“Más allá de ganar, buscamos dar una buena imagen de la tuna y disfrutar”

Cultura / Ocio

Tomás Zerolo (a la izquierda) y Guillermo Castro (a la derecha) son estudiantes que forman parte de la Tuna de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Laguna. Llevan cuatro y cinco años respectivamente formando parte de ella y actualmente ejercen funciones de presidente y secretario. Este año son los organizadores del IV Certamen de Tunas Universitarias. Describen sus experiencias en esta agrupación casi como una filosofía de vida en la que se aprende y se disfruta de forma diferente el paso por la universidad.

¿Cómo consigue recomponerse una tuna que llevaba doce años sin actividad? T: “Ha sido algo difícil. Si por algo se han caracterizado las tunas es por viajar y moverse. El haber estado muchos años sin actuar ha hecho que estemos más aislados con respecto a la Península. Tras la inactividad aparece un grupo de muchachos que quieren volver a ponerla en marcha. Para ello se ponen en contacto con los veteranos y estos se vuelcan en enseñarles cómo son los ensayos, la organización… Aquellos que empezaron siendo novatos y que más tarde ascendieron a la posición de tuno con su beca y su traje, continúan con la tendencia que ha atraído, y atrae, a las nuevas generaciones que llegan a la carrera”.

A nivel personal, ¿qué es lo mejor de formar parte de este grupo? G: “Yo considero que es una forma diferente de pasar por la universidad. Si viniésemos a clase de manera habitual nos hubiésemos perdido muchas oportunidades. Por ejemplo, la organización del IV Certamen de Tunas es algo que yo no me planteaba de ninguna manera y es un método para aprender a afrontar las cosas y echarle cara». T: “Coincido con lo que comenta Guillermo, diría también que es una filosofía porque el tuno va adquiriendo una forma de ser, de expresarse y alcanzar ciertas habilidades como perder la vergüenza y tener picardía. Por eso un novato va disfrazado antes de llevar el traje oficial, para que principalmente tenga un saber estar y sepa valerse por sí mismo, sino nosotros no seríamos capaces de ir vestidos con ropa del siglo XIV  y sentirnos cómodos ante la mirada de la gente».

 ¿Y lo peor? T: “Lo peor es tener la obligación de dedicarle mucho tiempo, porque detrás de nuestra cara visible hay todo un trabajo y si no mantienes esa constante esto acabaría por morirse». G: “Hay pocas cosas negativas, para nosotros los ensayos de los viernes nos suponen una desconexión de los estudios. Aunque siempre hay mucho curro detrás y siempre estamos discutiendo sobre aspectos a mejorar».

“Mucha gente piensa que el tuno es un vividor pero nosotros compaginamos la universidad y la tuna, todo es dedicación”


¿Es difícil compaginarlo con la universidad? G: “Todo es cuestión de organizarse, nosotros por ejemplo esta semana estamos volcados con el concurso, pero probablemente la semana que viene dejemos un poco de lado el traje y nos pondremos las pilas en los estudios. Mucha gente piensa que el tuno es un vividor pero nosotros lo compaginamos con la universidad, todo es dedicación”. T: “Exacto, lo principal es el tiempo. No es sencillo compaginarlo y no sabemos bien cómo lo hacemos. Evidentemente si te gusta lo que haces te cuesta menos, pero aun así hay que invertir muchas horas. Hay quienes nos dicen que esto nos roba tiempo, pero nosotros estamos aquí de manera voluntaria, lo que hay que tener es disciplina y buena organización».

¿Cómo es la relación con las otras tunas? T: «Buscamos que haya una rivalidad sana y competitiva. En una actuación es común ver a las diferentes tunas mezcladas, compartiendo experiencias, canciones y arreglos».

¿Qué hay que hacer para formar parte de esta agrupación? G: “Es tan sencillo como venir a los ensayos. A la de Medicina puede entrar cualquier persona de cualquier facultad, antes había más barreras de entradas porque cada facultad contaba con una propia. Pero al menos en nuestro caso, no hay ningún requisito para entrar, porque hoy lo que se necesita son personas con ganas y no vas a limitarlos porque no sepan cantar o no estén en tu facultad».

“Si viviésemos en la península tendríamos certámenes casi todos los fines de semana”


¿Expectativas de cara al certamen? G: «Ahora mismo sobre todo hay nervios, realmente somos inexpertos en organizar. Traer casi 100 personas de fuera, hablar con el ayuntamiento, patrocinadores… es una gran responsabilidad. Al final llegas a casa pensando en cómo hacer para que toda Santa Cruz se entere de esto y les guste el evento. No queremos que se piense que la tuna es solo gente de 70 años, somos jóvenes y todo ha evolucionado y nos adaptamos a los tiempos. Pretendemos más allá de ganar un premio, dar una buena imagen y, sobre todo, disfrutar». T: “Como expectativas y objetivos nos quedamos con que la gente quiera volver y contar con nosotros para el siguiente año y que la imagen nuestra en la Isla tenga más peso y repercusión. Realmente somos una tuna humilde, muchos de los invitados que participan de fuera tienen más experiencia, han asistido a miles de concursos y tienen una capacidad de juicio que nos sobrepasa muchísimo. Intentar complacer a toda esa gente nos sube el listón. Si viviésemos en la Península tendríamos certámenes casi todos los fines de semana».

Aficionado a los videojuegos desde que era un fisco chico. Me apasiona todo lo relacionado con lo audiovisual y la edición de vídeo. Sueño con dedicarme al periodismo de videojuegos pero de momento escribo en PULL.

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