David Goodall, un científico australiano de 102 años conservará su trabajo en la Universidad de Edith Cowan. Los responsables de la institución decidieron que lo mejor para la salud del hombre sería trabajar desde casa. Consideraron que llegar hasta su despacho no era seguro para él, puesto que tarda 90 minutos en desplazarse hasta el campus. Finalmente, Goodall ha conseguido mantener su puesto, pero en un establecimiento más cercano a su domicilio.
El científico, especializado en el campo de la ecología y la botánica, ha agradecido a la universidad que se preocupasen por su salud, pero piensa que ha sido exagerado. “Ahora continuaré mi trabajo, en la medida en que mi vista me lo permita”, declaró. Y es que desde hace años ha ido perdiendo visión, motivo por el que ha dejado su otra afición, el teatro. A pesar de todo, está feliz por poder continuar con su cargo, el cual no está remunerado.
Este tema ha abierto, además, el debate público sobre el valor del empleo en las personas mayores. El científico afirmó que “la gente simpatiza con un centenario que quiere seguir viviendo en sociedad”.
