La Sala de Cámara del Teatro Leal acogió ayer a las 19.00 horas tres conferencias sobre la literatura en el presente y en el pasado. Impartieron las charlas los profesores de la ULL: José Antonio Ramos, que disertó sobre el Teatro; Rafael Fernández, sobre la Narrativa, y Miguel Martinón, sobre la Poesía. El Grupo de Teatro de Filología de la ULL también estuvo presente en el evento con una pequeña actuación al final.
Rafael Fernández comenzó el evento afirmando que La Laguna ha proyectado su impronta cultural no solamente en lo que es el marco propio, sino también en su entorno insular y del Archipiélago. «Personajes como José de Anchieta o Antonio de Viana llevaron esta impronta lagunera, uno a Portugal y luego a Brasil, y el otro, al movimiento cultural sevillano», dijo, para añadir que en el siglo XVIII se produjo el momento importante de la cultura insular a partir del fermento lagunero.
Fernández señaló que la concepción del hombre empezó a cambiar, preocupándose porque el conocimiento desbordase la personalidad del individuo y fuera hacia un beneficio social. «Entre el siglo XIX y XX, se cambia el espíritu del XVIII hacia un realismo y un regionalismo de bajo nivel, pero que en algunos canarios adquirieron una gran importancia», finalizó.
Poemas épicos
A continuación, Miguel Martinón disertó sobre los poemas épicos de carácter público que se imprimieron en el pasado. Además, el poeta y crítico indagó en autores como Antonio de Viana, Manuel Verdugo o José de Anchieta. En el caso de Viana, afirmó que tenía una importancia singular en la historia de La Laguna y, por lo tanto, del Archipiélago.
«Algunos de los tópicos literarios de los escritores de la generación realista eran la derrota de Nelson, el Teide o el ambiente en La Laguna. Entre esos autores, José Tabares Barttlet fue de los que tuvo una evolución más interesante, porque realizó una poesía más moderna», concluyó Martinón.
Por último, José Antonio Ramos habló sobre el teatro en Canarias, subrayando que hasta mediados del siglo XIX, «la historia estaba todavía por escribir». Indicó que Diego Álvarez fue el primer nombre de autor teatral en Canarias y que «el teatro en el siglo XVIII comenzó a formar parte de la vida de las personas y se convirtió en un espacio de encuentro y de sociabilidad».