Alcalá Norte actuará por primera vez en Tenerife el 2 de noviembre. Foto: Pablo Garrido

«Nunca pensamos que la música nos llevaría hasta donde hemos llegado»

Música

Álvaro Rivas es el cantante de Alcalá Norte, una banda madrileña que está rompiendo los esquemas dentro del panorama musical alternativo español. Pisarán por primera vez Tenerife en su concierto del próximo sábado, 2 de noviembre, que se celebrará en el Espacio Aguere Cultural. Además, la banda también está compuesta por la batería de Jaime Barbosa, las guitarras de Juan Pablo Julià y Carlos Elías, el bajo de Pablo Prieto y el teclado de Laura de Diego.

¿Cómo fue el comienzo de Alcalá Norte? «Natural. Tres amigos de la adolescencia y del mismo barrio, imitando a The Cure, The Stone Roses y Judas Priest. Tocábamos en un local de ensayo de alquiler por horas. Allí encontramos nuestra primera formación solvente. Desde otoño de 2020, la banda nos gobierna».

¿Qué ha cambiado desde ese entonces hasta ahora? «Antes el grupo parecía una diversión para los domingos por la tarde. Ahora planta cara al resto de elementos que llenan nuestra vida».

Después de cuatro años en el panorama musical, decidieron sacar un álbum. ¿Qué cree que tiene de especial para haber gustado tanto al público en tan poco tiempo? «Estuvimos más de tres años jugando a ser una banda antes de lanzarnos a grabar el disco. Desde entonces, tardamos medio año en prepararlo y nueve meses en mimar su lanzamiento. Barbosa, el batería, cree que sonamos a tantas cosas, sin parecer una copia exacta de algo en concreto, que logramos que se perciba un balance cómodo entre la reminiscencia y la originalidad».

¿Cómo fue el proceso de hacer el disco? «Lo grabamos en un momento de mucho pesar interno. Habíamos perdido casi toda la fe en el proyecto, pero nos seguían saliendo canciones ilusionantes cuando lográbamos juntarnos en el local. Así que Carlos Elías, que por esos tiempos era un productor que deseaba trabajar en la banda, nos convenció para hacer sonar mejor nuestra obra en mp3. Si el álbum no triunfaba, por lo menos teníamos un bonito recuerdo. Lo grabamos principalmente en su dormitorio, que más bien es un estudio casi profesional. Luego rematamos la producción en uno de verdad».

«La presión crece como resultado de la autoexigencia»


Se podría decir que el éxito les llegó de un día para otro. ¿Cómo lo llevan? ¿Les ha sido complicado adaptarse? «Las elecciones que tenemos que tomar día a día nos han sobrepasado. Nunca pensamos que esto fuera a llevarnos hasta aquí. Yo no imaginaba hace unos meses que en octubre ya no iría a la oficina. La presión ha crecido como resultado de la autoexigencia».

¿Cuáles son las principales influencias del grupo? «Heavy metal, postpunk, mucho pop británico del siglo pasado y música actual, principalmente rap. Yo también llevo mucho chunda-chunda vivido en las carnes. Lo que más escucho últimamente es a Joaquín Díaz y su catálogo inagotable».

En sus canciones mezclan conceptos como clorhidrato de cocaína con Georgina. ¿Cómo surgen esas letras? «Es una coincidencia fonética con traslación al mundo real. La euforia de la persona que consume cocaína y le hace creerse merecedora perpetua del turno de palabra, como si protagonizara un documental. Yo, personalmente, no consumo cocaína, así que me disculpo si la comparación no es acertada; hablo de oídas».

En el tema 420N pasa algo similar, combinan la muerte de Franco con el Día Mundial de la Marihuana. «Franco murió el mismo día que el actor que hacía de Power Ranger verde, Jason David Frank. Esa coincidencia nos hizo gracia y decidimos dar cabida a semejante pareja en nuestro álbum, pero la relación entre ambos y la marihuana es arbitraria. Decidí fechar en la madrugada del 19 al 20 de noviembre un evento traumático que se narra en el tema: la muerte de un operario que fabricaba hachís extraído por medio de butano. El resultado tiene un concentrado altísimo de THC, la sustancia que coloca. Aunque es inflamable y un simple descuido puede significar graves heridas o incluso la muerte».

¿Tienen alguna colaboración soñada? «Estamos deseando colaborar con Dharmacide, una banda madrileña de gran cercanía. Aunque nuestra formación es prácticamente nueva. Ahora que por fin tenemos tiempo disponible para componer estamos deseando trabajar en grupo antes de colaborar con más artistas. Llevamos un año en el que casi todo ensayo ha sido destinado a preparar y mejorar nuestro directo».

Es la primera vez de la banda en Tenerife. ¿Cómo se sienten por actuar aquí? «Para mí es más especial porque aquí vive mi tía Mari Saro. Su madre y hermanas vendrán desde Gran Canaria para vernos. Nuestro guitarra titular, Juan Pablo, no puede venir y en su lugar vendrá Abel, que es canario y viaja desde la Península con la banda».

¿Qué expectativas tienen del concierto? «Le disputamos la audiencia al Robe de Extremoduro. Somos conscientes de la enorme responsabilidad que tenemos. Personalmente, yo estoy haciendo mucha presión a mi familia para que convenzan a mi abuela de venir al concierto, me la tengo que ganar».

¿Qué planes tiene para el futuro Alcalá Norte? «Girar por salas y festivales durante lo que queda de año y todo 2025. Mientras, tendremos que componer canciones nuevas, pues se hace obligatorio publicar un disco en 2026».

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