‘Living Desing Lab’ apuesta por nuevos modelos creativos y colaborativos

Artes y Humanidades

Living Design Lab es un programa de aprendizaje y ejecución de proyectos, coorganizado por Tenerife Design Week junto al Cabildo de Tenerife, en el que participan alumnos de todas las universidades y entidades educativas vinculadas al diseño como la Universidad de La Laguna, la Universidad Europea de Canarias y la Escuela de Arte Fernando Estévez. El objetivo de este “laboratorio de diseño vivo” es establecer nuevos modelos creativos, integrando métodos colaborativos, procesos de diseño cívico y arquitecturas colectivas desde la perspectiva del diseñador.

Además, plantea un debate abierto en torno a una serie de temas: diseño cívico, social y de arquitecturas participativas y activismo gráfico. A su vez, recoge el trabajo desarrollado en los últimos meses por los alumnos, liderado por profesionales del diseño, la arquitectura y la creatividad, como los coordinadores de los equipos.

Espacio de coworking


El espacio destinado al coworking de la Tenerife Desing Week se encuentra en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, un ambiente dirigido al trabajo conjunto en armonía y buena predisposición, donde los grupos interdisciplinares de diseño llevan a cabo las iniciativas planteadas en la primera etapa de este acontecimiento.

El equipo de Intervención Urbana Textil, cuyas coordinadoras son Marian Fernández y Zita Villa, realizarán intervenciones y prototipos textiles en diferentes materiales reciclados provenientes de desechos de telas. El principal propósito es la mejora de la experiencia del peatón en la zona comercial y la dinamización de las zonas menos transitadas de Santa Cruz.

Taller de ‘coworking’. Foto: Pilar Pereira

Uno de los muchos objetivos es la reivindicación de la Fast Fashion, una moda de usar y tirar que genera grandes cantidades de desperdicios al año. De aquí nace el propósito de las lámparas reutilizadas creadas para captar la atención de los espectadores con sus coloridos e iluminación y desviar su atención hacia la parte superior de los edificios para apreciar lo que les rodea.

Asimismo, se encuentra en desarrollo otra instalación interactiva, que consta de diferentes módulos metálicos reciclados conformando un laberinto que demuestra la segunda vida que se le puede dar a lo que se considera basura. Del mismo modo, se intentó llevar a cabo una campaña de recolecta de calcetines sin pareja, los cuales iban destinados a la creación de una guirnalda que generaría cierta empatía con los usuarios que interactuaran con ella, pero finalmente no se llegó al objetivo.

El trabajo conjunto como herramienta de creación


Estos trabajos son realizados, generalmente, los fines de semana dado los estudios y trabajos correspondientes de los participantes. Normalmente, de 10.00 horas a 19.00 horas, dependiendo del avance de cada uno.

Ricardo Camacho, alumno del Grado de Diseño, entró con miedo a esta iniciativa porque no sabía a qué se enfrentaba, ya que no solo era un grupo de diseñadores gráficos, era interdisciplinar. «En un principio no quería estar porque no me correspondía a la rama de la materia que estudio», cuenta.

Sin embargo, ahora considera que es el mejor de los tres círculos. “El dinamismo que tiene, las personas que lo conforman, es gente nueva que conoces de otras ramas profesionales y del diseño, de las que, además, aprendes cosas nuevas tanto de sus vidas profesionales como de su forma de trabajo. Aprendes a trabajar en grupo y a buscar métodos de trabajo”, comenta.

El próximo 22 de marzo a las 20.00 horas concluirá el Living Design Lab con la exposición de todas las obras realizadas durante este periodo en el Círculo de Bellas Artes.

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