Las actrices Alicia Rodríguez y Lioba Herrera lanzando un conjuro. Foto: V. Reyes

‘La Laguna en pleitos’ muestra al público la historia de San Cristóbal

Cultura / Ocio

La compañía Burka Teatro interpretó La Laguna en pleitos por el casco histórico de La Laguna el pasado sábado, 27 de julio. La ruta teatralizada comenzó a las 18.00 horas e hizo conmemoración al 528 aniversario de la fundación de la localidad y al día de San Cristóbal, patrón de la ciudad. El elenco mostró cinco escenas, cada una en un lugar emblemático o trascendental para el desarrollo del municipio y su conexión con Santa Cruz.

El recorrido empezó con un carismático narrador que explicaba la trama. La población se reunió expectante en torno al primer escenario. El actor Antonio Conejo interpretaba a un pobre mendigo sin piernas y con un parche en el ojo. Tres brujas vestidas de azul lanzaron un conjuro cantando y bailando para viajar al pasado y así contar a la audiencia la situación de ese indigente llamado Cristóbal.

El criado Cristóbal


El guía nos movió al siguiente destino. Una señora llevaba un carrito donde estaba escrita la fecha en una pizarra. Ubicando al público a finales del siglo XVIII. Una de las tres hechiceras se había transformado en una joven criada que recibía el nombre de Jacobina, interpretado por la actriz Guacimara Gil. El personaje de Antonio Conejo era un mujeriego arrogante que intentó conquistar a Jacobina. En la calle se reencontraron dos señores ricos uno de Gran Canaria y otro lagunero. «No sé lo que dice el fulano ni lo que dice mi amo, pues hablan en italiano», dijo Gil al oírlos.

Las brujas hablando a escondidas del criado Cristóbal. Foto: V. Reyes

En el siguiente tramo la artista Tairuma Méndez cantó una impresionante ópera italiana que acabó llena de aplausos. Cristóbal entró en escena y entre los dos simularon un beso. Las brujas vieron como le era infiel a su amiga, así que realizaron un encantamiento budú. Una de ellas hablaba y la otra gesticulaba el muñeco «de la pata te volverás cojo», entre carcajadas continuó diciendo «te quiero tuerto de un ojo». Terminaron con un escupitajo.

Disputa entre isleños


Méndez, celosa porque Cristóbal estaba con Jacobina, la echó por estar embarazada de él. La muchacha no tuvo suerte pues el padre de la criatura solo le dijo «¿y cómo me aseguras que es mío?». La señora de la casa mandó a Antonio Conejo a la guerra contra Francia, donde perdió las dos piernas. Jacobina finalmente perdió la criatura en el parto, acogido con una exclamación de lamento de la gente.

Para finalizar, los dos señores de islas distintas se encararon, cada uno presumiendo sobre su ciudad. «¿Cómo va a ser que la Universidad no esté en el arzobispado?», se quejaba el canarión. «Envidioso», vociferaba el otro. Méndez, en el papel de la mujer del lagunero tuvo que poner neutralidad, cantando una canción con él. El servicio entró en escena y se quejaron del abusivo poder de los amos. «Estamos en época de carnaval dónde no se distingue entre dueños y criados», dijo una de las hechiceras. La función acabó con todo el elenco unido tocando los silbatos de comparsa.

Lo último sobre Cultura / Ocio

Ir a Top