«Lo que más me gusta es sentir la adrenalina»
El motocross es una actividad poco común en las Islas, pero desde temprana edad, Bruno Darias, un joven canario de 25 años nacido en Finlandia, desarrolló una profunda pasión por las motos gracias a su padre, expiloto de Enduro. Su meta desde muy pequeño era poder participar en un Campeonato Mundial y lo ha logrado. «Llevo persiguiendo mi sueño desde los cuatro años», recuerda nostálgico. Mientras avanzaba hacia este objetivo, completó sus estudios como técnico en actividades físicas y deportivas. Además, enseña a los más jóvenes en una escuela.
A pesar de las limitaciones geográficas y la carencia de infraestructuras adecuadas, decidió perseguir su meta. Con cuatro años, tras insistir día y noche, recibió su primera motocicleta como regalo. Recuerda que, inmediatamente, comenzó a entrenar hasta los seis, edad mínima para empezar a competir.
Apunta que la sensación a la hora de competir no es la misma cuando entrenas. Además, desvela que durante el entrenamiento no se le teme al fallo, mientras que en las carreras oficiales afloran sentimientos negativos de inferioridad. «Cuando miro a los demás competidores pienso que son peores que yo. Somos cuarenta pilotos que queremos el primer puesto, así que mantener esa mentalidad es muy importante», comenta.
Competir a nivel nacional ya es un logro, no toda la gente llega a esa categoría. Asimismo, argumenta que en citas como esta, donde te ven muchas personas de diferentes partes de España, quieres hacerlo perfecto para ganar reconocimiento. En una ocasión, a Darias una precipitación por querer iniciar con antelación le fastidió la salida. El staff le tuvo que ayudar para que pudiera correr. A pesar de esto, pudo rehacerse para forjar una excelente carrera. «Empecé a remontar y acabé octavo en tan solo diecisiete vueltas», expresa.
«Mi cabeza está centrada en las motos»
Las lesiones son etapas muy duras para todas las personas que practican deporte. Con tan solo trece años, mientras competía contra gente de veintitrés, sufrió una lesión grave mientras entrenaba. Se fracturó el húmero. Todo esto sucede cuando iba en el tercer puesto del campeonato y a falta de cuatro carreras. Al no poder correr ninguna, el equipo no lo renueva y acaba la competición en el octavo puesto. Además aclara que «fue un año duro, porque coincidió con que mi madre estuviera en paro, por lo que había menos dinero en casa».
Equilibrar las altas exigencias con tu vida personal puede resultar muy complejo de compaginar. Por perseguir su sueño, ha sacrificado muchas cosas. Darias confiesa que «se ha privado de bastantes fiestas». La temporada, al ser anual, compite durante todo el año, incluido en verano. «No me lo puedo tomar como el resto de mis amigos. Mi cabeza está centrada en las motos». En el deporte, como en otras modalidades, es muy típico tener referentes. Son las figuras en las que nos fijamos para ser como ellas. Los modelos a seguir de este son dos hermanos llamados Pablo y Miguel de la Rosa que fueron las personas responsables de enseñarle: «A día de hoy compito con ellos y les gano. Además, soy profesor en la escuela que montaron».
En el mundo del motocross, cada detalle cuenta, y uno de los elementos más importantes es el número. Dicha cifra no solo sirve para identificar a los competidores en la pista, sino que también se convierte en una parte integral de su identidad y legado en esta actividad. En sus comienzos, Bruno Darias empezó con el número ocho porque tenía que elegir del cuatro al nueve. Más tarde, cambió al veintitrés y luego de vuelta al ocho. Tuvo la suerte de conocer a Iván Cervantes, pentacampeón mundial que llevaba el veinticinco. Rápidamente se convirtió en su ídolo y comenzó a llevar su mismo dígito: «Llevo desde 2008 con el».
«Puedo ser campeón de España»
A nivel local, el nombre de Bruno Darias resuena con fuerza, ya que ha sido ocho veces campeón de Canarias. Se dice pronto, como si fuera simple, pero relata que «este deporte tiene una gran labor detrás». A nivel nacional, todo se complica, el rango aumenta considerablemente. Aunque no ha conseguido ganar una carrera aún, su mejor resultado es una segunda plaza. En cambio, en la clasificación general, un octavo puesto.
Si competir con los mejores de España ya era algo especial, participar en el campeonato mundial es un sueño del que no quería despertar. Este tipo de competencia ofrece oportunidades únicas para darse a conocer a nivel mundial. Recuerda la llamada de su representante a las 8.00 horas. «No me lo creía, fue un momento único», asegura con emoción. Solo pudo disputar dos carreras, pero el simple hecho de estar ahí ya era un sueño para él.
Además, posee una gran ambición y determinación por conseguir superar sus retos. Su siguiente objetivo es ganar un campeonato nacional. «Creo que puedo ser campeón de España si trabajo duro», comenta con seguridad. Su dedicación y pasión por el deporte lo impulsan a mejorar cada día, enfrentando cualquier desafío con tenacidad y resiliencia.
