'Mi hora' junto a SWIT EME y Zaidbreak es su último lanzamiento. Foto: PULL

«Cuando tienes un sentimiento imaginas un tipo de música en tu cabeza»

Música

Blake es un rapero y compositor nacido en Salamanca que ya desde su adolescencia sintió la llamada del mundo del rap. A partir de ahí decidió empezar a escribir sus propias canciones y a publicarlas hasta que en 2009 en Gran Canaria y junto a Escualo formó parte del grupo Gran Calibre. Llegados a 2017 decidió emprender una carrera en solitario que comenzó con la publicación de Visceral y que ha vestido de letras de denuncia social, sentimientos y vivencias.

Se crió haciendo rap en su adolescencia e incluso creando su propia música, pero no fue hasta 2009 con Escualo que creó Gran Calibre. ¿Qué recuerdos tiene de esa etapa? «Éramos un grupo de amigos que nos criamos juntos y nos gustaba a todos el rap. Tuve una época un poco extraña en la que estaba un poco perdido, pero ahí nació todo. Empezamos a escribir en nuestras casas y lo hacíamos todo así hasta un momento en el que Escualo decidió dejarlo cuando yo subía de otra forma. El recuerdo es muy bonito porque sin todo eso no sería quien soy. En ese momento empezamos sin querer hacer nada, simplemente porque nos gustaba».

¿Qué aprendizajes se lleva para el actual Blake? «Sobre todo saber lo que quiero hacer, no hacerlas por sonar más. Era un proceso muy lento, nosotros sacábamos canciones y no progresaban. Fuimos muy poco a poco y lo que vi es que si realmente vas haciendo lo que tú quieres hacer y sabes cómo mejorar, llegas un poco más lejos. Me quedo con el haber sabido tener los pies en la tierra, porque en ningún momento dos chavales haciendo la música jamás van a pensar que pueden vivir de ello».

«No puedo escribir canciones por escribirlas»


Ha producido sus propias instrumentales en canciones como Duerme o Lengua de Serpiente. ¿Cómo es ponerle sonido a sus letras? ¿Siente que debe hacerlo usted y no terceras personas al ser canciones más personales? «Siempre escuchaba música y se me quedaban cosas. Me han dicho que por hacer mis sonidos soy repetitivo, y en cierta manera es verdad, pero tengo una cosa clara: no puedo escribir por escribir y que la música vaya aparte, aunque suene muy bonita. Para mí tiene que ser una mezcla en la que lo que te dice la música te lo transmita yo. Cuando tienes un sentimiento siempre te imaginas un tipo de música en la cabeza. Lengua de Serpiente es un ejemplo muy claro de una canción que suena a Blake. Conseguir eso es lo que me gusta. Jamás lo cambiaría».

¿Son más especiales dentro de su carrera? «Claro. Lengua de Serpiente es uno especial porque fue el primer tema que con el tiempo dio un subidón a lo que yo hacía. De hecho, a día de hoy lo sigo haciendo en directo y creo que así seguiré. Tuve un proceso jodido por vivencias personales y la música me ayudó mucho, entonces cuando veo esas canciones me doy cuenta de que era necesario pasar eso. Me ayudó mucho a hacer música en ese momento».

«Aproveché los medios que me ofrecieron para comenzar con Visceral«


Muchas de sus letras hablan de vivencias y experiencias vitales y personales. ¿Qué canciones cuentan mejor quién es Blake? «En Bucle podría ser una, God Ends Here, Puta Locura también. Todas tienen algo que yo estoy contando porque estoy lo estoy viviendo. Poesía MaquiavélicaAllá Donde Estés para mi abuelo, son más ejemplos. No soy una persona que se ponga canciones suyas, pero habrá algunas que con el paso del tiempo seguiré escuchando porque tienen algo que hacen que no pase con el tiempo».

¿Qué es la música para Blake? «Siempre he tenido mi concepto de la música. En el rap hay dos formas de entenderlo. Una es utilizar muchas palabras y florituras y la otra es decir realmente lo que piensa todo el mundo. Lo que siento yo no lo siento yo solo, lo siente todo el mundo. Por eso creo que es más fácil para llegar, algo muy básico y visceral».

¿Cómo fue el proceso creativo de un álbum tan simbólico en lo personal y en su carrera cómo fue Visceral? «Marcó un antes y un después porque estaba en una época de cambio. En aquel momento apareció la discográfica Boa Música y me descubrió. Me ofreció una oportunidad para poder profesionalizar lo que hacía. Aproveché los medios que yo por mí mismo no tenía, los sentimientos por los que estaba pasando y comencé con el disco. A partir de ahí, empecé a ver cómo funcionaba la industria. Tenía claro que no quería estar haciendo temas y soltándolos y así todo el rato, sino que quería hacer las cosas bien. El disco no hay por donde pillarlo ja, ja, ja… Pero lo recuerdo como algo bueno».

¿El nombre del disco viene por la intensidad y la profundidad que muestra de usted mismo o existe otro motivo? «Sí, se puede decir que sí. Es como algo que te sale de dentro, de las vísceras. Si hubiera tenido cuatro años para pensar un título, pues igual sería diferente, pero en ese momento era algo que tenía dentro, me gustaba y me llamaba la atención. Me permitía jugar con el título y la portada y me pareció un nombre bueno tratándose de música rap». 

«Me gusta hacer rap clásico, así como un sonido muy mío»


Llegados a 2019, cimentó las bases del crecimiento de su carrera con Talismán. ¿Qué trató de experimentar y expresar en este segundo disco? «En Talismán y a partir de ahí para adelante, eso todo lo hice yo. Agradezco mucho las oportunidades que me dieron, pero ahí fue cuando descubrí que no se trata de sacar discos por sacarlos, lo tenía muy claro. Lo grabé y lo mezclé yo. Prácticamente todas las bases son mías. Fue una etapa en la que había vivido muchas cosas y me apetecía hacer esto. Salió un disco muy variado. Fue como crear un sonido, por así decirlo. Es decir, ahora si tú escuchas una canción vas a saber que soy yo». 

¿Es el disco del que más orgulloso está? «Por eso el rollo de Talismán, de un amuleto con una serpiente. También tiene símbolos que son muy míos, de canciones mías. Fue como el reto de querer hacerlo todo yo. El primer disco fue el que más me marcó, evidentemente, pero de este estoy orgulloso. Además, me acuerdo que lo grabé en nada, en un metro cuadrado, sentado de cuclillas. Fue muy casero todo. Evidentemente luego estaba con el sonido, pero lo hice muy en mis momentos». 

¿De dónde nace el título de Daboia Russelii? «Cuando escribí el disco estaba pasando por una depresión que surgió a partir de la cuarentena y de otras cosas. Entonces, quería buscar un título que significara algo malo que te cura. Daboia Russelii en su significado de origen es como el veneno de un tipo de serpiente, la russell. En ciertas tribus lo usaban como un antídoto. Para mí el disco es eso, algo muy turbio y tétrico, pero que te cura». 

«La esencia de una persona no tiene tanto que ver con la base, sino con lo que transmites»


¿En qué manera influye su versatilidad musical en los procesos de creación? «Nunca me he cerrado a nada. Es verdad que me gusta hacer rap clásico, así como un sonido muy mío, pero me gusta un poco todo. La versatilidad me ha ayudado cuando hago una base o escucho un sonido, la puedo llevar a donde me apetezca en ese momento. Creo que ese es mi estilo, me gusta variar y hacer ciertas cosas diferentes. En Cookings, mi último trabajo, hay cinco bases superdistintas. La esencia de una persona no tiene tanto que ver con la base, sino con lo que transmites». 

¿En qué papel se siente más cómodo? «En los ritmos rápidos y binarios. Otro Rollo o Haber Estudiado, son ejemplos de ello. Al final es lo que siento más mío porque es lo que solía hacer. Me siento supercómodo porque puedo jugar con la voz muchísimo». 

En sus letras habla de injusticias, plasma sentimientos de tristeza, se desahoga en muchas de las canciones. Además con títulos muy explícitos como en Allí Donde Estés. ¿Trata de hacer hincapié en la labor social y de denuncia del rap? «Creo que no es lo que dices sino cómo lo dices. Para mí el rap es una crítica hacia algo, un medio de escape. No escribo cuando estoy bien, pero sí cuando he tenido un mal día. La música tiene que hacerte cambiar algo. Creo que las personas la buscan cuando están sintiendo determinadas cosas en concreto. Normalmente toco varios temas que tengan que ver en mis canciones, no solo intento soltar una idea y ya, sino que intento hacer cosas más viscerales». 

¿Cree que son sus convicciones las que le dan tanta fuerza y personalidad a su rap? «Los psicólogos lo primero que recomiendan es la música. Hace relativamente poco pasé por un momento muy malo y me hicieron mucho hincapié en eso. Creo música y también la utilizo. Es algo fundamental para mí, ya que si no estás bien, por mucho que intentes sonreír, no te va a funcionar. La música ayuda a eso, a no sentirte solo. Siempre me ha servido como terapia. El día que eso no ocurra, seguramente mi música cambie o la deje de hacer». 

«Cuando empecé cometí el error de sentirme muy seguro desde el principio»


¿Qué diferencias hay entre Alejandro Cabrera y Blake? «He tenido suerte y mala suerte. Desde adolescente empecé a centrarme en esto y no desarrollé una vida. En la música cometí el error de sentirme muy seguro desde el principio porque escuchaba lo que hacía y me encantaba. Era una persona que no sabía cómo expresarme y lo hacía escribiendo. Esa creo que es la mayor diferencia. En uno podía expresarme y que la gente me escuchara y en otro no lo podía hacer o más bien no sabía cómo hacerlo». 

¿Hay alguna otra diferencia? «Hablo de temas personales y al final al abrirte tanto no sabes que te queda para ti. La gente escucha las canciones y se siente de cierta manera. Te conocen entre comillas y eso no es sano. Yo no soy nadie, al fin y al cabo soy una persona normal que hace música, pero la diferencia primordial es que a una persona le faltaban ciertas cosas y la otra veía un campo enorme para que les escuchasen. Muchas veces cuando haces algo que dominas, corres el riesgo de buscar más. Ese fue mi mayor error. Hasta que conseguí encontrar el equilibrio de que una cosa es lo que haces y otra es lo que eres. Yo no canto lo que soy, canto lo que siento«.  

«No quiero caer en un bucle repetitivo a la hora de hacer música»


Hace poco sacó la canción ¿Ahora qué? ¿Qué podemos esperar de Blake en un futuro a medio o largo plazo? «Es uno de los temas más distintos que he hecho, pero porque estaba pasando por un mal momento. Todos tenemos una sensación de orgullo cuando superamos ciertas cosas y te empieza a ir mejor en todos los sentidos. Ahora estoy pasando por ese proceso. Van a ver exactamente lo que soy yo. No quiero caer en un bucle repetitivo a la hora de hacer música, pero creo que a la gente le va a gustar lo que viene ahora». 

¿Cree que, tras tres discos individuales, dos EPs y estando ya en 2023, ha alcanzado su madurez artística? «El crecimiento y las vivencias que te pasan hacen mucho. Es verdad que me considero más maduro mentalmente que hace cinco años. Artísticamente por un lado pienso que sí y por otro no. No me considero cien por cien en la capacidad de decir que puedo saber todo sobre algo. El día de mañana quiero seguir mejorando, seguir cambiando de opinión y viendo que realmente la vida cambia. Pase lo que pase, tirar para delante y hacerlo. Entonces no, no creo que esté en ese punto todavía». 

Esta entrevista ha sido realizada de manera conjunta con Elena Morales.