Una velada llena de magia en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna – Periodismo ULL

Una velada llena de magia en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna

Cultura / Ocio

Sábado, 12 de abril. Las puertas se abrieron media hora antes y el Paraninfo de la Universidad de la Laguna (ULL) se llenó de las voces de la infancia, que entraron con emoción al espacio. En la puerta del teatro, se entregó un trozo de papel en blanco que contenía la sorpresa final de la actuación. Entraron algunas parejas que hablaban con cierta incertidumbre sobre el espectáculo que empezaría a las 20.00 horas «hace años que no vengo a un show de ilusionismo», murmuraban. Poco después, se apagaron las luces y el lugar quedó en completo silencio. Una leve niebla recubrió el escenario, mientras en el público, se oían susurros.

La actuación comenzó con la reproducción de un vídeo que mostró la trayectoria del ilusionista, David de la Torre, y su paso por Got Talent España. Tras un juego de luces, sus ayudantes colocaron una jaula vacía de la que salió, segundos más tarde, el anfitrión de la velada. Acogido por aplausos, el mago dio la bienvenida «abran sus sentidos y disfruten de The Best of Magic», exclamó.

Seguidamente, un experimento del ilusionista rompió el hielo y sacó sonrisas entre el público, ya que consiguió adivinar aquello en lo que todos pensaban: un número al azar. Mientras iba guiando con sus instrucciones, ese número que surgió de forma individual, terminó siendo el mismo para toda la audiencia. Con este primer truco, de la Torre, conectó al momento con la audiencia. Además, aquel fue el inicio de una noche llena de asombro, que quedaría grabada en la memoria de quienes asistieron.

«Es hora de hacer que lo imposible se haga realidad»


Prosiguió con el espectáculo, pero esta vez, escogiendo al azar a alguien para que subiera al escenario como ayudante. Con un truco de cartas novedoso, mantuvo alerta a quienes miraban expectantes desde las butacas. «Me gustaría compartir con ustedes un efecto que habla acerca de las decisiones, éstas son el reflejo de nuestra identidad», manifestó. Asimismo, creó una sinergia con las personas que asistieron, haciéndolas partícipes del acto en todo momento, mediante plataformas como Instagram y Facebook, en las que pudieron interactuar a lo largo de la noche.

David de la Torre en su actuación. Foto: M. Sandoval

Subió el nivel y creció el asombro con el siguiente truco de su numerosa lista, mediante el cual quiso «rendir homenaje a un grande de la magia: Harry Houdini». Para este utilizó una caja maciza, cadenas y una camisa de fuerza. El mago entró en la caja y sus ayudantes lo encerraron, tras una pausa que mantuvo al teatro en vilo, escapó de la misma envuelto en cálidos aplausos y caras de admiración. Continuó con otros efectos como la danza de sombras chinescas, que amenizaron el ambiente con su armónica coreografía.

«Sin ustedes la magia no sería posible»


Ya llegando a la recta final, de la Torre aprovechó para expresar su agradecimiento a la Universidad de la Laguna y sobre todo a quienes asistieron, «ya que sin ustedes la magia no sería posible», declaró. Sin embargo, tenía un truco preparado para el final de la noche, que consistió en reforzar ese lazo que había estrechado con el público. Para esto pidió que varias personas anotaran en una pizarra una estimación numérica, con esas cifras adquiridas se realizaron una serie de cálculos impredecibles. De pronto, las luces del Paraninfo se apagaron y apareció en el trozo de papel que cada quien guardaba, el resultado que él ya había adivinado.

Una ola de emociones inundó la sala, y la audiencia cerró la exhibición con aplausos y expresiones de sorpresa. Aunque lo verdaderamente mágico fue la cercanía del anfitrión, quien aparte de conectar de forma constante con el público, esperó a la salida del teatro para despedirse y mostrar nuevamente su gratitud. Este gesto tan especial cautivó aún más a la gente, en especial a las personas jóvenes. Al mostrar su dedicación por la profesión y el mimo con el que cuida cada detalle, aclaró que la magia no termina cuando se apagan las luces del teatro.

 

Lo último sobre Cultura / Ocio

Ir a Top