Pedro Paricio: «Toda obra es un autorretrato, aunque no lo parezca» – Periodismo ULL
Pintor canario Pedro Paricio. Foto: Victoria H.

Pedro Paricio: «Toda obra es un autorretrato, aunque no lo parezca»

Cultura / Ocio
Reproductor de audio

«Sabía que tenía que dedicarme a esto»

Allá por el año 1982, nace en el norte de Tenerife un niño con un gran futuro artístico por delante. Pedro Paricio. Para él, la pintura fue desde el principio una necesidad interior: «Sabía que tenía que dedicarme a eso. Solo iba a ser feliz, o lo más parecido a ser feliz, pudiéndome dedicar a aquello que me llenaba». Esa certeza vital lo llevó a dejar atrás otras actividades para entregarse por completo a lo que intuía como su verdadero camino: pintar.

Con casi dos décadas de trayectoria profesional, su obra se ha expuesto en galerías de renombre internacional y forma parte de colecciones en ciudades como Londres o Nueva York. A pesar de su éxito, resulta complicado definir su estilo: «Después de tantos años, no ha habido quien haya logrado encasillarla desde una posición crítica». Y es que la pintura de Paricio se mueve entre polos opuestos: el pop art por su colorido vibrante, lo clásico por sus referencias culturales, lo autobiográfico por su constante reflexión sobre la figura del artista.

Sus obras, aunque plenas de símbolos, no ofrecen respuestas cerradas. «No me planteo transmitir un mensaje directo. Una obra de arte es una propuesta abierta», explica. En su proceso creativo se entrelazan lo consciente y lo inconsciente, lo vivido y lo leído, lo propio y lo colectivo. El resultado es una pintura compleja y en capas, que no se deja atrapar por definiciones simplistas.

«Toda obra, toda creación, es un autorretrato»


Canarias, su tierra natal, ocupa un lugar central en su imaginario. «Ese paisaje único, el atravesar el mar de nubes hasta llegar a un entorno lunar, es una fuente de inspiración constante», confiesa. La luz, la geografía cambiante y la vitalidad del entorno son elementos que se filtran en su obra. «Aquí la luz es tan potente que transforma los colores, y eso inevitablemente afecta a mi paleta», comenta.

Paricio se autorretrata con frecuencia en sus cuadros. No por vanidad, sino por coherencia con su versión del arte: toda obra es, en el fondo, un reflejo del artista. «Aunque no aparezca explícitamente, uno siempre está ahí. El hecho de elegir un tema, la forma de plasmarlo, ya dice mucho de ti», sostiene. Para él, el autorretrato es una forma de hablar de lo humano a través de lo propio, de proyectar en el lienzo tanto su biografía como una visión del mundo.

El nacimiento de una nueva serie no responde a una planificación calculada, sino a una evolución orgánica: «Muchas veces una serie se transforma en otra sin que me dé cuenta. Es como si estuviera haciendo canciones de un disco que aún no sé que está empezando». El arte, como la vida, se mueve sin líneas rectas. Cada proyecto nace de un proceso de transformación interna, donde nuevas inquietudes se desplazan a otras, marcando el inicio de una nueva etapa pictórica.

«Hay que tener disposición a evolucionar»


A quienes comienzan en el arte, les recomienda una combinación de fe, constancia y pasión: «El talento y la vocación no son suficientes si no se acompañan de trabajo». También insiste en no tener miedo al cambio. «Uno va creciendo, y con ello, cambian los temas que te interesan. Hay que estar dispuesto a evolucionar», expresa.

Pedro Paricio pinta desde un lugar íntimo y verdadero. No busca gastar, ni representar modas, ni repetir fórmulas. Pinta porque no sabe vivir de otra manera. En cada obra hay una exploración, una pregunta, una historia. Y aunque nunca ofrece una única respuesta, deja siempre la puerta abierta para que el público construya la suya.

Lo último sobre Cultura / Ocio

Ir a Top