Eduardo Suárez está a punto de entregar su tesis de sismología en la ULL. Foto: J. Padrón.

Eduardo Suárez: «Los terremotos son parte del origen de Canarias»

Medioambiente

Eduardo Suárez es un físico que trabaja en el IGN (Instituto Geográfico Nacional). Estudió el grado de Física en la Universidad de La Laguna, realizó el máster de Astrofísica y actualmente se encuentra finalizando una tesis sobre Sismología. Es una de esas personas encargadas de estudiar y analizar las continuas actividades sísmicas que sufre Canarias. Quiere concienciar a la sociedad de las Islas de que estos movimientos son muy normales y no hay que vivir con miedo.

¿Cuál es el origen de la actividad sísmica en Canarias? «El desarrollo de este tipo de actividades se debe al propio origen de las Islas. Estamos en un sitio súper peculiar porque cuentan con unos contextos geodinámicos que son propensos a ello. En Hawaii hay un punto caliente en el que las placas se van desplazando y se generan islas. Aquí estamos en medio de la placa, lo que hace que no contemos con una estructura que nos aclare de forma precisa cómo se formó nuestro archipiélago, aparte de ser volcánico».

¿Por qué se generan estos movimientos? «Nuestro propio origen volcánico es el que genera esta actividad en nuestros suelos, ya sea por el magma que proviene del manto y asciende a la superficie o por el propio asentamiento de todo ese material en la corteza y que va evolucionando con el paso de los años. Esa es la causa de la existencia de estos movimientos».

¿Cuántos movimientos se registran normalmente al año? «Hay que tener en cuenta que vivimos en la principal zona volcánica que hay en todo el territorio nacional. Aquí se localizan entre 600 y 800 actividades al año. En el caso de que se superen esas cifras podemos estar hablando de una anomalía. Un dato curioso es que durante la crisis sísmica en El Hierro en 2011 se registraron en torno a diez mil movimientos».

Erupción submarina del Volcán Tagoro en el Hierro en 2011. Foto: IGN

¿Qué está pasando entre Tenerife y Gran Canaria? «Todavía no lo sabemos. La mayor parte de los últimos registros se obtienen por esta zona. En septiembre se notificaron unos 93 terremotos. Lo que se ha podido averiguar es que hay una estructura llamada Volcán de Enmedio que tiene unos 2000 metros de profundidad. Se está empezando a realizar un proyecto junto al CESIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) en el que hemos colocado unos sismómetros en el suelo marino para saber con más detalle sobre lo que está pasando entre estas dos islas».

¿En qué se basan para detectar estas anomalías? «La Vulcanología no se puede estudiar únicamente desde la Sismología. Necesitamos apoyarnos en otras ramas de conocimiento y análisis para comprender mejor nuestro trabajo. Así que contamos con la Geodesia para medir la deformación del suelo; la Geoquímica, que nos indica la aparición de los parámetros químicos que pueda haber en el agua. La Geología nos da información de cómo han sido las erupciones a lo largo de la historia para saber qué es lo que tenemos debajo y qué es lo que nos podemos esperar. El geomagnetismo nos muestra la carga magnética del magma. También es muy importante la ingeniería, ya que nos desarrolla en toda la instrumentación para poder tomar esas medidas para hacer la interpretación».

«Es difícil decir que no habrán más erupciones en los próximos años»


¿Cree que habrán nuevas erupciones volcánicas a corto o largo plazo? « Sí. Las seguiremos viendo sin saber exactamente un periodo de tiempo entre ellas. Pero por el historial más reciente, hemos contado con mucha actividad en las islas occidentales, sobre todo en La Palma y El Hierro. Deseamos que no las haya, pero por nuestras características físicas se nos hace muy difícil negar por completo una futura erupción».

¿Qué papel juega el periodismo en su trabajo? «Es fundamental para poder transmitir a la ciudadanía todas nuestras investigaciones o análisis que realizamos. Ya vimos que para la vigilancia volcánica se necesita abarcar muchas fronteras, de muchas técnicas diferentes y perfiles muy diferentes: matemáticas, física, química, geología… Cualquier perfil que nos puede aportar su granito de conocimiento es bienvenido. Y qué mejor que los medios de comunicación para poder difundirlos».

¿Hay que vivir con miedo a una catástrofe natural? «No. Es cierto que cuando se detectan anomalías, la incertidumbre crece y genera tensión en la sociedad. Pero les pedimos tranquilidad. Contamos con un gran equipo que está todos los días haciendo estudios y controles sobre lo que pasa debajo de nuestros suelos. Hay que acostumbrarse a todas estas noticias que salen sobre terremotos en nuestras islas. Es lo más normal del mundo, y así será siempre».