Mario Brouwer compagina sus estudios en el grado de Biología, en el que se encuentra inmerso en su último año, con su participación en el Colectivo Universitario de Lucha Canaria de la ULL. Nacido en Gran Canaria, nos ofrece sus impresiones acerca de su experiencia en el Club y sobre la dificultad de conciliar sus estudios con esta actividad. Actualmente, el equipo compite en la segunda división insular y los resultados de esta campaña no están siendo nada positivos. Brouwer lamenta esta situación, pero explica que la falta de apoyos por parte de las instituciones públicas, en especial de la Universidad de la Laguna, dificultan el crecimiento de la entidad. Además, advierte de un posible riesgo de desaparición del equipo en próximas fechas si no se consiguen vías de financiación estables.
¿Cómo fueron tus comienzos en la lucha? «Sinceramente, antes de llegar a la Universidad de La Laguna nunca había estado en un club de lucha, solamente la había practicado en clases de Educación Física o en algún recreo con amigos. En cambio, la primera vez que acudí a esta institución fue en unas Jornadas de Puertas Abiertas y allí me dijeron si quería probar la actividad ya que consideraron que tenía cuerpo de luchador. Finalmente, decidí apuntarme y me acabó gustando. Este es mi quinto año en la Universidad y en el Equipo».
¿Qué te motivó a meterte en el Club de Lucha? «Cuando llegas a la universidad te sientes solo, pues no conoces a casi nadie. Por tanto, me interesó el proyecto. Tenía el objetivo de hacer amigos y deporte, y de paso realizar una actividad diferente a lo que hacía con anterioridad. A día de hoy, la lucha me aporta amistad, familia y es, en definitiva, un soporte. Más allá del tema deportivo, que también tiene su importancia, sobre todo me ofrece un apoyo y una vía de escape de los estudios».
¿Y cómo te sientes en él? «Me siento bien, pero es cierto que al final te acaba mermando la situación. No competimos al nivel que deberíamos estar. Somos un club amateur en el que ninguno cobra, a diferencia de los otros conjuntos de la categoría, y a veces, resulta frustrante porque es complicado ganar una lucha y conseguir victorias».
«Sobrevivimos gracias al esfuerzo de todos y al apoyo de organizaciones relacionadas con el deporte vernáculo»
¿Cuál es la situación actual del Equipo? «El conjunto es bueno, pero carecemos de ayudas y apoyos por parte de la Universidad ni de ningún estamento público. Te sientes cómodo, pero resulta complicado salir adelante. Necesitamos 3000 euros para pagar árbitros, transportes, etc. Pero ellos no nos pagan nada. La situación es similar a la acaecida en el pasado en la ULPGC, que finalmente provocó que el club de lucha desapareciera. Hemos hablado con el vicerrector de Infraestructuras y no están por la labor de colaborar con nosotros».
¿Temes por su desaparición? «El Club ya desapareció en su día por falta de apoyo, pero los antiguos miembros trabajaron a destajo para reflotarlo. Nos mantenemos gracias al esfuerzo de todos y a la búsqueda de ayudas de otros estamentos que tienen relación con la lucha canaria, como la Federación. Básicamente, intentamos que los árbitros no nos cobren y organizamos actividades para recaudar fondos».
«No hay que ir al sitio que más te paguen, sino a donde te sientas más cómodo»
Ante esta complicada situación, ¿No te ha surgido la oportunidad de ir a otro club? «No. De todos modos soy muy fiel al sentimiento que tengo con el equipo, por lo que tampoco me iría. La única manera de que abandone el club es que cuando finalice el grado, me vuelva a Gran Canaria y me vea obligado a empezar de cero en otro conjunto. A fin y al cabo son otros valores que te inculcan en la lucha. No hay que ir al sitio que más te paguen, sino a donde te sientas más cómodo».
¿Es difícil compaginar los entrenamientos con los estudios? «Es complicado porque son tres entrenamientos semanales, más el partido del fin de semana. Además, ahora mismo también estoy realizando atletismo y lanzamiento de martillo. No es fácil conseguir tiempo, pero necesito hacer cosas para distraerme»
¿Cuál es el propósito que persigue el Club? «Nosotros bromeamos y decimos que nuestro equipo es una ONG. Aceptamos a cualquiera. No hace falta que sepa luchar, sino que simplemente tenga interés en aprender y en crear vínculos con el resto de los integrantes. Nuestro objetivo fundamental es evitar la desaparición del Club por todos los medios».