La Universidad de La Laguna presentará mañana lunes 10 de octubre su nueva Cátedra Cultural de Agroecología Antonio Bello, en un acto que comenzará a las 11.00 horas en el Aula Magna del Aulario General del Campus de Guajara y que contará con un ponente de excepción: Adolfo Pérez Esquivel, activista de origen argentino que en 1980 recibió el Premio Nobel de la Paz por su compromiso con la defensa de la democracia y los derechos humanos por medios no-violentos frente a las dictaduras militares en América Latina.
Pérez Esquivel dictará una conferencia de unos 45 minutos titulada La justicia social como un instrumento para la paz. Previamente intervendrá Raúl Aramendy, presidente de la Multiversidad Popular de Argentina: Misiones. Argentina, quien dedicará media hora a hablar sobre La Agroecología, un enfoque necesario para un desarrollo rural sostenible.
La Cátedra Cultural de Agroecología Antonio Bello tiene por objetivo impulsar trabajos de investigación, formación, sensibilización e intercambio de investigadores y estudiantes en las áreas de la agroecología y el desarrollo rural sostenible. Está dirigida por Antonio Castilla, de la ULL; y José Luis Porcuna, presidente de la Fundación Instituto de Agricultura Ecológica y Sostenible (FIAES), ambos presentes en el acto. La sesión estará presidida por el rector de la institución académica, Antonio Martinón.
La entrada a la charla es gratuita, pero por razones de control del aforo, para acudir será necesario inscribirse en el formulario disponible en el banner sobre esta conferencia ubicado en la portada de la web institucional de la ULL.
Activista argentino defensor de los derechos humanos y de la libre autodeterminación de los pueblos
Nacido en Buenos Aires el 26 de noviembre de 1931, es un activista argentino destacado como defensor de los derechos humanos y del derecho de libre autodeterminación de los pueblos; defensor de la no-violencia y de la lucha pacífica por la justicia y la libertad, así como proponente de la Teología de la Liberación.
En su discurso de aceptación del Premio Nobel de la Paz en 1980, afirmó que no lo asumía a título personal sino en nombre de los pueblos de América Latina, y de manera muy particular de los más “pobres y pequeños, porque son ellos los más amados por Dios”, en referencia a los “indígenas, los campesinos, los obreros, los jóvenes, los miles de religiosos y hombres de buena voluntad”.
Es presidente del Consejo Honorario del Servicio Paz y Justicia América Latina, presidente ejecutivo del Servicio Paz y Justicia Argentina, de la Comisión Provincial por la Memoria de Buenos Aires, de la Liga Internacional por los Derechos y la Liberación de los Pueblos, de la Academia Internacional de Ciencias Ambientales, de la Fundación Universitat Internacional de la Pau de San Cugat del Vallés (Barcelona) y del Consejo Académico de la Universidad de Namur (Bélgica).
También es miembro del Tribunal Permanente de los Pueblos, del Comité de Honor de la Coordinación internacional para el Decenio de la no-violencia y de la paz, del Jurado Internacional del Premio de Derechos Humanos de Núremberg, del jurado del Premio de Fomento para la Paz Felix Houphouet Boigny de la UNESCO, del programa de educación internacional Peacejam, del Consejo Mundial Proyecto José Martí de Solidaridad Mundial, del Consejo Asesor del Canal Telesur y del Consejo Directivo del Instituto Espacio para la Memoria (IEM).
Ha sido designado doctor honoris causa por quince universidades de Estados Unidos, Japón, España, Bolivia, Argentina, Estados Unidos, Perú y Brasil.