«En ningún caso estamos cerca de solucionar este fenómeno»
En Canarias, la contaminación marina no es una cuestión baladí. Tan solo en la isla de Tenerife, según un informe publicado por Ecologistas en Acción, se produce el vertido diario de más de 57 millones de litros de aguas residuales. Para Samuel Rodríguez, microbiólogo y coordinador de Rebelión Científica Canarias, la situación es preocupante. «En la actualidad, Tenerife cuenta con casi una veintena de estaciones depuradoras, aunque los datos no son claros a este respecto. Sin embargo, son pocas las que operan eficientemente. Más de diez tienen un rendimiento de trabajo bastante bajo o están completamente inoperativas», señala.
«El caso de la isla de Tenerife es especial. En lo que va de año, hemos visto el cierre de más de doce playas. Aquí, tenemos más de 190 puntos de vertidos censados. Estamos hablando de un problema estructural y sistemático», afirma Rodríguez. La clasificación de los mismos pasa por tres categorías: autorizados, en trámite y no autorizados. Aun con todo, que un emisario esté autorizado no garantiza implícitamente la calidad del agua liberada. El microbiólogo destaca que el problema está en la dificultad de acceso a los datos de los estudios de la calidad del agua. En relación a esto, manifiesta: «Hay un interés subyacente a la ocultación y opacidad de dicha información».
Existen multiplicidad de riesgos al entrar en contacto con la materia fecal que se vierte al mar. «En las aguas contaminadas normalmente nos encontraremos enterobacterias y otro tipo de bacterias fecales propias de la microbiota intestinal. La mayoría están asociadas a procesos infecciosos», destaca.

«Dependemos en gran medida de la filtración subterránea»
Rodríguez subraya que en el Archipiélago el papel que desempeñan las aguas subterráneas es «fundamental». No obstante, la situación parece agravarse con la sequía que lleva azotando a la isla de Tenerife estos últimos años y el aumento significativo de temperaturas en la última década. Los acuíferos están «agotados». Recalca que si a esto le sumamos una infiltración de aguas negras, esto conducirá a mayores riesgos para la salud.
«Si se tienen casi una veintena de infraestructuras hidráulicas destinadas al saneamiento del agua en Tenerife y resulta que más de una decena están en desuso, no veo la lógica de construir nuevas depuradoras si otras instalaciones están abandonadas», indica. Asimismo, apunta que esta situación seguirá limitando el consumo de agua en las Islas, «contribuyendo a la desertificación».
De acuerdo con el INE, en 2024 el consumo medio de agua de los hogares fue de 128 litros por habitante. En Canarias, concretamente, el dato se situó en 115 litros por día. Rodríguez señala que hay estudios que avalan que el turismo consume aproximadamente más de 240 litros de agua al día, doblando al de la población local.
Por otra parte, el microbiólogo considera que el uso de colectores y aliviaderos es un «parche», ya que dichas infraestructuras son «vertederos hidráulicos». Señala de igual manera que existen muchas zonas de baño próximas a vertidos de aguas residuales «con aliviaderos en mal estado y sin autorizar».

Apertura de Playa Jardín
El Ayuntamiento de Puerto de la Cruz pretende abrir el próximo mes Playa Jardín, cerrada al público el pasado 21 de junio por niveles de contaminación que superaban las 500 unidades formadoras de colonias de Escherichia coli y 200 de enterococos, valores que superan los máximos permitidos por ley, según la consultora ambiental Elittoral.
Recordemos que Playa Jardín fue cerrada tras un informe publicado por Salud Pública en el que se alertaba del deterioro de la calidad del agua desde 2016. El organismo ya avisó en 2022 del aumento progresivo de los vertidos. Sin embargo, no se prohibió el baño en dicho año. Todo ello motivó que más de mil personas salieran a la calle el pasado mes de marzo para denunciar la situación.
A pesar de los trabajos realizados para mejorar la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) del Puerto de la Cruz tras la manifestación que congregó a más de 1000 personas el pasado mes de marzo, en la actualidad no existe estudio por parte de Salud Pública que avale dicha apertura, hecho que Rodríguez cataloga como una ilegalidad. Además, advierte: «Necesitamos datos públicos que demuestren la calidad de las aguas de baño para no poner en riesgo a la sociedad».
Lagunas de depuración natural
El uso de lagunas de depuración natural se plantea como una alternativa para tratar de paliar la problemática. Rodríguez explica que se trata de un sistema que elimina la contaminación del agua mediante la presencia de comunidades vegetales y los microorganismos asociados, encargados de degradar los contaminantes yno provocan daños en el medioambiente.
Rodríguez no ve una solución al problema a corto plazo. «Tenerife perdió cuatro banderas azules con respecto a 2024. El próximo año pueden ser las mismas o más. Estamos ante una cuestión a la que, si no se le da una solución eficaz y real, no va a detenerse», concluye.