La artista acabó su gira por el Archipiélago en Tenerife. Foto: Lucía M.

La sensibilidad y naturalidad de Rozalén conquistan el Santiago Martín

Música

Acompañada por su banda de seis integrantes, y de la mano de Beatriz Romero, intérprete de lengua de signos, María Rozalén apareció a las 20.45 horas ante unas tres mil quinientas personas, muchas de ellas ya sin mascarilla, en el Pabellón Santiago Martín de La Laguna. Tras haber actuado en Lanzarote y Gran Canaria, la cantante presentó en Tenerife, el pasado sábado, 23 de abril, las nuevas canciones que componen El árbol y el bosque, su cuarto álbum de estudio.

«Hay que ver lo nerviosa que salgo siempre, teneros delante me pone muy feliz», confesaba Rozalén a su público al terminar la canción con la que comenzó el concierto, Este tren. Después de Dragón rojo, Será mejor y A tu vida sonaba La línea, donde la cantautora visibiliza la realidad a la que se enfrentan muchas personas migrantes: «Tenía la obligación de hablar de esto, la vida me ha puesto delante a mucha gente que tuvo que dejar su país y cultura por el simple hecho de querer sobrevivir». Seguidamente cantó Justo, tema incluido en anteriores discos en el que rindió homenaje a las víctimas desaparecidas de la Guerra Civil Española.

La emotividad estuvo presente durante todo el concierto y la protagonista de la noche no pudo evitar emocionarse con Aves enjauladas, canción que compuso al inicio de la pandemia y con la que quiere recordar que los seres humanos somos vulnerables y que debemos cuidar a quien nos cuida.

También hubo tiempo para temas inéditos como Mar de trigo y para Yo no renuncioque vio la luz hace poco y que la artista interpretó con su guitarra. Esta pieza musical expone la realidad de muchas madres y tiene como objetivo recordar a todas las mujeres que el bienestar físico y emocional de cada una va por encima de los estereotipos femeninos.

Una mezcla entre lo conmovedor y lo festivo


La parte más fiestera del show no tardó demasiado en llegar, y lo hizo al ritmo de Que no, que no, canción con la que Rozalén ganó un premio Goya en 2021. A esta le siguió Vivir, El día que yo me muera y Amiga, que incluyen ritmos más latinos.

Éxitos como 80 veces, Tu nombre y Comiéndote a besos retumbaron en el pabellón. La cantautora quiso poner el broche final al concierto con el reconocido himno feminista La puerta violeta, que levantó a la multitud allí presente. Girasoles colmó de alegría el lugar y con El paso del tiempo y sus ritmos de música funky cerraron el evento animando a bailar.

Rozalén y su banda interpretando Girasoles. Foto: Lucía M.

La artista albaceteña no quiso irse sin antes agradecer a las instituciones su apuesta por la cultura, que ella misma define como «alimento del alma» y que, actualmente, atraviesa tiempos difíciles. Tampoco se olvidó del público al que le agradeció, con la voz quebrada, su complicidad durante el espectáculo. Rozalén manifestó su deseo de volver pronto a Canarias, tierra que le abrió las puertas desde el minuto uno en sus comienzos.

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