La temporada del Club Deportivo Tenerife está siendo complicada en todos los sentidos. Desde el tema Institucional, dónde el máximo accionista usaba el club a su antojo y solo veía un negocio sin importar la afición. Un cambio de directiva ha hecho que estas acciones pierdan todo el valor y él pierda su poder. En los terrenos de juegos tampoco está yendo bien.
La temporada empezó el 18 de agosto con una derrota a domicilio ante el Eldense, pero lo preocupante no fue el resultado, sino la imagen que el equipo transmitió. En los meses de verano, la ilusión de la afición no era muy alta debido a que los fichajes eran, en su mayoría, de categorías inferiores, y el nuevo entrenador era un amigo del máximo accionista que tenía varios descensos a sus espaldas. Esta peligrosa combinación ha llevado al equipo a estar colista de Segunda División con 15 puntos en 22 jornadas y solo habiendo ganado 3 partidos, todos ellos como local.
Tras la destitución de Pepe Mel y la llegada de Álvaro Cervera, tercer entrenador esta temporada, el equipo parece tener otro color, pero la permanencia parece una tarea complicada. El Tenerife está a 12 puntos de la salvación con un partido menos, todo esto es culpa de los que «dirigían» el club, que nunca se preocuparon de verdad por esto. Fichajes que no tienen el nivel suficiente para esta categoría, un entrenador con una trayectoria pésima y que en todo momento se vio superado. Constantes faltas de respeto al club y a sus aficionados, que son los únicos que siempre están y a los que esta temporada no se les puede reprochar nada.
«La lucha no se negocia»
Los jugadores pueden tener más o menos calidad, pueden salir bien las cosas o pueden salir mal, pero como dice Álvaro Cervera: «La lucha no se negocia». Cada minuto con la camiseta de este equipo se debe luchar como si fuera el último y sin importar la situación del club. La afición se merece jugadores que dejen la vida por el escudo como ellos lo hacen cada dos semanas desde las gradas del Heliodoro.
La permanencia en La Liga Hypermotion parece complicada para el Tenerife, pero mientras siga habiendo posibilidades matemáticas todo puede suceder, y en algo tan cambiante como es el fútbol, nunca hay nada imposible. El equipo tendrá que hacer una segunda vuelta sin opción al fallo para lograr la gesta de alcanzar los 50 puntos, media de puntos que suele marcar el descenso en la categoría al final de la temporada.