Por primera vez desde que empezó la crisis, la bautizada como fuga de cerebros comienza a sufrir cierta recesión. En 2016, el gasto en Investigación y Desarrollo (I + D) aumentó un 0,7 % con respecto al año anterior y alcanzó los 13 260 millones de euros. Sin embargo, miles de investigadores españoles abandonan sus hogares en busca de apoyo económico para sus proyectos. Ciencia en el Parlamento nace como una iniciativa ciudadana para revertir esta situación y aumentar el interés del poder político en el sector científico, tecnológico e innovador.
Su principal objetivo es que este ámbito del conocimiento gane terreno en lo que se refiere a la toma de decisiones y a la gestión política. Por otra parte, pretende potenciar unas herramientas de I + D + i al servicio de las necesidades e intereses de la sociedad y que las asesorías científicas sean consideradas como una realidad necesaria y cotidiana. No obstante, como asevera el manifiesto que estos días circula en las redes, «para alcanzar tales fines hay que mantener y asegurar el contacto entre representantes políticos y profesionales de la ciencia, la tecnología y la innovación». Para ello, proponen la creación de un canal de comunicación fluido y abierto que apueste por la bidireccionalidad.
Esta iniciativa ciudadana reconoce inspirarse en movimiento similares que ya se han puesto en marcha en el Parlamento Europeo a través de la campaña Science meets Parliaments, así como en programas de otros países pioneros del calibre de Australia y de Reino Unido.
Unas jornadas para debatir sobre el futuro
Con el propósito de lograr que el intercambio de información sea plausible a largo plazo, la primera propuesta que plantean es la organización de un evento anual al que asistirán unas 200 personas. El emplazamiento de dicha celebración será el mismo Parlamento y estará dividida en dos jornadas.
En la primera de ellas, los representantes del sector científico y los parlamentarios escucharán a los responsables de medios de comunicación, ciencia y tecnología y abogacía del Estado. Para conocer sus planteamientos específicos, se desarrollarán discusiones, presentaciones y talleres. Al final del día, tendrá lugar una cena distendida que se convertirá en un foro informal y dinámico. Con ello, se fomentará el intercambio de ideas y el estrechamiento de las relaciones laborales.
Al día siguiente, el espectro político se reunirá en pequeños grupos de discusión con encargados de grandes instituciones científicas y académicas, así como con sus colegas investigadores o jóvenes recién doctorados. Este encuentro facilitará que desde ambas vertientes profesionales (ciencia y política) se presenten proyectos de trabajo conjunto con el propósito de mejor la sociedad española.
Cualquiera puede sumarse a la causa
Ciencia en el Parlamento basa su principal estrategia de difusión en las redes sociales, sobre todo en Twitter. Aunque su objetivo es llegar a todos los entes públicos y privados, también invitan al público en general a que apoyen la causa. Se trata, según exponen en su manifiesto, de un proyecto por y para toda la sociedad que pretende “contribuir a la mejora de calidad de vida y bienestar a través del empleo del conocimiento científico”.
Para ello se requiere el apoyo de todos los agentes sociales, pasando por instituciones, asociaciones, sociedades científicas y empresas. Además, animan a sus simpatizantes a inscribirse en su campaña y a correr la voz a través del correo electrónico y redes sociales.