En la isla de La Palma la sede de la Escuela de Enfermería de la ULL se sitúa en el antiguo Hospital de la Virgen de las Nieves. Cuenta con cuatro cursos de cincuenta alumos cada uno, aproximadamente. Las clases se imparten por videoconferencia, a la misma vez que en Tenerife, estas presenciales. A raíz del «poco caso que nos hacen» los estudiantes han formado un Consejo para reflejar quejas y mejoras.
¿Se sienten parte de la ULL? “Sí, pero bastante marginados. No se nos tiene tan en cuenta como a los alumnos que están en Tenerife. Nuestra opinión, lo que pensamos, cómo nos llamamos…».
¿En qué estado se encuentran las instalaciones? «En general están bien, pero la comunicación con Tenerife muchas veces es nula. Han estado arreglando goteras, desperfectos…, pero, por ejemplo, podemos estar varios días sin internet… En cuanto al personal que atiende la Escuela, solo contamos con una consejere, pues la Secretaría está, en la actualidad, vacante. Pero no todo es negativo. La fotocopiadora es una de las mejores cosas que han puesto este año, a la que accedemos con una clave. También tenemos taquillas y un office con nevera, microondas…”.
«Solo contamos con una conserje, pues la Secretaría está, en la actualidad, vacante»
¿Cómo llevan las clases por videoconferencia? «No muy bien. Si tienes alguna duda, te pasas la mitad de la clase con la mano levantada. Además, el ruido que se escucha por el micrófono es bastante molesto. Y lo peor: si un día no hay conexión, directamente no tenemos clase».
¿Sería más fácil que un profesor impartiera las clases personalmente? «Sí, sin duda. De todas maneras, cuando nos matriculamos somos conscientes del sistema de videoconferencia, pero pensamos que se podrían mejorar muchísimos errores”.
Creo que los fines de semana tienen prácticas en el Hospital… «Sí. Y no estamos de acuerdo. Nos dicen que como somos muchas personas, hay que repartir para todos. Pero existen otras soluciones: doblar turnos, dividirlos, menos horas…”.
