Analfabetos digitales

Opinión

El pasado 30 de marzo, RTVE emitió y divulgó en sus redes sociales un mini reportaje titulado “En nuestro país cada vez hay más hikikomoris”. Para evitar caer en el mismo bulo que nuestra televisión pública, aclararé que ese concepto japonés se refiere a un aislamiento social agudo y voluntario. La persona decide recluirse en casa y no tener contacto con la sociedad. Si el contenido de la pieza hubiera coincidido con el título, todo habría estado bien, ¿pero adivinen qué? No fue así.

En los primeros 5 segundos del vídeo aparece un rótulo central que esboza “adictos a los videojuegos”. Y aquí viene el problema, que se une las palabras “adicto” y «videojuegos”, y la ignorancia sale a flote por todos lados.  A partir de ahí el reportaje es un despropósito con una mentira o una verdad a medias por segundo. Por ejemplo, las imágenes de recursos muestran a un chaval sentado en un sofá, aparentemente jugando con un mando de Xbox al League of Legends, el videojuego de moda. Y digo aparentemente porque los genios que montaron el reportaje decidieron escoger un juego online solo disponible para ordenador. Es decir, que o alguien tiene que enseñarle al pobre chico que se ve en las imágenes que se juega con ratón y teclado, o alguien tiene que enseñar a TVE a hacer buen periodismo. Y si no, por lo menos honesto.

Mi generación apenas ve la televisión, y mucho menos la pública. Quizás por eso RTVE pensó que colaría sin llamar mucho la atención, porque total, como ellos mismos dicen, muchos españoles son analfabetos digitales. Si no sabes de lo que están hablando, no sabes que te están mintiendo.

“Hikikomoris españoles”


Hablemos entonces de lo que nos cuenta Nuria Mejías, la periodista que pone voz a la pieza. Según ella, los “hikikomoris españoles” son personas que pueden estar 15 horas al día jugando, que no se relacionan, que no salen de su habitación y mucho menos de casa. Inmediatamente aparece como argumento de refuerzo una madre a contraluz, para aumentar el dramatismo, afirmando que los videojuegos a los que se dedica su hijo son todos violentos y un foco de insultos. Otro padre, también a contraluz y en un muy bien pensado plano contrapicado, dice que su hijo no ha salido de casa en dos años, que solo juega.  Y que, si le quita el Internet, se vuelve agresivo y le amenaza con “barbaridades”.

Estas cosas pueden pasar y pasan, por supuesto que sí, no es eso lo que estoy negando. Pero este problema social no lo causan los videojuegos. Es de auténticos analfabetos excusar la incapacidad de unos padres de educar bien a un hijo tras ellos. Lo desagradable del asunto está en que la televisión pública, y recalco lo de pública, se dedique en pleno 2018 a seguir intentando infundir miedo irracional contra los videojuegos. A mostrar una minoría como una mayoría. La literatura, el dibujo y el cine son considerados arte, ¿por qué si juntamos las tres cosas deja de serlo? Los videojuegos son cultura, son arte y son aprendizaje en modo interactivo. Compadezco a los pobres de mente que no puedan entender esto, pero más aún compadezco a los que podrían entenderlo, pero les mienten para que no lo hagan.

Alguien me dijo una vez que si tenía miedo de intentar algo es porque deseaba ese algo. Y aquí estoy, intentándolo. Estudiante de Periodismo. Rizos como seña de identidad. "Yo no manqueo, aprendo muriendo".

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