La Subida a Palo Blanco celebró recientemente su decimotercera edición en el norte de Tenerife, consolidándose como una cita clave para el automovilismo en las islas. Organizada por la Escudería Daute Realejos, la prueba reunió a vehículos en las tres modalidades competitivas: Velocidad, Regularidad Sport y Fórmula Rally, con un total de 84 personas inscritas.
Más allá de la competición, la preparación de una carrera de este tipo implica una planificación minuciosa. Carlos Suárez uno de los organizadores de la prueba comenta: «Toda la documentación debe enviarse al menos cuarenta y cinco días antes del evento a las entidades públicas, para asegurar que todo esté aprobado y bajo control». El recorrido fue supervisado en los días previos para garantizar las condiciones del trazado, los accesos de emergencia y las zonas seguras para el público. «Lo más importante durante la carrera es que las personas estén en los lugares habilitados. Si ocurre una incidencia, estar bien ubicadas puede marcar la diferencia», señala.
Además de esta prueba, la Escudería Daute Realejos organiza otras dos competiciones de referencia en la isla: el Rally Orvecame Norte, que este año celebró su 41ª edición y La Subida Icod-La Guancha, esta última prevista para noviembre. También colabora de manera activa en otras pruebas a lo largo del año en Tenerife, La Gomera y El Hierro. Destaca que el reconocimiento del trabajo también llega por parte de cada persona involucrada: «Cuando la caravana baja y el público te felicita, cuando cada piloto te dice que todo salió bien eso es lo que te motiva a seguir. Hacerlo bien y que se note, no tiene precio».