Mario Marrero, componente del grupo Farsalia, posando junto a un grafiti. Foto: Alejandra Ronda

«Nadie escucha a las bandas locales; el primer paso para crecer es asumirlo»

Música

El sur de Tenerife ha visto nacer a artistas de todo tipo. Desde bailarines que comenzaron actuando en la calle al conocido humorista Ignatius Farray, son muchos los que, guiados por la ambición o la simple pasión, intentan labrarse un nombre. El verano de 2018, el grupo de rock Farsalia aparece en escena. Ese mismo año, consiguen el primer puesto en el XI Festival de Nuevos Talentos del Médano y, a día de hoy, han actuado en festivales como Alisios Pop Festival o Xanadú Music Live. Mario Marrero, cantante y guitarrista del mismo, cuenta, con motivo del próximo lanzamiento de su primer disco, su experiencia como miembro de la banda.

¿Cómo se formó Farsalia? «El grupo surge en los últimos meses de 2017, a raíz de una serie de ensayos que hicimos. Fue algo espontáneo: cuatro amigos, mucha confianza y experiencias pasadas haciendo música en común. Tras un par de ensayos decidimos continuar con regularidad y nos pusimos un nombre: Garimba. Durante algunos meses fuimos un grupo de garaje, hasta que decidimos cambiarnos el nombre y salir a la luz como Farsalia en el verano de 2018».

Farsalia posando con el primer premio del XI Concurso de Talentos del Médano, junto al alcalde de Granadilla, José Domingo Regalado. Foto: PULL

¿Cuál es la mayor dificultad de empezar una banda desde cero? «Abordar un proyecto musical serio, basado en la regularidad a la hora de ensayar y componer, es lo más complejo de todo. La pasión es el motor fundamental, y muchas veces ayuda a superar barreras como la falta de tiempo libre o las dificultades económicas. Nadie escucha a una banda local; asumirlo es el primer paso. Creer en tu música es lo único que te da fuerzas para progresar como banda».

«El cuarto de ensayo es el hábitat natural de cualquier músico que se precie: lo complicado es convertirlo en un espacio de trabajo»


¿Residir en Canarias es una dificultad añadida? «La insularidad es un handicap. Es muy complicado conseguir una agenda de conciertos sólida si existen dificultades de desplazamiento, y aunque lo consigas en Canarias, siempre resultará mucho más difícil tocar en la península. En los años sesenta se hablaba de “saltar el charco” para referirse a las bandas británicas que sonaban en Estados Unidos, algo que por ese entonces era sinónimo de triunfo. Para un grupo isleño, “saltar el charco” y entrar en el circuito nacional constituye todo un logro».

¿Cuál es vuestro mayor logro actualmente? «Una banda de rock tiene una función clara: hacer música. Nuestro mayor logro hasta la fecha ha sido encontrar nuestro sonido, consolidarnos en directo y mejorar nuestro desempeño en el estudio. Estamos satisfechos con nuestros primeros singles, Casualidad y Como en los sesenta, que representan un primer paso en nuestra trayectoria creativa. También con nuestro directo, que hemos ido puliendo y mejorando con el paso del tiempo. Sobre una buena base creativa se construyen los mejores proyectos musicales».

¿Qué es más importante, la producción o el talento musical? «La producción es esencial: si no es buena, poco importa que toques como Jimmy Hendrix. El trabajo en el estudio exige buenas herramientas técnicas, pero sobre todo sensibilidad a la hora de realizar las grabaciones y las mezclas. Por suerte, trabajamos con Manolín Lorente y Juan Carlos Hernández, dos genios en la producción que nos han enseñado muchísimo. Su trabajo en nuestro disco ha sido de sobresaliente».

«No seguimos estándares: tratamos de hacer música rock, sin etiquetas»


¿Cuál es el proceso que siguen para crear una canción? «Generalmente, partimos de composiciones individuales. Una vez en el cuarto de ensayo, se pule el tema, se incorporan los otros instrumentos y se añaden las singularidades de todos, que son las que de verdad aportan personalidad al grupo. El trabajo en arreglos es tan importante como la composición, y una vez establecidas las voces y definidas todas las líneas instrumentales toca lo más difícil: empacar el sonido, conseguir que todo encaje armónicamente, y trabajar con los matices».

Componentes de Farsalia, posando en las cañadas del Teide. Foto: Alejandra Ronda

El 3 de julio sale vuestro primer disco. ¿Cuánto llevan trabajando en él? «Sal a la calle es nuestro primero disco. Una serie de circunstancias provocaron que no pudiéramos grabarlo en 2019, así que teníamos este asunto pendiente desde hace un año. Son los temas de nuestro repertorio habitual, que hemos tocado en muchos puntos de la isla, así que estaban muy trabajados. Por suerte pudimos grabarlo antes del confinamiento. En principio estará en todas las plataformas el 3 de julio, pero estamos esperando la confirmación de la distribuidora».

Para finalizar, ¿algún consejo para todos aquellos que aspiren a crear un grupo? «El mejor consejo que puedo dar es que lo hagan de una vez: nunca se tienen conocimientos musicales suficientes, y la única forma de aprenderlos es meterse todos en un cuartucho a sacar canciones para delante. Atrévanse a componer y a innovar con su sonido. El rock, la música y el arte en general representan lo mejor del ser humano; hacer música es un privilegio que no tiene ninguna otra especie. Si tienes la vocación, el deseo de hacerlo, que nada detenga tus ganas».

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