Mystic promueve la inclusión de las mujeres en los videojuegos. Foto: C. Baranyi

«’Assassin’s Creed’ me ayudó a afrontar un proceso duro en mi vida»

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Aira Dorta, más conocida como Mystic, es una aficionada al mundo gaming. Esto le ha llevado a participar de forma profesional en diversos torneos en mayor medida del juego League of Legends. A su vez, interviene de manera activa en la agrupación Las chicas también juegan que promueve la inclusión de las mujeres en los videojuegos. Actualmente, podemos encontrarla en la plataforma Twitch donde participa en diversos juegos.

¿Cómo empezó con los videojuegos? «Todavía me acuerdo del anuncio de la Game Boy Advance. Empecé con el Spyro y también tenía un cartucho con diferentes juegos retro, como el Tetris o el Space Invaders. Después mi madre me regaló la Play 2 y empecé a jugar todos los días. Otra cosa que hacía mucho en esa época era alquilar videojuegos. Me pasaba el fin de semana jugando».

¿Cuál es su juego favorito? «Assassin’s Creed. Me ayudó a afrontar un proceso duro en mi vida. Cuando mis madre y mi padre se divorciaron, las únicas dos cosas que me mantuvieron presente fueron Assassin ‘s Creed y un grupo de música llamado The GazettE. De hecho, empecé a jugar con el Assassin ‘s Creed Black Flags. Jugué ese y el Call Of Duty: Ghost, que a nadie le gusta pero que a mí me encantó».

¿Cuál es su Assassin ‘s Creed favorito? «Me encanta el Origins, por el cambio tan grande que trajo a la saga y el Odissey porque siempre me ha gustado la cultura griega. Aunque también he jugado al Sindicate y al Unity».

¿Se siente identificada por cómo se representa a las mujeres en los videojuegos? «Depende del juego. Hay juegos donde las mujeres son figuras fuertes como el Tomb Raider, Life Is Strange y  Horizon. Al igual que hay maneras de estereotipar a la mujer, hay maneras de estereotipar al hombre. Los dos lados están estereotipados. En el League of Legends veo más diversidad que en otros juegos».

«Los mundiales sirven para aprender»


¿Por qué se ha especializado en el Lol? «Empecé a jugarlo con 16 años en un ordenador un poco defectuoso. Casi no se veían bien las cosas que hacía. Aún así, la pasaba muy bien. Cuando me regalaron un buen ordenador empecé a jugar en serio. Practiqué hasta mejorar del todo mis habilidades y fue en ese momento cuando me llamaron para formar parte de un equipo. En ese instante no creí poder hacerlo, pero aun así lo intenté. De esta forma empecé en el equipo de Amazonas de Lol. Como llegué la primera, me eligieron capitana».

¿Hay más responsabilidad siendo capitana? «Sí. Hay mucha más responsabilidad porque en los entrenamientos debes hablar con quien asuma el cargo de coach sobre tácticas y mejoras. También como capitana eliges quién juega y quién está de suplente. Otra cosa que debes comentar con  la monitarización es el rendimiento del equipo y si están o no a la altura de los torneos venideros».

¿Qué hacía para mejorar sus habilidades? «Aparte de practicar, lo que más hacía era ver partidos de equipos con mucho más nivel que el mío para poder aprender. Los mundiales sirven para aprender. Con estos ves todo, las jugadas y nuevas mecánicas».

Mystic en la mesa redonda de ‘Las chicas también juegan’ Foto: PULL

«Si creas un espacio solo para mujeres estás dividiendo más»


¿Cuál ha sido su mejor y peor experiencia en los esports? «Mi mejor experiencia fue estar en Amazonas. Fue el mejor equipo en el que estuve ya fuese a la hora de jugar tanto a la hora de comunicarnos y apoyarnos. Mi peor experiencia fue cuando todo un equipo fue a por mí, fue muy frustrante. En ese momento lo sentí como un ataque personal e inclusive salí llorando. Normalmente, cuando perdía simplemente revisaba en qué fallé, dónde podía mejorar,  pero aquel día no pude evitar sentirme muy mal».

¿Considera que tiene que crearse un espacio sólo para mujeres en los videojuegos o debe ser mixto? «Debe ser mixto. Si tu creas un espacio sólo para mujeres, estás dividiendo más a los hombres de las mujeres. El primer team en el que estuve se separaban los squad por género. Cada uno por su lado y aunque nos llevábamos bien, una chica no podía entrar en el equipo masculino. Si hay un espacio mixto, se pueden eliminar esos estigmas de que las chicas juegan poco o mal. En el squad mixto todo era mucho mejor».

¿En ese equipo mixto viviste alguna conducta machista? «De otros equipos. Mi equipo siempre me apoyaba y, en realidad, yo era la que mejor habilidad poseía. De hecho, en una competencia uno de mis rivales fue un chico que me conocía. Sabía que yo era el punto fuerte de mi grupo así que todo su team incluido él, fue a por mí. No pude jugar a gusto porque eran los cinco contra mí. Además, con ese squad cuando ganábamos, los otros equipos decían que yo estaba ahí por estar, que me ayudaban a ganar ya que, sin ellos, yo no podría. En fin…».

 

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