Prerna Babani Devnani, Almudena Lorenzo Galuez y Virginia Morales Tadeo son tres estudiantes del Máster de Psicología de la Universidad de La Laguna. Desde este pasado mes de septiembre, y hasta que finalice el curso, reciben una formación especializada en San Miguel Adicciones. Se trata de una organización sin ánimo de lucro declarada de utilidad pública y galardonada con el Premio Reina Sofía a la mejor labor social (1991). La Asociación lleva trabajando con la ULL más de 30 años y, actualmente, mantiene un convenio para la formación de alumnos de distintas Facultades.
¿En que consiste la formación? V.M.: “Es una especialización en psicología general sanitaria”. P.B.: “Además, es habilitante, es decir, nos sirve para poder trabajar en el ámbito clínico. En sí, es como si fuese un quinto año de carrera”.
Con respecto a las prácticas, ¿hay algo específico que les haya llamado la atención? P.B.: “Estoy muy sorprendida y satisfecha del trato que estoy recibiendo a pesar de los estereotipos que existen y que están implantados en esta sociedad respecto a las adicciones. Las personas del centro son muy colaborativas, respetuosas y están todo el tiempo pendientes de nosotras. La verdad es que estoy muy contenta con eso”.
¿En la carrera de Psicología se hace especial hincapié en el tema de las adicciones? V.M.: “A nivel cerebral, durante el grado, aprendimos algo sobre cómo funcionan o sus efectos sobre el cerebro, pero poco más. Instruirse sobre este problema es más bien trabajo autónomo”. P.B.: “Exacto. Yo se más sobre el asunto porque he realizado otros cursos relacionados, ya que me interesa la temática. El contenido que se imparte en la carrera sobre esta cuestión es escaso».
«Muchas veces no se sabe cómo es la droga ni cómo va a reaccionar en el organismo. Todos somos diferentes”
¿Por qué les llamó la atención este tema? A.L: “Sinceramente, es una población con la que no había trabajado antes. Me causaba interés porque a nivel teórico lo entiendes todo pero claro, otra cosa es verlo y saber conectarlo. No es lo mismo que te lo cuenten a presenciarlo en la práctica”. V.M.: “Es un problema grave que produce desde la perdida de habilidades hasta la muerte. Lo que pasa es que, muchas veces, no se sabe cómo es la droga ni como va a reaccionar en tu organismo. Por ejemplo, con el éxtasis, puedes morir desde la primera consumición y eso es algo que se sabe muy poco… depende de cómo sea tu genética. Al fin y al cabo, todos somos diferentes”.
¿Están satisfechas, en general, con la formación que están recibiendo? V.M.: “En el centro, lo que más me gusta es que hacemos un poco de todo. No solo podemos trabajar con pacientes a nivel individual si no también grupal. Incluso hemos tenido la oportunidad de realizar algunas pruebas. En lo que respecta a información y formación, es muy completo”. P.B.: “Es igual de dinámico tanto para nosotras como para ellos. Los pacientes también tienen un montón de talleres y demás: desde charlas de información hasta pilates. Además, también pueden realizar actividades relacionadas con la jardinería, la limpieza o la cocina. Está bastante bien en cuanto a la estimulación que reciben”.
Dentro de los estudios psicológicos orientados al tema de las adicciones, ¿hay algo que les llame más la atención? V.M.: “Siempre que había tenido la oportunidad de trabajar con esta población, había visto un policonsumo y ahora, he visto algunos casos de monoconsumo es decir, que toman solo una sustancia. Normalmente, tenemos la idea de que cuando se inicia con una droga, se prueban las demás y he visto que eso no tiene porque ser así”. A.L.: “Por ejemplo, también pensamos que quienes caen en la drogadicción, generalmente, son personas con bajos recursos o con situaciones familiares complicadas pero está comprobado que no es un asunto de clases o condiciones sociales”.
“Al ser joven no se tienen tan presentes los conceptos de la muerte ni de los peligros para la salud”
Cuando hablamos de adicciones, lo relacionamos automáticamente con el alcohol o la cocaína. ¿A qué se debe la poca visibilidad de otras? A.L.: “Creo que depende de las consecuencias que tiene cada tipo de adicción. Hay algunas que se ven a corto plazo y otras, mucho más tarde. En algunos casos, se observa más desgaste cognitivo si se abusa de ciertas sustancias y en otras, eso se hace notorio más adelante. Entonces, creo que es por eso por lo que no se tratan de la misma manera… pero está claro que todas (alcohol, tabaco, cocaína, etc.), deberían ser estudiadas y tratadas por programas específicos”.
¿Es igual de grave ser adicto al móvil que ser adicto a una sustacia? A.L.: “Depende. Igual la gente no ve tantas consecuencias en ser adicto a las redes sociales porque no notan un deterioro cognitivo pero, si puede afectar a la autoestima o a nivel social”. V.M.: “Además, no hay que perder de vista que, ser adicto a las drogas o al móvil activa el mismo sistema cerebral. Si lo llevamos al extremo, eso físicamente se nota como por ejemplo, la falta de sueño. Si no te alimentas bien o te aíslas, pues también se nota. Tu forma de hablar y de comportarte, no va a ser la misma…”.
¿Qué es lo que lleva a alguien a convertirse en adicto? P.B.: “Suelen ser personas que buscan algo que les despeje un poco la mente y que las llene. También, influye mucho el contexto y la compañía. He visto casos en los que los padres consumían. Esa persona ha crecido viendo eso y lo normaliza.” A.L.: “Es más, en el centro se les enseñan ciertas herramientas y estilos de afrontamiento. Aprenden a no evitar un problema mediante una adicción. De hecho, eso luego les ayuda bastante a superar cualquier otra cuestión en su vida”.
«Los adolescentes lo que quieren, en general, es experimentar con el objetivo de ser iguales a sus compañeros”
¿Creen que se le da la importancia necesaria a estos temas en los centros educativos? V.M.: “La información si es de calidad, no sobra. Los jóvenes piensan que lo saben todo, que no va a pasar nada y claro , en estas edades, no se tienen tan presentes los conceptos de la muerte ni de los peligros de la salud. A nivel educativo en los centros, yo me enfocaría más en como afecta todo esto en la salud. Que no les digan que no consuman porque es malo. Es mejor que les den las razones y que se les planteen situaciones reales”.
Por lo general, ¿las adicciones se suelen dar más en adultos o en jóvenes? V.M.: “En la mayoría de los casos, que yo he visto, empezaron a una edad temprana. Además, lo pueden asociar a cosas diferentes: una persona adulta asocia las drogas a la diversión pero, lo que realmente está buscando, es evadirse o relajarse. Los adolescentes lo que quieren, en general, es experimentar pero, con el objetivo de ser iguales a sus compañeros”. P.B.: “Ellos ven en las adicciones una forma de sentirse aceptados por su grupo social. Se dejan llevar más y es por eso que se suele decir que son los que más consumen”.