Aitana Morales es una joven canaria que estudió Moda hace ya casi cinco años. En la actualidad vive en Holanda, lugar en el que pretende generar una buena base económica y emprender su propia marca de ropa, que ya tiene nombre: Bytanah. Uno de sus objetivos principales una vez cree la firma es traerla a Canarias. Tiene las ideas y los objetivos claros, espera conseguir ese sueño y sentirse orgullosa de haber arriesgado y luchado por ello.
¿Cuál es el objetivo de su marca? «Contar mi historia, expresar mi personalidad y sentirme identificada con aquello que quiero trasmitir. Económicamente hablando, me gustaría poder dedicarme exclusivamente a la moda, llegar a conectar con la gente tanto como para poder vivir de esto».
¿Cómo es su marca? «Tiene un estilo extravagante, lleno de color y un poco alocado, con formas y colores llamativos, adaptadas a ropa del día a día. Una de mis referentes es Ágatha Ruiz de la Prada. Mi intención es crear una unidad por producto, siendo una compra única y excepcional la de mi público. Pretendo sacar pequeñas colecciones con un único o pocos puntos de venta donde, para poder crear exclusividad. Usaré una producción responsable y sostenible con el medio ambiente, por ejemplo, customizando productos ya creados o reutilizando prendas para crear otras».
«Tengo ganas de verme con mucho trabajo»
¿Cuál ha sido el mayor reto que se le ha presentado? «A día de hoy siento que aún no he vivido todos los retos que están por llegar, ya que por ahora, mi primer gran reto ha sido ir indagando y descubriendo todo lo que hay detrás de crear una marca. Siento que esto es un primer gran paso ya que son muchas cosas que hacer. Tengo ganas de verme en esa tesitura de organización máxima, cálculos, creatividad y mucho trabajo».
¿Qué dificultades cree que te puede ocasionar crear una marca de moda en Holanda y traerla a Canarias? «Creo que el mayor inconveniente es el nivel de vida que existe en cada país. Después de llevar aquí casi dos años me he dado cuenta de que a la gente no le importa pagar un precio elevado si consideran que lo merece, valoran mucho los productos artesanos y pequeños negocios. Por otro lado, en España en cualquier Zara te compras casi tres pantalones ochenta euros, eso influye mucho en el nivel de vida».
¿Qué expectativas tiene a cerca del futuro de la marca? «Tampoco quiero tener expectativas muy altas acerca de lo que puede pasar, pero creo que es bueno confiar en que las cosas se pueden lograr. Ahora mismo mi mayor expectativa es poder vivir de esto, sentirme orgullosa de conectar con la gente mediante la ropa y que la gente sienta lo que transmito con mis prendas».
«Mi entorno siempre me ha apoyado»
¿Con qué apoyos cuenta para seguir adelante con el proyecto? «La verdad que me siento muy afortunada ya que cuento con el apoyo de toda la gente que me rodea. Mis padres siempre están ahí para animarme a seguir adelante, al igual que mi familia, amistades y mi pareja el que más».
¿Cómo y por qué decidió emprender el proyecto en Holanda? «Tenía muchos amigos que habían venido aquí a vivir y a ahorrar dinero para después buscar algo mejor en España, en ese entonces yo estaba estudiando y pensé que sería una buena idea venirme hacer un buen colchón e irme de vuelta para emprender. Una vez llegue aquí, mi idea cambio por completo. Esta una forma de vida muy diferente, es un país con muchísimas oportunidades, por lo menos en comparación con España».
¿Cuáles son las principales diferencias que existen entre las oportunidades que aportan los dos países? «El sueldo, trabajando aquí puedes tener una buena vida y ahorrar dinero de una manera más fácil, esto es una gran ventaja. Además de muchas otras facilidades que te dan a la hora de emprender, tanto asesoramiento, ayudas y facilidades».
¿Qué objetivos ha cumplido por ahora? «A día de hoy aunque sienta que no he avanzado mucho, hay un gran proceso detrás. Existe una idea a la que intento darle forma para que pueda ser eficiente y dar su fruto mimando los detalles».