Reduce la factura de la compra sin sacrificar la salud

Fitness

Muchas personas se piensan dos veces pasarse a la vida saludable por una cuestión económica. La creencia de que comer sano es más caro está muy extendida, y no es para menos debido al bombardeo publicitario que existe con los superalimentos y suplementos. El mercado los presenta como elementos milagrosos por los supuestos beneficios que aportan y, junto con el crecimiento de la demanda, su precio se ha disparado. Nadie pone en tela de juicio las propiedades que tienen, pero no son imprescindibles para llevar una dieta equilibrada, ya que existen muchos sustitutos. Además, con una serie de estrategias a la hora de ir al supermercado, el dinero ya no será una excusa para incluir alimentos de calidad.

En primer lugar, la lista de la compra es importante para saber qué es lo que realmente hace falta en la despensa y no comprar de más. Escoger productos enteros frente a comida preparada o snacks light abarata la cesta de la compra y minimiza las grasas saturadas, los azúcares y las calorías de más.

Con el estómago lleno, las tentaciones no tienen nada que hacer


Cocinar en casa siempre es un método más saludable y económico. Solo es cuestión de sacar unas horas a la semana para preparar cantidades abundantes y guardarlas en la nevera o en el congelador. A la larga, no solo se ahorra dinero, sino tiempo. Además, hacer la compra con el estómago lleno contribuirá a que no se tomen decisiones por hambre y a reforzar la fuerza de voluntad ante tentaciones innecesarias.

Acudir a tiendas o establecimientos locales para comprar las verduras y las frutas es una opción para obtener mejor calidad y aliviar el bolsillo, apoyando así al pequeño comercio. Hay que procurar elegir alimentos de temporada puesto que son más densos en nutrientes y su valor económico es menor frente a los que están fuera de su época de producción. La col rizada es una verdura que se ha puesto de moda en el mundo fitness, pero el brócoli y la espinaca tienen las mismas propiedades, y son más económicas y fáciles de conseguir. Por otro lado, el pepino o el apio son buenos sustitutos de la alcachofa o los espárragos por sus propiedades diuréticas.

Las legumbres, el mejor comodín para ahorrar


De la misma manera, las legumbres son buenas aliadas para abaratar costes. Con un paquete se pueden preparar diferentes recetas que durarán a lo largo de la semana y aportarán carbohidratos de lenta absorción y proteínas de buena calidad. Las lentejas, por ejemplo, son la mejor alternativa a la novedosa quinoa. Este cereal posee todos los aminoácidos esenciales y ha entrado en el mercado con un precio bastante elevado. En su lugar, las lentejas son mucho más baratas, cumplen la misma función y aportan mucha más fibra. Por otro lado, los garbanzos preparados al horno y aliñados con especias son una alternativa a los pistachos, nueces, almendras y demás frutos secos como merienda entre comidas principales.

Las legumbres no solo son un buen comodín para hacer economía, sino que al ser buenas fuentes de proteínas cuando se combinan con arroz, avena o sésamo, alivia el consumo de proteína de origen animal. Dentro de estas, el huevo es una de las mejores por su elevado valor biológico y su precio en comparación a las carnes rojas. La yema aporta las grasas saludables necesarias para mantener el sistema hormonal equilibrado, y la clara es una bomba protéica. Uno o dos huevos al día solo traen beneficios para la salud y se puede potenciar el valor nutricional añadiendo más claras. Con este recurso, salir de la monotonía del pollo insípido con arroz es mucho más fácil sin gastar dinero de más y así no caer en el aburrimiento.

Fuente de proteína vegetal.

Finalmente, los suplementos tampoco son necesarios para obtener los mejores resultados. El omega 3, por ejemplo, es uno de los nutrientes que más promocionan para consumir en pastillas, pero las sardinas son una fuente perfecta. La uva negra, además de ser una fruta diurética, contiene colágeno en su cáscara, lo que supone un ahorro en complementos alimenticios, además de una prevención de lesiones en las articulaciones. Así pues, es posible dejar el pretexto económico a un lado para emprender un estilo de vida saludable y obtener los mejores resultados.

Nada me gusta más que una buena mente traviesa y ágil para conversar. Curiosa por naturaleza, con ansias de comerme el mundo. Ando siempre en busca de la perfecta combinación de palabras.

Lo último sobre Fitness

Ir a Top