El Hierro es una isla con un tamaño y singularidades que la hacen ser un laboratorio natural para diferentes estudios llevados a cabo por la comunidad científica, con el fin de poder transferir ese conocimiento a otras islas o regiones. En la dimensión ambiental, la Isla también destaca por ostentar desde el año 2000 el estatus de Reserva de la Biosfera de la Unesco.
Un estudio llevado a cabo por un equipo de la Universidad de La Laguna (ULL) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) propuso evaluar el papel crucial de la vegetación de El Hierro en la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero, con unos resultados prometedores.
En particular, el trabajo se centró en cuantificar la cantidad de emisiones de CO2 absorbidas por las masas forestales de la Isla y compararlas con las emisiones generadas por la población, la producción de energía y actividades económicas de la Isla.
El artículo está publicado y se puede consultar en la revista científica Soil Use and Management. Como indica su título, el estudio también pretende que esta investigación sea un piloto y ejemplo para otras islas, dado que, en estas regiones, es donde la comunidad científica ha estimado que el efecto del cambio climático será más intenso.
«Los bosques en las Islas son nuestra salvaguarda ante los efectos del cambio climático»
El profesor de la Universidad de La Laguna Juan Carlos Santamarta, que ha coordinado el estudio y es el responsable del proyecto europeo Arsinoe, donde se enmarca el trabajo, destaca el papel de las masas forestales en las islas oceánicas como un elemento amortiguador de esos efectos, sobre todo los vinculados a los recursos hídricos. «Los bosques en las Islas son nuestra salvaguarda ante los efectos del cambio climático, además de captar y almacenar el CO2 atmosférico, reducen la temperatura en su entorno y regulan el ciclo hidrológico en las Islas, con un papel destacado en la conservación de los suelos», indica.
Es importante destacar también que la Isla alberga el innovador proyecto de producción de energía hidroeólica Gorona del Viento, que ha logrado reducir significativamente las emisiones asociadas a la producción de energía. También la mejora del conocimiento de los recursos hídricos, fundamentalmente los subterráneos, mediante el desarrollo de modelos de funcionamiento del acuífero insular con la aplicación de futuros escenarios de cambio climático por el proyecto Arsinoe ha mejorado sensiblemente la gestión del agua en la Isla, como indica el hidrogeólogo y científico Titular del IGME-CSIC Alejandro García-Gil.
Los resultados clave del estudio revelaron que los bosques de El Hierro tienen la capacidad de capturar una cantidad de 46 785 toneladas de CO2 anualmente. “Esta capacidad de secuestro de carbono supera con creces las emisiones vinculadas a la producción de electricidad y la movilidad vial en la Isla, especialmente desde la implementación de Gorona del Viento”, indica Noelia Cruz, la investigadora de la Universidad de La Laguna y autora principal del artículo en el que también participó Gunta Grūbe.
El estudio, que utiliza datos del Inventario Forestal Español y modelos de biomasa, subraya el papel crítico de los bosques en la mitigación del cambio climático y la regulación del ciclo del carbono. Los bosques, que cubren aproximadamente el 25 % del territorio total de El Hierro, sirven como sumideros de carbono vitales, contribuyendo al esfuerzo global para combatir los niveles crecientes de CO2.
Medidas de prevención
Por lo tanto, se vuelve fundamental establecer medidas de prevención para proteger dichas masas forestales de posibles incendios, que pueden ser cada vez más frecuentes y duros en las Islas Canarias, debido al cambio climático, como afirma el investigador del CSIC Ricardo Ruiz-Peinado, que ha liderado diferentes estudios para la estimación del carbono en los comportamientos de los ecosistemas forestales y en conocer el efecto de la gestión forestal en las reservas de carbono.
Al aprovechar las inversiones en energías renovables y realizar la transición hacia vehículos eléctricos, El Hierro tiene como objetivo lograr la transición ecológica para el año 2040, alineándose con los objetivos del Gobierno de reducir las emisiones en todo el Archipiélago canario.
El viaje de El Hierro hacia la neutralidad de carbono es un testimonio del poder de las iniciativas sostenibles y la acción colectiva en la lucha contra el cambio climático. A través de inversiones continuas en infraestructura de energía renovable y soluciones de transporte ecológicas, la Isla establece un ejemplo convincente de liderazgo ambiental y resiliencia frente a los desafíos climáticos.
El proyecto europeo Arsinoe tiene como objetivo aprovechar la innovación para la adaptación climática en una serie de sistemas clave, que van desde la biodiversidad a las inundaciones y el aumento del nivel del mar, y desde la sequía y la escasez de agua a las olas de calor y la deforestación. Arsinoe pretende crear un ecosistema para tecnologías relativas a la adaptación al cambio climático.