El CCS Real Suciedad se impuso al Relaciones Laborales Rayo Vayacaños F.C. en el Trofeo Rector este martes, 2 de abril, en la Pista Azul del Pabellón Central de Deportes de la Universidad de La Laguna. El partido acabó con un resultado de cinco a dos, que dio el pase al CCS Real Suciedad para enfrentarse en la final absoluta canaria al ganador del Trofeo Rector de la ULPGC. El partido comenzó con una hora de retraso.
El CCS Real Suciedad salió con una formación integrada por un pívot, dos alas y un cierre. Por su parte, el Relaciones Laborales Rayo Vayacaños F.C. comenzó con una de dos cierres y dos pívots. Nada más empezar la tónica general del partido estuvo marcada por el dominio de la posesión por parte de CCS y por los rápidos contraataques del Rayo. Desde el inicio se notó intensidad y tensión.
El primer gol llegó en el minuto cuatro por parte de Adrián, del Real Suciedad, que chutó desde la frontal del área chocando con un defensor y colándola por la escuadra, aunque se llevó la peor parte del golpe y tuvo que salir un rato. Poco después, en el minuto seis, llegó el empate del Rayo Vayacaños con una jugada de Aythami Armas conduciendo el balón y marcando por el palo corto del portero.
En el minuto siguiente, una jugada ensayada de córner acabó con el gol de Álvaro para volver a poner al Real Suciedad por delante. El partido a partir de este punto subió de intensidad, pero con un árbitro que lo permitió y paró el juego lo menos posible.
Llegados al ecuador de la primera parte, el portero del Real Suciedad, Mario Pérez, se empezó a colocar en el centro del campo para generar superioridades en ataque. Poco después, Manuel Padilla realizó una jugada individual, pero después del pase a su compañero la jugada acabó con un tiro muy desviado. La réplica por parte de Aythami Armas tardó poco en llegar con otra jugada en conducción que acabó con una parada de Mario Pérez.
Con el marcador dos a uno a favor del CCS, el Rayo Vayacaños pidió un tiempo muerto en el minuto 21 para reorganizarse. Justo antes del pitido del descanso, el Rayo Vayacaños empató el encuentro con un gol fantasma, pasando por debajo de las piernas del portero. Al final del partido Mario admitió que había entrado.
La segunda mitad comenzó con ambos equipos manteniendo sus estrategias iniciales. En el minuto uno hubo una oportunidad de gol para el Rayo Vayacaños que fue detenida con dificultades por la defensa. Poco después, en el minuto cinco, intervino por primera vez el árbitro para pedir calma. Además, Mario Pérez se atrevió con un disparo desde el centro del campo que pasó por encima de la portería.
El tres a dos llegó para el Real Suciedad con un potente disparo de Adrián, que sumó su segundo tanto, desde la esquina izquierda del área rival que se colaba por la escuadra. Justo después, el Rayo Vayacaños pidió su último tiempo muerto.
Llegados a la mitad de esta segunda parte, el número seis del Real Suciedad amplió su ventaja con un gol idéntico al anterior pero por la banda derecha. Además, este mismo jugador volvió a meter en el minuto veinte tras un pase en profundidad por parte de Manuel Padilla, que le dejó solo contra el portero.
Para acabar el partido, el número 18 del Rayo Vayacaños recibió una tarjeta amarilla por las constantes protestas. El partido fue sellado con un último intento del Rayo Vayacaños que acabó en las manos de Mario, culminando con un marcador de cinco a dos.
Al finalizar el partido, Jorge Padrón, jugador del CCS Real Suciedad, declaró que el objetivo del equipo era ganar el Torneo, sobre todo por la recompensa de créditos.
Esta final dejó un gran partido en ataque del CC Sociales Real Suciedad, y un Relaciones Laborales Rayo Vayacaños F.C. que intentó ganar a la contra. Jorge Padrón destacó que «contra la ULPGC vamos a disfrutar ya intentar ganar», refiriéndose a la final absoluta que tendrán que disputar en las primeras semanas de mayo para enfrentarse a los ganadores del Trofeo Rector de la ULPGC.
