«La gente cree que solo voy a cantar al conservatorio, y es una carrera más»

Sociedad

Johanna Betancor Galindo nació hace 18 años en Gran Canaria, concretamente en Telde. Allí, fue víctima del conocido como Efecto Mozart cuando su madre la tenía en su vientre. Esas primeras melodías despertaron una pasión, todavía embrionaria, pero que nació con fuerza a los 12 años. En ese momento, con aún pocos conocimientos pero una voz especial, emprendió un trayecto musical que zarpó, casi de última hora, en el Conservatorio de Las Palmas y atracó, hace casi un año, en la Pirámide de Guajara de la ULL para estudiar Periodismo, su otra gran pasión. Todo ello, sin dejar de lado la música, la cual sigue cursando en el último curso de Enseñanzas Profesionales de Canto.

¿De dónde viene tu pasión por la música? «A los 12 años vi un vídeo de la cantante Montserrat Caballé, intenté imitarla y me salió una voz que jamás había escuchado. Incluso, mi madre me preguntó que qué radio estaba sonando porque no se creía que fuera yo. A partir de ahí, ella siempre intentó que estudiara en una escuela de música y aprendiese de manera más profesional».

¿Cómo fueron esos inicios? «Yo soy de Telde y mis padres me llevaron a la Escuela Municipal de Música. Allí, básicamente hice la prueba, me dijeron que no valía para cantar y me desmoroné. Una parte de mí sabía que no era verdad, así que me llevaron a la Escuela de Ingenio donde entré y estuve tres meses con un profesor y otra profesora. Mientras, mi madre sin decirme nada me apuntó con 13 años, el último día y a la última hora en el Conservatorio Profesional de Música de Las Palmas de Gran Canaria”.

«La prueba de canto la practiqué cinco minutos antes y aprobé con holgura. Fue un golpe de suerte, era mi momento»


¿Fue sencillo entrar con no muchos conocimientos musicales? “Fue una sorpresa. Me acuerdo que llegué a casa de clase, mi madre me lo dijo, me comentó los exámenes que debía pasar y mi primera reacción fue echarme a llorar. Daba un poco de vértigo, pero decidí intentarlo, llamé al conservatorio, pedí un pianista, me aprendí la pieza de memoria e hice las pruebas lo mejor que pude. Por ejemplo, la de canto solo la practiqué cinco minutos antes y aprobé con holgura. Fue un golpe de suerte, era mi momento”.

¿Con qué estilo musical te sientes más cómoda? “Yo canto todo tipo de estilos y me gusta el pop o la electrónica, pero si es verdad que me llamó más la atención la ópera, que es lo que mejor se me da, las chanson en francés o las zarzuelas, porque no todo el mundo es capaz de cantarlas. Además, si aprendes clásico y la técnica en el Conservatorio, ya sabes cantar todo tipo de géneros».

«En España se menosprecia bastante la música y no está tan valorada como otro tipo de estudios»


¿Dirías que estos géneros tienen futuro en Canarias? “Yo creo que no. En España se menosprecia bastante la música y no está tan valorada como otro tipo de estudios. Todavía se sigue diciendo eso de que ‘la música no da de comer’. Lo cierto es que, si no eres un fuera de serie, es imposible vivir de esto».

¿Lo ves injusto? “Mucho, la verdad. Al fin y al cabo es una profesión más. La gente cree que cuando voy al Conservatorio solo canto y no es así. Es una carrera más. Tenemos muchísimas asignaturas como cualquier grado universitario: Música de Cámara, Repertorio, Historia de la música, idiomas como Italiano, Francés o Alemán”.

Tu padre es sordomudo, ¿cómo disfruta de la música de su hija? “Es un poco raro porque cuando estoy ensayando, como la mayoría de mis partituras son agudas, él puede llegar a sentir como una vibración, entonces a veces coloco su mano en mi garganta. Pero normalmente él se suele llevar de lo que ve y las emociones del público. A veces ve a la gente llorando y le pregunta a mi madre”.

«Mi lema de vida ha sido persistir, resistir y seguir»


¿Te gustaría trabajar en alguna ópera? “No me importaría en el futuro. Actualmente es difícil porque compaginar Periodismo y el Conservatorio es complicado. Ya me han propuesto presentarme a las pruebas de La Flauta Mágica y proyectos así, pero ahora mismo no tengo tiempo”.

¿Te ha sido difícil compaginar la carrera de Periodismo con el Conservatorio, adaptarte a la nueva Isla, etc? “Es bastante complejo, pero se puede si tienes organización y tranquilidad. Si quieres, puedes. Llevo casi toda mi vida compaginando dos cosas, pero el hecho de llegar aquí nueva y el salto que hay de Bachillerato a la carrera, requiere de un tiempo de adaptación, sobre todo porque en los estudios musicales todo va por trimestres y en el grado por cuatrimestres”.

Johanna Betancor durante una audición. Foto: cedida.

¿Has notado la diferencia entre el Conservatorio de Santa Cruz de Tenerife y el de Las Palmas de Gran Canaria? “Hay muchísima diferencia. En el de Las Palmas no te dan la libertad creativa que te dan aquí, eran más cuadriculados. También en Canto el profesor de Tenerife tiene más nivel, por ejemplo”.

¿Por qué elegiste Periodismo? “Tenía claro que las letras eran lo mío. Estaba entre Filología Clásica, porque el latín y el griego me flipan, Filología Hispánica, Magisterio y Periodismo. Entonces dije: ‘si soy una persona extrovertida, me gusta conocer gente, soy curiosa y me gusta escribir por qué no ser periodista’. Con todo, mi lema ha sido persistir, resistir y seguir”.

«Me está gustando mucho la carrera, ya que aprendes a ser periodista desde el primer momento»


¿Qué tal este primer año en la Pirámide? “Pues hasta ahora me ha gustado mucho la Pirámide y la carrera en sí. No me parece nada aburrida, aprendes a ser periodista desde el primer momento y eso es de valorar”.

¿Si pudieras elegir entre trabajar en una ópera o ser periodista qué elegirías? «Me encantan las dos. Una es mi desahogo y con ella me teletransporto a otro mundo, y la otra donde me veo trabajando el día de mañana. Al final escogería ser periodista y algo relacionado con la televisión, ya que es lo que más me atrae y por lo que me he desplazado de una isla a otra»

Visualiza tu vida en cinco años. ¿Dónde te ves? “Me gustaría hacer un Máster en Periodismo de Investigación o algo relacionado con la televisión. Aún estoy descubriendo la carrera, así que no estoy del todo segura. Con respecto a la música no me gustaría desligarme del todo porque cuando no puedo cantar me muero y me siento mal. Lo necesito en mi día a día».

«Quise actuar en El Búho Club de La Laguna, pero me dijeron que era demasiado profesional»


Muchos músicos que también estudian en la ULL participan en diferentes eventos que se organizan en bares y clubes de La Laguna. ¿Alguna vez has participado en ellos? “No, nunca. Al ser de otra isla los desconocía al principio, pero, después, al escucharme mis compañeros me dijeron que probara. Hace unos meses se buscaron artistas para participar en un show de este estilo en El Búho y pasé varios vídeos míos cantando diferentes estilos a la chica que lo organizaba. Me dijo que le había encantado, pero que era demasiado profesional para cantar en ese tipo de veladas. Yo aún no me considero profesional porque estoy estudiando, pero me encantaría darme a conocer y cantar en estos lugares”.

Tienes un canal de Youtube donde subes tus vídeos con audiciones o covers “Sí, pero la verdad que lo uso menos de lo que me gustaría. Espero ahora en verano, que tengo más tiempo libre, subir cosas nuevas y actualizarlo para hacerme oír. Así que síganme ja, ja, ja”.

¿Cuánto hay en ti de talento musical y cuánto de entrenamiento o preparación? “Mis profesores me dicen que para triunfar en este mundo tienes que tener un 80 % de práctica y 20 % de don. En el caso de mi voz creo que es 60 % práctica y 40 % talento. Tengo mucho oído y es que si practicas mucho notas la mejoría».

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