por Javier Arozena y Natalia Álvarez. Estas muestras, que podrán visitarse de manera gratuita hasta el 28 de mayo, ahondan sobre el papel del arte en la actualidad y su relación con la sociedad.

Ambas exposiciones se han pensado de manera complementaria donde cuerpo y escultura son interdependientes. La muestra colectiva Lo que pesa una cabeza pretende abrir una reflexión sobre la escultura en el 50 aniversario de la Exposición Internacional de Esculturas en la Calle que tuvo lugar en la Isla en 1973, mientras que la muestra Este puede ser el lugar, performar el museo consiste en una composición de piezas de diversas disciplinas artísticas, entre ellas el teatro y la danza, que guardan similitudes entre sí.

50 aniversario de la I Exposición Internacional de Escultura en la Calle


En la rueda de prensa celebrada ayer, 2 de marzo, el arquitecto y fotógrafo Carlos A. Schwartz, quien ha formado parte tanto de la Exposición Internacional de 1973 como de la Comisión de Escultura en La Calle, explicó los orígenes de la idea y cómo se logró el compromiso de artistas internacionales. «La escultura nos permite vivir con ella, tocarla, sentarnos en ella, algo que no ocurre con otras artes plásticas», señaló Schwartz.

Durante el 50 aniversario de la I Exposición Internacional de Escultura en la Calle, el TEA abre un proceso de reflexión sobre la escultura como elemento de dominación espacial. En este sentido, el director insular de Cultura del Cabildo de Tenerife, Alejandro Krawietz, reconoció estar «muy feliz de compartir entre todos las reflexiones alrededor de un aniversario de estas características, que nos permite resaltar la importancia que tuvo para la Isla la exposición de 1973».

Alejandro Krawietz y distintos artistas involucrados en el proyecto protagonizaron el acto. Foto: A. Herrera.

En Este puede ser el lugar, performar el museo se identifican como gestos performativos los procesos artísticos en los que el cuerpo interviene alterando y transformando la materia, pasando a ser el propio cuerpo campo de acción y materialidad mutable. Asimismo, a través de esta exposición, se persigue desbordar la concepción que la Modernidad otorgó a lo institucional y a sus espacios, la de la idoneidad y neutralidad necesarias para la contemplación de la obra de arte.

La obra ‘Altar de El Conde de Torrefiel’ de Laia Estruch se sitúa como portada de la exposición. Foto: A. Herrera.

Frente a esta concepción y derrumbando las fronteras que definen los ámbitos artísticos, el museo invita a artistas cuyas prácticas atraviesan ese gesto performativo generando nuevas formas de relación con el espacio, con el cuerpo, el tiempo y el entorno.

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