El investigador de la Universidad de la Laguna (ULL) Imanol Nieto ha publicado un estudio en el que analiza la prevalencia de la depresión en la población femenina de un gran número de países europeos. Determina el impacto de características como el desempleo, los ingresos, el nivel educativo, la edad y la gravedad de esa patología, a partir de la estimación de un modelo logit multinomial para las mujeres y un modelo logit bonimial para las mujeres con depresión. El artículo puede consultarse en International Journal of Mental Health and Addiction, y también está firmado por Carolina Rodríguez y Ginés Guirao.
Los datos empleados proceden de la segunda ola de la Encuesta Europea de Salud (EHIS-2) eleborada por Eurostat entre 2013 y 2015. Proporciona información sobre el estado de salud de personas mayores de 15 años, incluyendo su estado físico, mental, la presencia de enfermedades crónicas y problemas o limitaciones que generen un impacto en su salud, entre otras. La salud mental aparece recogida en la EHIS-2 a través del cuestionario validado. Está compuesto por ocho ítems que tienen el objetivo de monitorear la salid mental, determinando la prevalencia y el grado de servicios de una subdimensión de los problemas de salud mental.
La muestra utilizada se compone de 134 456 mujeres de 27 países de Europa. Del análisis descriptivo de los datos se observó que el 75,5 % de las mujeres no tienen trastorno de salud mental, 21,7 % presentan depresión leve o moderada y el 2,8 % en grado severo. No se ha incluido a hombres en el análisis, pero Nieto asegura que una comparación de algunos porcentajes descriptivos para ambos géneros puede ser útil para ilustrar la clara situación de desigualdad de hombres y mujeres en términos de salud mental.
Respecto al porcentaje de depresión severa, es inferior para la población masculina (1,7 %) y también superior al de mujeres que sufren depresión en grado leve o moderado frente al de los hombres (21,7 % y 14,7 %, respectivamente). En el análisis descriptivo por países, se observa como Portugal, Islandia, Luxemburgo, Alemania o Hungría cuentan con mayor prevalencia en la población femenina. Tienen porcentajes por encima del 30 %.
Los resultados de la estimación de los modelos utilizados permiten evaluar el impacto de las características sociodemográficas relevantes para la salud mental y para poder cuantificar su efecto sobre la probabilidad de padecer un trastorno depresivo. Además, a partir de la propuesta de algunas medidas, hablan de que la magnitud del efecto para la muestra de mujeres de cada país varía significativamente respecto a la media. Una de las aportaciones del trabajo es la cuantificación de las diferencias en los impactos de estas características en diferentes países.
Salud mental
El análisis saca a la luz la consideración de la especial incidencia de la salud mental en las mujeres. Diferencias que podrían explicarse por las particularidades de los servicios y sistemas sanitarios de cada país, pero también por factores sociales, culturales o económicos de cada región.
Por otro lado, las desigualdades de género en la salud mental también vienen dadas de roles y normas socialmente establecidas, que enfatizan el papel referente del patrón masculino y tienden a minimizar las necesidades de salud de la mujer. Las conductas en la esfera de la salud, sus determinantes y las respuestas del sistema sanitario en función del género son tres ámbitos en los que el género influye en la salud mental y que la OMS destaca.
Este trabajo revela los distintos patrones influyentes en los resultados de salud mental en función de diversos rasgos sociodemográficos. Algo que marca la necesidad de matizar las consideraciones en la investigación sobre la materia. La interacción entre educación, edad, situación laboral y niveles de ingresos pone de manifiesto las complejas relaciones que determinan la prevalencia y la gravedad de la depresión entre las mujeres. “Subraya la importancia de adoptar un enfoque holístico en el análisis entre las mujeres”, señala Nieto.
