«Ser vegana es lo que me deja dormir por las noches»
Moana Kehres es la campeona del Mundo de Skyrunning en la modalidad de Kilómetro Vertical desde el pasado mes de julio, tras competir en el Gran Sasso de Italia. La palmera de 19 años de edad también se hizo con el oro de su categoría, la Youth B Femenina, en el Campeonato de España de Trail Running por Federaciones Autonómicas disputado este año en El Paso. Además, ha sido galardonada con el premio Rosanna Simón Álamo a mejor deportista femenina de su municipio, Los Llanos de Aridane.
Aunque tiene ascendencia completamente alemana, Kehres es canaria de corazón, pues nació en La Palma. Un arma de doble filo para ella porque, por un lado, se maneja perfectamente con los dos idiomas pero, por otro, nunca ha competido a bajas temperaturas. La atleta asegura que, al estar acostumbrada al calor, tiene ventaja respecto a deportistas provenientes de climas fríos.
Es sorprendente como a sus 19 años ya es campeona del Mundo. Ella le quita hierro al asunto, asume que todavía se encuentra en categorías inferiores. «Competir en la Absoluta tiene que ser mucho más complicado», opina Kehres. La canaria puntúa que lo que ha logrado no es fácil, pero está segura de que cuánto mayor te haces, más complicado se vuelve.
«Mi entrenamiento estuvo condicionado por una lesión»
Para Kehres, su participación en el Mundial, le pilló por sorpresa. Asegura que todo fue precipitado. Meses antes de su participación en «la competición más importante de su vida», se lesionó la rodilla. Es por ello por lo que, aunque se había preparado para la carrera en línea, apostó por «entrenar solo en subidas». Gracias a ello, y aún no teniendo esperanzas al tratarse de su primer Mundial, se hizo con el título en la modalidad de Kilómetro Vertical. Ahora mismo, y por la lesión, añade que su «punto fuerte» son los tramos de ascenso.
La joven está cursando el Grado de Medicina en la Universidad de Granada y es capaz de compaginarlo con su carrera en el mundo del Trail y el Atletismo. La palmera expresa que durante el curso tiene que reducir de manera drástica sus horas de entrenamiento. Debido a esto, como se puede ver en sus redes sociales, este verano lo ha aprovechado al máximo. Ha llegado a acumular más de catorce horas semanales de entreno. «He vuelto a recibir ayuda de mi entrenador. Cuando me fui a la Península tuve que parar un poco, pero es una parte muy importante de mi vida y no puedo estar sin ello», indica.
Durante las vacaciones ha combinado el running con sesiones de bici como método de entrenamiento. Si dedica mucho tiempo a correr, tiende a lesionarse. Tal y como explica, «en el trail hay muchas bajadas y se deben tener unos cuádriceps y unos gemelos muy fortalecidos». «En Granada entrené mucho en asfalto y me pasó factura», añade. Además, el confinamiento fue difícil para ella ya que, según confiesa, no sabía ni cuándo ni por dónde podía salir a correr. Pero a pesar de todo, recalca que sus estudios siempre serán su prioridad.
«No somos futbolistas, a nuestra élite no le da para vivir del running«
Kehres considera que su deporte es muy bonito y que cada vez crece más. Y aunque ya le patrocinan marcas deportivas muy importantes, y le gustaría dedicarse profesionalmente a ello, lo primero siempre debe ser su carrera universitaria. La deportista reconoce que «en este mundillo, no se mueve tanta afición como en el fútbol y dedicarte a ello suele ser más por pasión que por remuneración económica». La deportista aclara que «hasta los mejores, como Luis Alberto, compaginan su actividad con un trabajo. A la mayoría no les da para vivir».
Como lo hace notar, a la campeona del Mundo le gustaría mucho participar en la famosa maratón de la Transvulcania, aunque analiza que para ella no sería lo ideal. Con la edad se pierde velocidad, y Kehres comenta que lo conveniente sería seguir participando, de momento, en carreras más explosivas para aprovechar al máximo esa cualidad que marchita con el tiempo.
Veganismo como forma de vida
Desde pequeña siempre ha demostrado afecto por los animales. Es por ello por lo que se convirtió en vegetariana y, más tarde, en vegana, tanto porque cree que no es ética la producción de comida obtenida de estos como por su educación, ya que en su familia no es costumbre comer carne. Habrá quien crea que con una dieta vegana no podrá obtener todos los nutrientes y calorías necesarias para practicar su deporte; sin embargo, esto no lo ve tan difícil porque «aunque quites algunos nutrientes de tu alimentación, siempre los sustituyes por otros».
Según su propia experiencia y lo que ha visto en su entorno, afirma que el veganismo es algo que ha crecido muy rápido y que cada vez lo ve más, tanto en sus amistades como en deportistas profesionales. No obstante, ella es feliz con poder aportar su propio granito de arena para luchar contra el maltrato animal y la producción masiva. Además, utiliza sus redes sociales para concienciar e influenciar sobre el tema.
