«Lo que siempre he querido es ser futbolista»
Alonso Prieto tiene 19 años, es tercer portero del C.D. Marino y estudiante del Grado de Farmacia de la Universidad de La Laguna. Empezó a jugar al fútbol en el equipo de su pueblo, el C.D. Unión Isora, para luego marcharse al Atlético Chenet, Club Deportivo Marino y C.D. Tenerife, hasta volver al cuadro azulón. Como otros muchos estudiantes, comparte piso en Santa Cruz de Tenerife y se traslada al sur de la Isla para entrenar con el primer y segundo equipo, donde juega con bastante frecuencia.
El isorano afirma que compagina muy bien los entrenamientos y partidos con los estudios porque el equipo docente y el club se lo ponen fácil, además de llevar a cabo una estricta disciplina de horarios. Es por ello que, cuando entrena con el primer equipo, recupera las clases y las prácticas por la tarde. «Al pertenecer a un club con dinámica semiprofesional, cuento con un certificado del propio club y con el conocimiento de la decana de la Facultad», reconoce.
Prieto hace un balance positivo de su primer año en la Universidad, puesto que aprobó todas las asignaturas. Además, en este segundo curso sigue por el mismo camino y no tiene pendiente ninguna materia del primer cuatrimestre, hecho que le supone «un gran orgullo para mí y mi familia».
Con respecto a su vida futbolística, el exjugador del C.D. Tenerife juvenil es consciente del cambio que supone estar en Segunda División B y la dificultad añadida que tiene este nuevo formato de competición. Por otro lado, siente que es una suerte poder entrenar junto a Ángel Galván y David Kikvidze. «Son dos grandes guardametas y aprendo mucho de ellos, al igual que del preparador de porteros Ricardo Mayato», asegura.
«Me sorprende que el equipo docente me pregunte por el Marino»
Alonso Prieto explica que decidió cursar el Grado en Farmacia «mitad por vocación, mitad por herencia, puesto que mi familia tiene una farmacia en Tijoco, un pueblo situado en el sur de Tenerife». Lo que sí ha tenido claro desde un primer momento es que los estudios son algo seguro y el fútbol, de momento, no le ofrece esa seguridad. A su vez, comenta que se lleva una gran sorpresa cuando los profesores y profesoras le preguntan por su equipo.
El joven portero cuenta que no dejará los estudios y el balompié porque lo lleva haciendo toda su vida sin que esto le ocasione inconveniente alguno. Para llevarlo todo al día confiesa que «estudio cuando no estoy entrenando o jugando y me olvido de las clases cuando estoy en el terreno de juego. Las personas que estudiamos y practicamos deporte debemos dar el cien por cien».