El Servicio de Deportes de la ULL dispone de múltiples servicios de ayuda y apoyo para la comunidad universitaria. Uno de ellos es la acupuntura. Juan Molina, experto en esta disciplina oriental, nos regala unos minutos de su tiempo.
Dado que es un ámbito de la medicina que la población no suele dominar, ¿qué es la acupuntura? «La acupuntura es una técnica de la Medicina Tradicional China y se basa en la movilización de la energía a través de una serie de canales o meridianos. Cada vez que sientes un dolor quiere decir que hay un estancamiento de energía».
¿A quiénes se trata en este servicio? «Solamente miembros de la comunidad universitaria y familiares de primer grado: madres, padres e hijos. Dependiendo de si eres alumno, profesor o familiar tienes un precio u otro».
Uno de los aspectos que más teme la población es la posibilidad de transmisión de una infección. ¿Es posible que se produzca tal contagio? «No, porque las agujas se utilizan para una sola persona. Ocurre lo mismo con los tatuajes, a menos que haya una mala praxis profesional no hay riesgo de contraer ningún tipo de infección».
¿Qué se puede esperar de un primer tratamiento? ¿Cuándo se nota la mejoría? «Depende de la persona, hay gente que desde que sale de aquí ya nota la mejoría. Otras personas lo notan al día siguiente o en plazos de 48 horas. Si la patología es más profunda va a necesitar más tiempo».
¿Puede tener efectos adversos? «Realmente el efecto adverso que puede tener la acupuntura es que yo te pinche mal. Pero aquí, en occidente, tampoco hay peligro de picar un órgano. Nosotros no introducimos la aguja con tanta profundidad, no intentamos traspasar el punto de dolor, sino abrirlo y que fluya la energía. Así que por eso no va a haber problemas. La única complicación puede estar en que se utilicen las mismas agujas para pinchar a distintas personas».
¿Qué patologías se pueden tratar? «A nivel psicológico, la depresión, la angustia y sobre todo el estrés, que impide el correcto flujo de energía y genera dolores físicos. A nivel corporal, la gente suele venir por contracturas, esguinces, tendinitis, distensiones, cualquier tipo de sobrecarga y problemas de lumbago».
¿Vienen muchos deportistas de la ULL? «Sí, suelen venir, aunque dependiendo de la estación acuden más o menos. Lo que pasa es que muchas veces lo asocian más con masajes y con fisioterapeutas».
En comparación con la fisioterapia, ¿qué puede aporta la acupuntura a un deportista? «Creo que se pueden complementar las dos disciplinas. La acupuntura va a ser siempre algo más profundo. De hecho, en fisioterapia ahora se está incorporando la punción seca, que es algo similar a la acupuntura. Un punto de dolor y puntos distales donde pones una aguja para hacer que la energía vaya hacia esa zona».
¿Cree que hay una buena visibilización de esta prestación? «No, no mucho. Empecé aquí en el año 94 y no veo que se haya desarrollado una correcta difusión o que se haya elaborado una buena información».
Gran parte de la sociedad no comprende esta disciplina. ¿A qué crees que se debe esto? «El problema es que la sociedad está acostumbrada a una medicina química. Y esto es una medicina energética. Muchas veces es la falta de información el motivo para que crezca ese rechazo o ese escepticismo inicial».
¿Qué le diría a ese sector de la población reticente? «Al final esto es como todo: probar. Una vez que la persona venga y note la mejoría va a aceptar la acupuntura. Pero si la gente no lo prueba y no comprueba que realmente funciona, ese recelo seguirá existiendo».