Alarcó es director de la Cátedra de Telemedicina, Robótica y Telecirugía de la ULL. Foto: Aarón Rguez.

Antonio Alarcó: «El linfedema puede aparecer por operaciones o radiaciones»

Ciencias de la Salud

«Solo hemos tratado dos casos quirúrgicos en cuarenta años»

El linfedema es una afección de los conductos linfáticos que no drenan de forma adecuada y causa una hinchazón en la parte del cuerpo afectada. Estos canales son los que trasportan el líquido y las células que hacen frente a las infecciones de nuestro organismo. Los linfedemas suelen aparecer en las piernas y los brazos, aunque no se descarta que ocurra en otras partes del cuerpo. Hoy, 6 de marzo, se celebra su Día Internacional.

Antonio Alarcó, doctor en Cirugía y Medicina, y catedrático de Cirugía de la Universidad de La Laguna, explica que el linfedema congénito es una enfermedad rara: «No es común que una persona nazca con esta afección que, en caso de darse, se produce en los miembros inferiores».

El experto cuenta que esta enfermedad puede darse en todas las edades y que hay linfedemas que pueden ser de nacimiento. Otros, por ejemplo, surgen tras una operación en la que se quitan los ganglios de la axila y se hincha esa zona porque no puede drenar. «El resto es más adquirido por operaciones, por radiación o por afectación de las cisternas, que son los ganglios», subraya el cirujano. Además, Alarcó recalca que en los miembros superiores se da más bien por operaciones de cáncer de mama donde hay radioterapia que afecta a las axilas y provoca que se obstruyan los conductos.

El linfedema tiene tratamiento, aunque los congénitos son mas difíciles de afrontar. Antonio Alarcó comenta que con algunos ejercicios de drenaje linfático a través de fisioterapia se puede prevenir y sería de gran ayuda para las personas afectadas, pues «una venda de compresión puede ser una solución». Esta prenda se pone en la zona afectada de manera ajustada para que ayude a que salga el líquido linfático.

En cambio, hace hincapié en que si el dolor es insoportable es recomendable buscar otra opción. «Si el linfedema hace la vida imposible, se procedería a una intervención», añade. Estos casos son excepcionales, ya que, es poco habitual que alguien se someta a cirugía por un linfedema, según apunta.

Visibilizar la enfermedad


Las personas con linfedema pueden ser reconocidas porque la hinchazón de las extremidades es visible. Así, apunta que «en mi camino como profesional no he tratado muchos casos, pero los he visto en mi vida diaria. Por ejemplo, por las Ramblas de Santa Cruz, me he percatado de personas que lo sufren».

Según el catedrático, quienes no entienden de Medicina, no tienen la capacidad de reconocer la enfermedad porque es muy particular. «Por ser poco conocida, la gente no es consiente de qué trata de manera exacta el linfedema aunque pueda ser reconocible y llamativa si la ves por la calle», concluye.

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