El cantante cubano durante un concierto. Foto: Reuters/Claudia Daut

La revolución de Pablo Milanés

Música

No se puede hablar de Trova Cubana, sin hablar de Pablo Milanés, uno de los más grandes intérpretes de la música latinoamericana y del mundo. El impacto de su carrera se ha extendido hasta todo aquel que disfrutase de su música, pero especialmente ha formado parte de la cotidianidad de muchos hogares latinos que siempre han estado, y estarán, repletos de las letras de amor y protesta, de sus trabajadas melodías, y de su poderosa voz que adornaba todas y cada una de sus canciones.

Desde sus comienzos, coqueteando con el jazz y con el filin, Milanés pavimentó su camino hacia la industria de la música con más de cuarenta proyectos musicales, llegando así a ser un indudable referente para muchas generaciones. Sin embargo, el verdadero valor de una trayectoria como la suya, no se encuentra sólo en su música sino en el impacto que esta tuvo en la sociedad en la que vivía.

En conjunto con grandes artistas como el también cubano Silvio Rodríguez o el español Luis Eduardo Aute, Pablo Milanés se posicionó en uno de los géneros más complicados para cualquier artista: la música de protesta. Sus canciones, cargadas de cotidianidad y referencias sociales, son el claro ejemplo de una lucha constante por mostrar una visión de la realidad que se vivía cada día en Latinoamérica. Con su música, logró visibilizar a las personas cuyas voces no son escuchadas y, a la vez, transmitir sus historias con un éxito poco común en un mundo sin redes sociales.

El nacimiento de la ‘Nueva Trova’ cubana


Es así como nace la Nueva Trova, un movimiento de música cubana que destaca por su alto contenido social, con letras progresistas que buscan presentar los valores de la Revolución Cubana. Moviéndose dentro de este género, Milanés aportó a muchas de esas canciones de carácter social y humano un enfoque más sentimental y romántico, creando exitosas piezas como Yolanda, Son de Cuba a Puerto Rico, El breve espacio en que no estás, entre muchas otras. En 1982, publica el disco Canta a Nicolás Guillén, donde pone música a los sentidos poemas del poeta cubano como De qué callada manera, Mariposa o Tengo.

La carrera Pablo Milanés pasa de ser un movimiento de lucha para los derechos de los más desfavorecidos de su tierra a un ícono de una época de mucha importancia para Latinoamérica. Su música cruza los mares y conecta con personas de todo el mundo que, a pesar de no estar al tanto del trasfondo político de  muchas de sus letras, disfrutan de sus canciones por la complejidad de su arte. Esto se ve reflejado en el disco doble Querido Pablo, en el que artistas de la talla de Joan Manuel Serrat, Chico Buarque, Ana Belén, Mercedes Sosa y Miguel Ríos rinden un sentido homenaje a la larga trayectoria del artista, dejando en evidencia su influencia en el mundo hispanohablante.

La música pierde un gran amigo con la partida de Pablo Milanés, pero su carrera y su arte seguirán formando parte de la vida de muchas personas que seguirán encontrando cobijo en las melodías y preciosas letras de sus canciones, pero también aprenderán a defender sus ideales y luchar por sus creencias, al ritmo de su prosa revolucionaria. Así, el amor por Pablo seguirá presente en aquellos que hemos tenido el placer de escucharlo y la memoria servirá de compañera para ayudarnos a llenar el breve espacio en que no está.

 

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