Miguel Romero Piedrahita estudia cuarto de Periodismo en la Universidad de La Laguna, juega al fútbol en el Parroquia Santos Reyes, conjunto gomero de la Primera Regional, hace covers, baila y escribe poesía, entre otras cosas. Detrás de esta extensa lista se esconde un viaje que empezó en Colombia, pasó por México, Península Ibérica y aterrizó en Tenerife, donde ya se ha asentado sintiéndose tal y como dice «un canario más». De su futuro profesional, trayectoria futbolística, sueños y aspiraciones habla con PERIODISMO ULL.
Actualmente juegas en el Parroquia de los Santos Reyes de La Gomera que se encuentra en Primera Regional. ¿A qué aspira el equipo y tú individualmente? “Realmente aspiramos a mantener la categoría para no meternos una presión excesiva. Pero siendo sincero yo soy muy exigente y si veo que tenemos potencial siempre me gustar llegar a la liguilla de ascenso o más. Yo me pongo estas metas exigentes porque a mi parecer cuando te propones solo salvar la categoría y desciendes es un fracaso, mientras que si optas a cotas más altas y no lo logras quedas a media y tabla y no quedas tan mal parado como la otra forma”.
Al ser un club de otra isla, ¿es complicado a la hora de partidos o entrenamientos? “Sí es verdad que jugar en otra isla es complicado porque dependes de la responsabilidad de los jugadores que no somos de La Gomera, en este caso. Yo estuve estudiando mucho tiempo en el campo del Taco San Luis con la gente de mi equipo y solo íbamos 3 y faltaban muchos. Otra vez nos trasladamos al campo del Valeriana y solo fuimos un compañero y yo, así que decidí entrenar por mi cuenta. Es complicado a la hora de cumplir si no tienes al entrenador aquí presente ni al grupo entero y, sobre todo, en términos de compenetración. Pero al final le echamos ganas y a ver lo que sale. Ja, ja, ja…”.
«De todos los sitios en los que he jugado diría que para mí el nivel en Tenerife es uno de los mejores»
¿Cuándo empezaste a jugar a fútbol y por qué? “Conocí el fútbol de pequeño al visitar un estadio en México, me gustó lo que vi y como quien dice copié y pegué. A lo que es jugar empecé en los parques y las canchas a eso de los 8 años y era un paquete, no sabía conducir bien el balón, los pases, etc. Solo tenía velocidad. Me federé a los 12 años en Murcia con el Molina de Segura y, a partir de ahí, fui mejorando y hasta hace unos tres años diría que no alcancé un nivel alto de juego”.
Eres colombiano y has vivido en Toledo, México y Tenerife. ¿Siempre has jugado a fútbol? “He estado en muchos sitios en la Península podría hacer una lista ja ja ja. Pero realmente no he jugado a fútbol en todos los sitios, por ejemplo en México estuve siete años y nunca me federé. De todos los sitios en los que he jugado diría que, en cuanto a nivel de juego, para mí el de Tenerife es uno de los mejores”.
¿Te ha sido difícil adaptarte a cada sitio nuevo? “La verdad que sí que fue difícil sobre todo porque las federaciones no lo ponen nada fácil a determinados países de Sudamérica a la hora de las fichas, etc. Es más tuve que estar 15 partidos parados aquí en Tenerife cuando fiché por el Barranco Hondo porque necesitaba un certificado de que estaba viviendo aquí, etc. Lo gracioso es que no venía directamente de América sino de Toledo, del mismo país, pero aun así tuve que hacer mucho papeleo y fue una vergüenza. Desde mi punto de vista tiene mucho que mejorar en este sentido la Federación Tinerfeña de Fútbol”.
«El fútbol me apasiona y siempre digo que soy más del fútbol que de cualquier equipo»
¿Cuál ha sido tu mejor momento deportivo? “Realmente han sido los que he vivido de tres años para acá porque me ha tocado el rol de liderar un poco el equipo, ser referente en ataque y es un reconocimiento de todo lo que luchado. Además, el Tenerife se fijó en mí y me quiso fichar, pero tuve dos roturas musculares justo en el encuentro en el que el ojeador vino a verme, así que no pude cumplir ese sueño”.
¿Cómo ha sido ese proceso de crecimiento como futbolista? “Pues lento pero con buenos resultados. Como comenté era bastante malo y yo aun así fui mejorando y haciendo oídos sordos, a pesar de todas las cosas que se decían. También en esto me ayudó bastante mi madre camuflando un poco la situación. El fútbol me apasiona y siempre digo que soy más del fútbol que de cualquier equipo y esto también fue importante a la hora de seguir adelante y crecer».
Un referente futbolístico y alguien a quien consideres que te pareces en tu forma de jugar… ¿Por qué? «Un referente actual, como buen madridista, sería Cristiano Ronaldo por el hecho del trabajo y el esfuerzo. Me veo identificado. Aún así no me gustaría olvidarme de Ronaldinho que para mí fue el dios del fútbol. Mejor que Pelé o Maradona. Realmente yo siempre he querido jugar como él porque siempre lo hacía todo con una sonrisa en la boca. En cuanto a quién me parezco diría que a Theo Walcott, ya que mi característica principal es la rapidez».
«Para mí la poesía es un trozo de vida que se queda guardado para siempre»
Estudias cuarto de Periodismo en la ULL, ¿es difícil compaginar el deporte con los estudios? “Yo considero que no. Lo difícil de compaginar son las actividades externas. En mi caso es trabajar, echar un ojo a un proyecto musical o antes participar en un musical y en un programa de radio”.
Terminas este año la carrera, ¿a qué te gustaría dedicarte y cuáles son tus planes académicos a corto plazo? “Me gustaría tener más tiempo para asentarme y escribir poesía y canciones a nivel profesional tomándomelo más enserio. En cuanto a lo académico no pretendo hacer ningún máster e, incluso, barajo la opción de entrar en el ejército, para poder vivir de algo, pensar qué hacer más adelante y trabajar durante los dos años que te piden”.
Eres un apasionado de la poesía. ¿Cómo desarrollas esta pasión? «No puedo vivir sin poesía y sin música. Ahora mismo no puedo dedicarle mucho tiempo a la lírica estricta y profesional, así que solo plasmo lo que siento. Los amantes de la fotografía dicen que las fotos son un trozo de vida que queda grabado para siempre pues para mí la poesía es lo mismo, un trozo de vida que se queda guardado para siempre. En mi caso las publicaciones que hago en las redes sociales, pequeños microrrelatos, las notas del móvil, etc”.
«Mis covers se ajustan a experiencias o situaciones que yo he vivido, aunque también me guio por el ritmo y si llego al tono»
Y la música… “Pues actualmente me centro en hacer covers de canciones porque no tengo los medios necesarios para hacer las mías propias, pero desde que tenga la posibilidad de tenerlos las haré. Mi idea es ser cantautor. Cantar y sentir aquello que canto. Para mí es igual de importante la voz, la música y sentir lo que cantas. A mí no me vale que la gente cante algo que no ha sentido o se haya imaginado. Muchos artistas lo pueden hacer pero yo no soy capaz. Mis covers se ajustan a experiencias o situaciones que yo he vivido principalmente, aunque también me guio por el ritmo e, importante, si llego al tono ja ja ja. Aun así a veces arriesgo, sale mal y lo subo igualmente para ver mi progreso en el futuro”.
Haces covers en Instagram. ¿Qué te viene a la cabeza para coger el móvil o la cámara y grabarte? “Lo primero que me viene a la cabeza es: ‘qué bonita es esta canción voy a escuchar y leer la letra’. Una vez escuchada y leída la analizo en cuanto a las emociones que transmiten cada parte. Aunque parezca que consiste en coger el móvil grabarte y ya, yo me tomo mi tiempo para ver qué intenta expresar en cada frase y esto lo aprendí en un taller de interpretación del Musical.IES. Otro motivo de porque los hago es para ver mis errores, corregirlos y palpar mi progreso para cuando me apunte en una escuela de canto, que espero que no sea dentro de mucho”.
«La experiencia en el Trofeo Rector fue muy buena y bonita, para quien le gusta el deporte es una gozada»
¿Cómo fue la experiencia del Musical.IES? «Pues en el Musical.IES estuve hace un par de años y tuve la suerte de participar en varios números como cantante y bailarín. Me quedé con una experiencia increíble y lo recomiendo mucho, ya que te enseña a quitarte los nervios de encima y reaccionar ante una audiencia muy grande, unas 5.000 personas en dos días. Ves cómo te tiemblan las manos pero te dices a ti mismo: ‘Esto lo tengo que sacar porque han confiado en mí'».
Has participado en algún Trofeo Rector. ¿Cómo fue la experiencia? “La verdad que fue muy buena y bonita, para quien le gusta el deporte. Jugar más de una vez por semana es una gozada. Cuanto más fútbol mejor. También tiene su lado negativo si entrenas, que no es mi caso ahora pero el año pasado sí me pasó. Entrenaba varias veces en semana y jugaba el Rector, por lo que se me sobrecargaban los músculos. Me propuse jugar a baja intensidad para no forzar pero, realmente, cuando salto al campo no hay otra reacción que no sea correr y darlo todo. Yo siempre me dejo todo en el campo e incluso llegué a jugar con una microrrotura muscular el torneo universitario”.
¿Mejorarías algo del torneo? “Si tuviera que mejorar algo diría las condiciones de los terrenos de juego. Cuando participé era peligroso jugar con botas que no fueran de césped natural y este no estaba en muy buen estado. Y quizás los horarios, aunque sé que es difícil organizar a toda una comunidad universitaria”.