“La moda no trata necesariamente de etiquetas. No trata de marcas. Trata de algo más, que llega desde el interior”, afirma Ralph Lauren, el diseñador americano mundialmente conocido por sus camisas Polo. Y así es. A veces, olvidamos que el sector textil es algo más que un mundo superficial y lleno de vanidades. Es arte y, como tal, una forma de comunicar. Por eso, los protagonistas del ULLhunter de esta semana son alumnos de Periodismo, Farmacia y Bellas Artes de la ULL. Porque sí, porque gracias a la ellos reconectamos con la esencia del fashion system: la expresividad, la creación y, ¿por qué no?, la solidaridad.
Con motivo de una campaña de sensibilización contra la homofobia, Natalia González, Adriana Siverio, Cristian Marrero y Paula Soret Bonilla, de la Facultad de Ciencias Políticas, Sociales y de la Comunicación, realizaron una coreografía en la plaza de La Concepción (La Laguna) el pasado 8 de mayo. Su objetivo era concienciar sobre la importancia del respeto y la igualdad. A ellos se sumaron Raquel Castro, futura farmacéutica; Anna Delgado, Cristian Bartalomé y Adrián Mesa, maestros de la pintura y de las artes escénicas. Así, la vuelta a lo básico, a lo sencillo y al color que tanto predican las blogueras internacionales, como la italiana Chiara Ferragni, se materializa en los looks de estos jóvenes.
“Es cierto que el negro aporta elegancia, pero considero que nos ponemos prendas con otros tonos en función de nuestro estado de ánimo”, nos cuenta González, quien lleva una camiseta turquesa de tirantes de Stradivarius. “Nos dan información sobre las personas que las llevan”, añade.
Con franela y cárdigan de H&M, Adriana siente que los colores son una prolongación de nuestras almas. “Los hay alegres, tristes, claros y oscuros. ¡Uno para cada día y para cada sentimiento!”, enfatiza.
Tanto Cristian Marrero como Paula Soret coinciden en la misma idea: son nuestra esencia. “Intento que se ajusten a mi personalidad activa. Siempre me decanto por los más vivos: azules, rojos, amarillos…Vamos, los que invaden los armarios de cualquier fashion addict esta temporada”, apunta Marrero, que luce una franela de Calvin Klein. Por su parte, Soret Bonilla añade que pueden ayudarnos a expresar un cambio en nuestras vidas o a contar con una energía especial: “Mi t-shirt mostaza de Encuentro y mi pintalabios rojo de Lancôme gritan: ¡Ey, aquí estoy yo!”.
Raquel Castro resalta también que una prenda o un complemento colorido puede hacer que salgas de casa con una actitud diferente: “Mi blusa de Adidas y mi gorra de AJ Project me ayudan, por ejemplo, a ser más fuerte”.
Anna Delgado, Cristian Bartalomé y Adrián Mesa, alumnos de Bellas Artes y aficionados al teatro, destacan la oportunidad que nos brinda la gama cromática para poder jugar con la ropa. “Creo que la moda es arte. Entramos en un mundo paralelo en función de cómo los diseñadores la aprovechen”, asevera Bartolomé, quien deslumbra con su chaqueta y camisa de H&M y su gorra, también de AJ Project. “Nosotros adoramos el rojo”, apostillan sus compañeros de Facultad. Delgado afirma que el tono de su camiseta de Calzedonia y de su camisa de leñador de Bershka la hace sentir poderosa. A Mesa, le permite experimentar con sus conjuntos.
Ya lo decía la modista belga Diane Von Furstenberg: “El color es fundamental para el optimismo de las personas”. Nuestros protagonistas de hoy no son más que el ejemplo de ello.
