Elisabeth García forma parte de Delegación de Educación desde hace cuatro años. Foto: R. González

«Conseguimos ampliar el plazo de entrega de los Trabajos de Fin de Grado»

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Elisabeth García Alonso es estudiante de la Universidad de La Laguna ULL) y presidenta de la Delegación de Estudiantes de la Facultad de Educación. En su primer año de carrera fue delegada de su clase. En ese mismo curso, motivada por el antiguo presidente, comenzó a formar parte de la Delegación y, cuatro años después, se encuentra al frente de la presidencia. Su principal objetivo es dar voz al estudiantado, representar a la institución y contribuir al crecimiento y desarrollo de la cátedra.

¿Cuáles son las acciones que se llevan a cabo desde la Delegación? «Tenemos diferentes funciones. Por un lado, formamos, el año pasado hicimos un congreso y nuestra intención es hacer otro este año. Y por otro lado, mantenemos al alumnado informado de lo que ocurre en la Universidad. Recogemos las inquietudes y problemas que van ocurriendo en la ULL, tanto con el profesorado como dentro del propio curso. Desde la Delegación intentamos mejorar la calidad de la Institución. Damos al estudiantado habilidades que no se adquieren dentro del aula, como las comunicativas, que serán de gran utilidad de cara al mundo laboral».

¿Qué nuevos objetivos se plantea la Delegación a corto o medio plazo? «Nuestra intención es que sigamos aumentando. De primeras a la gente le cuesta tomar la decisión, pero cuando conocen el organismo les gusta formar parte. Nuestro objetivo es enseñar al alumnado que la facultad es mucho más que un edificio. Dentro de ella se mueven muchas cosas que siempre son de interés y bajo solicitud del estudiantado».

«Es imposible hacer grandes cosas con el presupuesto que tenemos»


¿Consideras que la comunicación entre las delegaciones y las directrices son adecuadas? «Me siento afortunada porque, en nuestro caso, podemos hablar con total libertad con el decanato. Siempre están a pie de cañón con la Delegación y el alumnado. Intentan solucionar nuestras quejas, pero no es el único órgano del que dependemos. También está el vicerrectorado. En este caso, la comunicación es buena, pero podría ser mejor. Es necesario seguir escuchando al grupo estudiantil, tenemos muchas cosas que aportar a la Universidad que están fuera de su alcance. Es importante mejorar la comunicación para seguir evolucionando».

Cada delegación de la ULL cuenta con un presupuesto, ¿a qué va dedicado? ¿Es suficiente? «No, no es suficiente. Es muy poco en comparación con otras universidades. El nuestro es con diferencia uno de los más bajos. Es imposible hacer grandes cosas con el presupuesto que tenemos. Con doscientos euros, como ha sido hasta ahora, no es posible hacer nada. La Facultad de Educación es la que más estudiantes tiene, es muy díficil organizar algo con tan poca financiación. Tenemos las instalaciones más viejas, no hay enchufes en las aulas, hay humedades. Todo eso lo tiene que reparar alguien y desde la Delegación no podemos. Solo nos da para subsanar cosas pequeñas dentro de la Institución. Estamos muy limitados».

«No había más opción y fuimos con todo»


En redes sociales manifestaron que la problemática de los TFG se repite todos los años, ¿por qué se decidió convocar un paro académico esta vez? «La problemática de los TFG es algo que se repetía año tras año y estábamos cansados. La última alternativa era convocar el paro académico. Desde la Delegación creíamos que iba a volver a pasar y estuvimos trabajando con el decanato para intentar solucionarlo lo antes posible. Sin embargo, pasaban los días y el estudiantado no podía adelantar sus trabajos de fin de grado ni elegir profesorado. En febrero hablamos con los grupos claustrales y el consejo de estudiantes, sacamos el escrito y lo compartimos en redes sociales. No había más opciones y fuimos con todo».

A pesar de esta decisión, nunca se llegó a producir el paro académico, ¿por qué se decidió cancelar? «En el comunicado indicamos una serie de exigencias. El cumplimiento de todas ellas era la única forma de frenar el paro académico. Nos llamaron del vicerrectorado para informarnos de que se cumplirían todas las solicitudes. Conseguimos ampliar el plazo de entrega de los TFG quince días, aunque no se puede recuperar el mes de parón que sufrimos. Esperamos que esto no vuelva a ocurrir, pero es complicado. Mínimo pedimos que no vuelva a afectar tanto al estudiantado, quienes nos estamos jugando el título».

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