Claudio Briones, con un detector pasivo para la medición de los niveles de radón. Foto: M. Bencomo.

La ULL instala dosímetros para medir la presencia de gas radón en el aire

ULL

Claudio Briones Barrera, doctorando y profesor del Departamento de Técnicas y Proyectos en Ingeniería y Arquitectura de la ULL, lleva a cabo, con la colaboración del Servicio de Laboratorios y Calidad de la Construcción del Gobierno de Canarias, una campaña de medición de los niveles de concentración de gas radón presente en el aire, en las viviendas del municipio de La Laguna y en algunas facultades y escuelas de la ULL. Para ello, se dispensan unos dosímetros que recogen muestras de las partículas que inhalamos.

¿Qué es el gas radón y dónde se encuentra presente? «El gas radón es un gas natural que proviene del terreno y su composición geológica, de distintos tipos de rocas y suelos donde hay presencia de uranio (se produce de forma natural a partir de la desintegración radiactiva de este mineral). No tiene color, olor ni sabor. Al aire libre o en concentraciones muy bajas, no suele representar ningún problema. Sin embargo, en espacios cerrados como edificios, puede llegar a las viviendas».

Una campaña de medición de los niveles radón en la ULL, ¿por qué? «Ahora mismo la campaña de medición se lleva a cabo en los municipios de La Laguna y Telde. Y dentro de la campaña que llevamos a cabo en La Laguna, nos hemos puesto en contacto con el Vicerrectorado de Investigación de la Universidad de La Laguna, para poder hacer una campaña que ayude, antes incluso de la entrada en vigor de la normativa respecto a la medición y control de los niveles de radón en estancias de trabajo y en instituciones y edificaciones, a que la ULL conozca cuál es la situación real y pueda tomar algunas medidas».

¿A partir de qué nivel es perjudicial la exposición al gas radón? «Nivel prejudicial no es el término que yo usaría. Lo más correcto sería el nivel de referencia como establece la Directiva Europea 2013/59/EURATOM que, con el fin de proteger la salud de los ciudadanos, fija como límite un nivel de 300 Bq/m3 de concentración de radón en interiores, a partir del cual, ya hablamos de nivel de riesgo alto».

¿Qué peligro entraña para las personas una larga exposición al radón? «Para que haya algún tipo consecuencia derivada que entrañe algún riesgo para la salud, se deben dar dos factores: la presencia de altos niveles de radón en el aire y que haya una larga exposición al gas. Si se dan estas dos causas puede que haya algún tipo de problema, es decir, hay más probabilidades. Pero es como con el tabaco, no todos los fumadores tienen cáncer de pulmón».

«No hay motivo de preocupación, más bien de ocupación»


¿El alumnado y personal docente deben preocuparse por el hecho de que esta campaña se lleve a cabo en diversas facultades y escuelas? «Para nada. No hay motivo de preocupación, más bien de ocupación. Primero, porque esta campaña al fin y al cabo se engloba en lo que viene a ser mi tesis doctoral. Vamos a estar midiendo en unas condiciones, en unos sitios y para un fin en concreto. Estamos buscando qué niveles de concentración tenemos en determinadas estancias, dentro de la Universidad de la Laguna. Entonces, teniendo esto claro, no tenemos que temer nada. Eso sí, estas mediciones servirán para conocer la realidad que podamos tener. Creo que la preocupación podría ser no tener estos detectores pasivos y no ser consciente de un posible problema».

En el caso hipotético de que algún centro superase un poco el nivel de referencia de 300 Bq/m3 en radón, ¿qué pasaría? «Si el nivel de referencia es 300 y estamos en 301, ¿nos tenemos que echar las manos a la cabeza? En modo alguno. Queda mucho por investigar, pero los niveles fluctúan, ¿cómo? Con el simple hecho se abrir una ventana haces que los parámetros cambien. Si metes un detector en un sitio completamente cerrado, dará unos niveles altísimos. Pero nadie permanece en una estancia cerrada sin ventilación sin salir por tiempo prolongado».

Su trabajo de TFM, denominado Concentración de radón en edificaciones del municipio de San Cristóbal de La Laguna – Caracterización de edificaciones en zona urbana sobre cola basáltica, fue uno de los ganadores de la segunda edición de los Premios a los Mejores Trabajos de Fin de Máster que convocó AlumniULL. ¿De dónde partió la idea de investigar el radón? «Precisamente comencé a trabajarlo a raíz de la realización del TFM, fue el punto de partida. Y ahora , la Escuela de Doctorado ha decidido que, dentro de ámbito de la Arquitectura era el mejor trabajo. Este premio me llena de orgullo y satisfacción personal, pero no es solo mío, sino de mi director de TFM, Eduardo González, quien también dirige mi tesis en estos momentos, para Javier Jubera, codirector del Trabajo de Fin de Máster y jefe del Servicio de Laboratorio del Gobierno de Canarias. Todo, sin olvidar a los técnicos del laboratorio que ayudaron con el muestreo y las mediciones. Así que es un premio compartido».

 

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