Marta Garo nació y creció en La Perdoma, Tenerife. Su infancia en la Isla y las historias de su familia otorgaron la inspiración necesaria para escribir su primer libro Pa que crezcas. Se trata de una serie de relatos costumbristas canarios que siguen la vida de una familia del norte. Todo empezó con la idea de regalar a su padre una compilación de las anécdotas que este le había contado sobre su familia. Sin embargo, la escritora poco a poco se dio cuenta que debía profundizar más. Y lo que empezó como algo privado, finalizó publicado por la editorial Talón de Aquiles en toda España.
¿Cuál fue la inspiración para el libro? «En mi casa la sobremesa siempre se alarga. Nos gusta mucho escuchar las historias sobre la vida de antes. La base fue escribir sobre eso, sobre mi familia. Pero me di cuenta cuando empecé a escribir más que esto no iba a ser un simple regalo para mi padre y madre. A partir de las anécdotas que ya tenía use la ficción para rellenar las partes que no conocía porque no había vivido, no me iban a contar o estaban desvirtuadas por el recuerdo. Puse en juego la imaginación».
¿Como fue el proceso para contactar con las editoriales? «La verdad es bastante complicado porque muchas editoriales tienen la recepción de manuscritos cerrada. Además, me costo encontrar una que se adaptara y publicara este tipo de textos: relatos costumbristas con algo de realismo mágico canario. Estuve mirando y escribí a varias editoriales. Finalmente me respondió Talón de Aquiles que es una editorial valenciana. Me interesaba mucho porque tienen distribución nacional».
¿Como ha sido recibido el libro? «La impresión que tengo por los mensajes que me llegan y las personas que han venido a las presentaciones es bastante buena. En las firmas muchas personas me dicen que lo conocían porque alguien lo había recomendado. Se esta leyendo bastante bien, está teniendo buena acogida».
«El texto transmite que lo local puede llegar a ser universal»
¿Qué mensaje transmite el libro? «Para mí ha sido un homenaje a mi familia. Quienes lo leen sienten nostalgia de su infancia, de las costumbres y las tradiciones. Quizás sea ese el mensaje que está dejando. El recuerdo de esa infancia de barrio, que en mi caso fue en el norte de Tenerife, pero que puede ser de cualquier pueblo de las islas. El libro transmite muy bien que lo local puede llegar a ser universal. Siento que ya el libro no es mio. Yo lo escribí, pero en verdad es de quien lo lee y lo transforma en su vida. Mucha gente ha sentido cierta identificación con algunas de las historias que están plasmadas».
¿Cuál considera que es la importancia de crear historias ambientadas en Canarias? «Se lee poca literatura canaria contemporánea y ver lo tuyo referido en un libro está muy bien. Pero no solo la identificación porque uno no lee solo por eso. Creo que consumimos mucha literatura peninsular, pero que quizás sería buen momento de poner en valor nuestra literatura y nuestros referentes. Andrea Abreu con Panza de Burro se lanzó al abismo de cabeza y abrió un camino por el que ahora podemos transitar. Eso me parece que fue de gran ayuda. Quizás yo no me habría atrevido a escribir mi libro de la manera en que lo hice si no hubiese tenido ya ese referente».
¿Cuáles son sus planes de futuro? «Cuando pensaba en escribir sabía que mi familia iba a tener mucho material. Siempre supe que iba a escribir ficción, o no, acerca de cosas que me había contado mi familia. Si es verdad que ahora mismo lo que tengo en mente no es nada de este estilo y por ahora son notas en el móvil. No serán relatos, sera una novela».