La Universidad de La Laguna (ULL) celebró ayer, 21 de febrero, el acto de investidura de los nuevos doctores y doctoras del curso 2022/23, en el que un total de 125 personas defendieron su tesis doctoral en esta Institución, lo que supone el dato más elevado de la reciente serie histórica. Una cincuentena de ellos ha participado esta mañana en el acto. La generación de conocimiento nuevo y su contribución al avance científico fueron especialmente destacados en esta ceremonia, que también sirvió para resaltar la alta empleabilidad de los que alcanzan este grado académico.
«Estamos ante personas que han demostrado su capacidad no sólo de reproducir y transmitir conocimiento, sino de generarlo, ajustándose a los patrones metodológicos de los distintos ámbitos académicos», señaló el rector, Francisco García, en el acto celebrado en el Paraninfo de la Institución. También apuntó que, en una comunidad como la canaria, «con unos alarmantes niveles de pobreza y desigualdad y unos salarios comparativamente muy bajos, una de las claves para mejorar la productividad es fortalecer los niveles de cualificación de su mano de obra».
El rector apoyó su tesis en datos del ISTAC de 2021, fuente oficial que destaca la superior tasa de inserción laboral a cuatro años de las personas que cuentan con el doctorado en Canarias, un 77 %, frente al 72 % para quienes han superado sólo el máster o el 64 % para quienes poseen únicamente el grado. «Hay que decir alto y claro que es rentable personal y socialmente promover y apoyar los estudios de doctorado en Canarias», afirmó.
«De las tesis leídas en España en 2022, el 93,7 % se defendió en centros públicos»
Francisco García afirmó que el conocimiento nuevo descansa en la universidad pública: «De las tesis leídas en España en 2022, el 93,7 % se defendió en centros públicos y tan sólo el 6,3 % lo hizo en universidades privadas. Este dato en Canarias es todavía más contundente: el número de tesis correspondiente a ese año fue de 184, y la totalidad de ellas fueron defendidas en las dos universidades públicas canarias, 103 de las cuales lo hicieron en La Laguna y 81 en Las Palmas de Gran Canaria».
A juicio del rector, los nuevos doctores y doctoras constituyen la mejor evidencia de la rentabilidad y utilidad social de esta Institución. En los mismos términos se expresó la catedrática de Fisiología Teresa Giráldez, encargada de impartir la lección inaugural, y el director de la Escuela de Doctorado y Estudios de Posgrado, Gustavo Marrero, quienes alabaron el tesón de los nuevos doctores y su gusto por la ciencia.
«A pocas cosas dedica uno tanto esfuerzo en la vida como a realizar la tesis doctoral», apuntó Marrero. Frente a una oposición, dijo, aquí no hay un temario definido, hay que crear algo nuevo partiendo del conocimiento ya existente. El director de la escuela explicó que los próximos cinco años son claves para la consolidación como investigador o investigadora, logrando formar parte de una red de investigación internacional y realizando estancias en centros de otros países. También destacó que han aprendido a hacer investigación, a resolver problemas, a trabajar en equipo y a defender sus ideas en público, lo cual constituye, a su juicio, un activo muy valioso. «Todas estas cualidades son difíciles de adquirir a la vez si no se realiza una tesis doctoral», recalcó.
Giráldez, por su parte, sostuvo que el doctorado es un elemento genuinamente distintivo de las universidades y supone el más alto grado académico dentro de la Universidad. La fisióloga enfatizó que hay que abrazar la posición de doctor o doctora, y que por cada logro hay detrás diez fracasos, generalmente poco conocidos, ya que el avance científico es un camino de largo recorrido. «Están llamados a romper las fronteras de conocimiento», subrayó, para añadir que «ustedes son el máximo exponente del binomio formación-investigación. Es evidente que los doctorados nos distinguen como universidad y suponen el claro avance del conocimiento».
