El Puerto de la Cruz acogió ayer sábado, 27 de abril, a las 13.00 horas, la charla ¿Por qué no ser feminista? La conferencia formó parte del programa del I Diverse Festival Internacional de Arte & Igualdad, llevado a cabo en la ciudad desde el 24 al 28 de abril. El objetivo de la iniciativa es la búsqueda de una concienciación, formación y visibilidad del colectivo LGTBIQ+ desde una perspectiva feminista. Para ese fin se organizó una gran variedad de actividades educativas entre las que encontramos talleres, conferencias, conciertos, proyección de películas y mesas redondas de debate.
La ponencia corrió a cargo de la urbanista, arquitecta, diseñadora cívica y parte del comité de organización y asesoramiento del evento, María Tomé. El acto, celebrado en la plaza de Europa, versó sobre la temática del feminismo actual así como sus vinculaciones políticas con otros movimientos sociales.
«El feminismo construirá una vida que merezca la alegría ser vivida»
Con una esperanza en la capacidad de autocrítica y toma de conciencia que supone el movimiento, la ponente describió cómo «el feminismo nos salvará la vida», recalcando los valores positivos derivados de esa lucha. A través de ejemplos, como el polémico anuncio de Gillette referente a la construcción de nuevas masculinidades o el «feminismo liberal» de las celebrities, analizó el curso de la corriente ideológica feminista en los últimos años.
La ponente destacó cómo desde la implicación de los diferentes sectores sociales se impulsan protestas y reclamaciones populares que tienen como base la cooperación y la conciencia grupal, como el feminismo, ecologismo o las luchas de los pensionistas. Todo ello termina obligando a que los partidos políticos integren en sus programas electorales propuestas que hace años no se planteaban, aspecto que valora como positivo y síntoma de evolución.
En relación al sistema actual, Tomé denunció los altos niveles de competitividad al que están sometidas las personas, más concretamente y desde su experiencia personal se refirió a los jóvenes, haciendo imposible una conciliación entre el mundo de los cuidados y las actividades productivas. De esta manera aclaró que «vivimos en una época de neoesclavitud donde la sobrecarga de trabajo y el modelo económico del capitalismo impide un desarrollo personal básico, nos afecta a la salud y nos aisla de nuestros seres queridos».
Nuevas iniciativas
Como ejemplo de resistencia a la romantización de la precariedad, citó iniciativas como las llevadas a cabo en Cataluña con el fenómeno cohousing, o viviendas colaborativas, en contraposición al modelo liberal, el llamado coliving. Relató a su vez, en la parte final del acto, su experiencia con el proyecto del que es cofundadora: la Oficina de Innovación Cívica S.Coop. Los intereses de esta cooperación están relacionados con los nuevos modos de habitar, en los ámbitos urbanos, domésticos y sociales.
Ofreciendo una alternativa, la conferenciante invitó a los asistentes a «ponerse las gafas violetas» y formarse en ese ámbito, deconstruyendo las enseñanzas asimiladas desde la temprana socialización. Para finalizar, se habilitó un espacio de debate con el público para dar paso, después, al resto de actividades de la jornada.