«La guerra fue dura, pero la posguerra fue peor». Unas pocas palabras bastan para sintetizar la obra más aplaudida y versionada de la escritora extremeña Dulce Chacón. En esta ocasión, su historia sobre un puñado de mujeres que hacen frente a los duros tiempos que asolaron a España tras la Guerra Civil llega a las tablas del Teatro Guimerá de la mano de la compañía Salvador Collado. La representación tendrá lugar mañana, sábado 9 de febrero, en una función única que comenzará a las 20.30 horas. El precio de las entradas oscila entre los 20 y 24 euros, y pueden ser adquiridas en taquilla o en la web de TomaTicket.
Bajo la dirección de Julián Fuentes, el texto, adaptado por Cayetana Cabezas, pone el foco en el personaje axiomático sobre el que se cimienta La voz dormida. De este modo, en lugar de limitarse a reproducir la estructura de la obra original, el dramaturgo desmenuza la parafernalia retórica para retrotraer las memorias de Pepita Patiño. Estas funcionan, al mismo tiempo, como un altavoz a todas las voces femeninas que terminaron en el bando perdedor en la lucha contra el franquismo. La actriz Laura Toledo será la encargada de dar vida a la protagonista de este relato de trinchera, que hará todo lo posible por liberar a su hermana de la cárcel de Las Ventas mientras trabaja para una familia adinerada en un pequeño barrio fascista de Atocha.
La novela de Chacón fue nombrada Libro del Año por el Gremio de Libreros en la Feria del Libro de Madrid en 2003. Ha sido adaptada en varios ocasiones, pero la más reconocida es la cinta homónima de Benito Zambrano, protagonizada por Inma Cuesta y María León, y ganadora de tres premios Goya. En cualquier caso, el mérito del libreto de Cabezas reside en la propuesta de concentrar las distintas miradas de las que se sirve el libro de 2002 en una sola que, pese al título de la obra, ni guardará silencio ni dejará al público callado.