Diversify es un proyecto que ha contado con aproximadamente doce millones de euros de financiación europea. Su objetivo es analizar la viabilidad de ciertas especies de peces para su explotación en acuicultura. Para ello, una vez al año, se celebra una reunión para poner al día el estado de los trabajos realizados. La Facultad de Ciencias de la Universidad de La Laguna y la sede tinerfeña del Instituto Español de Oceanografía (IEO) acogen esta edición del encuentro, que ha sido inaugurado hoy, martes 23 de enero, y tendrá lugar hasta el jueves 25. En 2018 ha entrado en su quinto y último año de duración.
Durante el acto de apertura celebrado en el Aula Magna de las Secciones de Física y de Matemáticas de la Facultad anfitriona, el vicerrector de Investigación de la ULL, Francisco Almeida, recalcó que esta cita se ajusta a dos de los objetivos institucionales del centro: la internacionalización y la transferencia a la sociedad de conocimientos obtenidos en áreas en las cuales la entidad docente posee cierta pujanza, como es el caso de la biodiversidad y el medio ambiente.
Por su parte, el director de la sede tinerfeña del IEO, Luis J. López, resaltó la estrecha colaboración existente entre el centro que dirige y la ULL. En su intervención destacó la importancia, para el futuro, de mejorar los medios para obtener más alimento del océano, así como hacerlo respetando el siempre delicado equilibrio entre la cantidad y la calidad.
El decano de la Facultad de Ciencias, Néstor Torres, dio la bienvenida a los visitantes foráneos y recordó que la investigación en acuicultura en la ULL es resultado de la labor de varias generaciones de investigadores, entre ellos los profesores José Antonio Pérez y Covadonga Rodríguez, representantes del proyecto Diversify en la ULL y co-organizadores de este encuentro junto con Salvador Jerez y Virginia Martín, del IEO.
«Se han resuelto problemas de reproducción en cautividad»
También intervino en el acto el coordinador general del proyecto Diversify, Constantinos C. Mylonas, del Centro Helénico para la Investigación Marina, quien tuvo palabras de agradecimiento al trabajo desarrollado por la organización local. En este también colaboran investigadores de doce países adscritos a treinta y ochos instituciones, entre universidades, centros de investigación y empresas. La de Tenerife es la quinta reunión anual, tras las celebradas en Creta, que fue la de arranque del trabajo porque Grecia es el país coordinador, Bari (Italia), Nancy (Francia) y Barcelona. Ya está decidido que la reunión de cierre del proyecto se desarrolle en Bruselas.
En estas reuniones se exponen los principales resultados durante dos días consecutivos, en sesiones que se desarrollarán hoy y mañana, miércoles 24 de enero, en la Facultad de Ciencias de la ULL. El tercer día, el jueves 25, será a puerta cerrada en el IEO, donde habrá funciones paralelas más práctica y se planificará el resto del trabajo que queda del año. La investigadora del Departamento de Biología Animal, Edafología y Geología, Covadonga Rodríguez, una de las co-organizadoras de esta reunión, explica que gracias al proyecto «se ha avanzado en la preparación para la acuicultura de varias especies, sobre todo resolviendo problemas de reproducción en cautividad y de nutrición de las larvas, que es donde hay mayor mortalidad».
“A nivel genético”, explica Rodríguez, “se ha mejorado mucho la posibilidad de cruzar stocks más fuertes en producción. En general, en todas las especies se ha avanzado y ya algunas de ellas tienen potencial de mercado”. De hecho, un bloque temático del proyecto es el socioeconómico, en el cual participan profesionales y especialistas en el área que están haciendo estudios para la introducción de estas especies para consumo directo, en filete o incluso transformados que se han ensayado dentro del proyecto.
La investigadora habla también sobre la situación del sector en Canarias, que hace unos años incrementó de manera considerable su potencial gracias a muchas empresas de engorde de dorada y lubina en jaula, hasta que todo se truncó debido, principalmente, a la recesión económica. “Los procesos para solicitar concesiones o ampliarlas son muy lentos y, además, hubo bastante presión para responder a los bancos, de tal modo que muchas de esas empresas cerraron. Quedaron algunas que se han ido consolidando y está por ver si levantamos esta crisis y aparecen nuevos negocios de acuicultura”, finalizó Rodríguez.