Cuando uno piensa en las personas mayores, tiende a tener la idea de que no han recibido una educación como la que puede ofrecer una universidad. Lo cierto es que la mayoría de personas que asisten cuentan con estudios universitarios. Sin embargo, se minusvalora su capacidad intelectual, incluso llegándoles a explicar las cosas de manera básica como si no se enteraran. Es comprensible que no manejen el ordenador o el móvil, pero la realidad es que poseen una gran inteligencia que se suma a su experiencia.
La Universidad de La Laguna implantó en el año 1999 el primer curso de la Universidad de Mayores. El fin principal era acercar las enseñanzas universitarias a un amplio segmento de la población que tradicionalmente había permanecido al margen de la educación superior. En los años que han seguido la demanda formativa ha aumentado, al tiempo que se ha sumado un gran número de alumnado y además han cambiado el perfil de las personas que acceden a este espacio y las normativas académicas.
En la actualidad, está consolidada como oferta formativa para personas a partir de los 45 años. Este programa de educación universitaria brinda la oportunidad de aprender nuevas habilidades y conocimientos relevantes para el bienestar del día a día, aprender múltiples cosas que no sabías, mejorar el pensamiento crítico, adquirir habilidades de resolución de problemas y capacidad de comunicación, así como fomentar una mayor autoconfianza y autoestima. En los Estudios Universitarios para Personas Adultas y Mayores se proporciona la oportunidad de volver a aprender.
Entre sus objetivos se encuentran, por un lado, divulgar, ampliar y actualizar el conocimiento de la cultura contemporánea entre las personas mayores. De hecho, según Inmaculada Fernández, la directora académica de la Eupam, el alumnado ya se está interesando y aprendiendo aspectos como la Inteligencia Artificial. Por otro lado, proporcionar al alumnado una formación universitaria que facilite el conocimiento, los procedimientos y la metodología necesarios para el correcto desarrollo de un aprendizaje autónomo.
También, promover un mejor conocimiento del entorno para obtener un mayor provecho de las ofertas de ocios (culturales, físicos, intelectuales) que ofrece la sociedad. Y por último, favorecer el desarrollo personal en capacidades y valores de las personas mayores desde la perspectiva del aprendizaje a lo largo de la vida y mejorar la calidad de vida de las personas mayores a través del conocimiento y de las relaciones que se establecen en el ámbito universitario.
«En el ámbito de las Ciencias Sociales, abordan la credibilidad y el conocimiento en la era de la Inteligencia Artificial»
En cuanto a las asignaturas que se les ofrece, en Artes y Humanidades tienen Fotografía crítica, Claves de arte actual en sus grandes nombres, Escultura contemporánea e Historia y lenguaje del cine: del silente al 4K. En ellas, aprenden todas las vías artísticas. Por otro lado, en la rama de Ciencias de la Salud, tienen materias como Neurociencia, Alimentación y salud, bienestar y vitalidad después de los cincuenta como nutrición y hábitos saludables y Botánica farmacéutica, en la que se les presenta conocimiento sobre plantas medicinales y tóxicas.
Seguidamente, en el ámbito de las Ciencias Sociales y Jurídicas, cuentan con asignaturas como Derecho, Comunicación y sociedad, en la que abordan la credibilidad y el conocimiento en la era de la Inteligencia Artificial. También se ven representadas la Sociedad y la Democracia y la Historia de Canarias desde las Islas Periféricas.

Por último, en las diciplinas de Ciencias, Ingeniería y Arquitectura Técnica se imparten materias como Riesgos de los contaminantes alimentarios, lo que se debe saber sobre los productos ecológicos, Las catástrofes naturales de origen geológico y Micología aplicada. Por lo que se puede observar que cuentan con una amplia variedad de ramas del conocimiento en las que pueden adentrarse.
«Lo esencial siempre es promover actitudes que intelectualmente puedan sostenerse a cualquier edad»
David Fuentefría, docente de Periodismo y de la EUPAM, apunta que «ser profesor en la Universidad de Mayores es una experiencia muy grata». Sostiene que tanto él como Fernando Iturrate, también profesor de Periodismo y de la EUPAM, llevan más de diez años impartiendo clase de Teoría e Historia del cine. «El alumnado está tan encantado que la mayoría repite, curso tras curso, matrícula en esta asignatura», añade. Por otro lado, expresa que «se trata de un estudiantado muy entregado y afables, con mucha experiencia vital, ganas de aprender y un importante nivel de debate y feedback».
Subraya que «en clase de cine, la principal diferencia entre el alumnado jóven y el estudiantado de la EUPAM, es que las personas mayores conocen más y mejor el devenir de las películas y directores de la época clásica». Confiesa que «generacionalmente, resulta revelador escuchar a la juventud de Periodismo, o de cualquier carrera, considerar clásicas películas como Matrix o El club de la lucha, del mismo modo que el alumnado de la EUPAM puede sentir que le queda igual de lejos la etapa muda del cine».
Fuentefría reflexiona que es como si existiese una frontera entre el siglo XX y el XXI, y que «en perspectiva a los jóvenes les cuesta algo más explorar, y que también puede tener que ver con la actual era de la inmediatez y con los nuevos modos de distribución y exhibición de películas a través de plataformas». Concluye que «lo esencial siempre es promover actitudes que intelectualmente puedan sostenerse a cualquier edad, como una curiosidad afinada, y un interés por responder, también en lo que atañe al cine, a las preguntas fundamentales: ¿De dónde venimos? o ¿Por qué las cosas son como son hoy en día?».

Organizadoras de la EUPAM
Respecto a las organizadoras que constituyen la Universidad de Mayores, encontramos en primer lugar a Isabel León, vicerrectora de Cultura y Extensión universitaria de la ULL. Es profesora titular del área de Filología Inglesa del Departamento de Filología Inglesa y Alemana desde el año 2011 y desempeñó las funciones como Directora del Secretariado de Extensión Universitaria y Proyección Social en el Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad de la Universidad de La Laguna entre septiembre de 2017 y junio de 2019. Entre muchas de sus competencias, lleva el áera de la organización, gestión y promoción de cursos de extensión universitaria y universidades estacionales e insulares, formación permanente y Estudios Universitarios de Personas Adultas y Mayores (EUPAM).
La vicerrectora, explica que «a la hora de gestionar la EUPAM hay una labor previa a la promoción, en donde hay una convocatoria abierta, y basándose en su especialidad y en los resultados de la investigación que ha desarrollado en su trayectoria como docente, hacen propuestas y hay un baremo que consiste en establecer un criterios de admisión, se priorizan las asignaturas y se incorporan al plan de estudios». Menciona que «hay una página web y hay noticias disponibles acerca de la EUPAM». Además, hay un proceso de preinscripción y matrícula, como en cualquier grado universitario.
Añade que «la promoción funciona bastante en este sector del estudiantado por la experiencia de las anteriores, dado que se transmiten entre sí la información de los cursos previos». Asimismo, comenta que «existe una trayectoria importante de como se ha desarrollado y funcionado el programa de estudios». «Es una formación única, en el sentido de que en el rigor académico y científico que combina con la adaptación de los contenidos a este colectivo y no se consigue en ninguna otra institución», manifestó.
«Los recursos son limitados»
Cuenta que «ya hay una estructura en el vicerrectorado que muestra su importancia». «Dentro de los ámbitos en los que trabaja el equipo del vicerrectorado, se encuentra el de extensión universitaria, que es el paraguas que acoge a la EUPAM y eso ya da una idea de que de que tiene una relevancia y una trayectoria institucional», afirma.
Por otro lado, señala que «el perfil del estudiantado presenta personas con un trayecto de vida con mucho que aportar, con la experiencia profesional al más alto nivel». Por este motivo y por la necesidad de formarnos en cualquier etapa de nuestra vida, la vicerrectora considera que «la importancia es máxima» y que «el rector y todo el equipo de Gobierno tiene mucho interés en la estabilidad y la mejora de este programa que tiene 25 años».
León admite que «los recursos son limitados» y que «el programa todavía no cuenta con una estructura administrativa estable». Asegura que «es muy importante si queremos aspirar a un programa variado y trabajar en un nuevo plan de estudios que se pueda restaurar y ser más interactivo, que es lo que estamos intentando conseguir». Por ello, están trabajando en unas bases generales que derivarán en unas específicas de cada curso académico que establecerán los intinerarios de este nuevo plan de estudios. Darán también una estabilidad académica y asegura que «el rigor y el prestigio que tiene el programa se debe traducir también en un sentido de pertenencia del alumnado hacia la Universidad».
«Ya consta explícitamente dentro del nuevo reglamento de enseñanzas profesionales propias de la ULL»
En cuanto a la problemática que supone no tener todo lo necesario, la vicerrectora explica que «ellos siempre han contado con una financiación y en las bases presupuestarias de la Universidad hay unos fondos destinados a la EUPAM». No obstante, antes contaba con la ayuda del Gobierno de Canarias y asevera que «es un camino que hay que volver a trabajar». Por otro lado, tienen redes de colaboración con el Cabildo Insular de Tenerife, pero no hay una ayuda concreta destinada de forma finalista a este programa, aún así, no descarta que la haya.
Por consiguiente, afirma que «existe una cátedra llamada de ciclos de vida con especial interés en este sector de la población». «Uno de los avances más importantes es que ya consta explícitamente dentro del nuevo reglamento de enseñanzas profesionales propias de la ULL y está regulada por primera vez», asevera. Además, está convencida de que la ayuda que proporcionaba el Gobierno de Canarias se va a poder recuperar en algún momento, dado que la persona que está en contacto directo con las entidades, Inmaculada Fernández, tiene como propósito iniciar conversaciones.
Asimismo, León se muestra segura con que para el Gobierno es una prioridad la atención a la formación. El 25 de abril, se llevó a cabo una jornada de trabajo conjunto en la que se ha trabajado junto una representación de las asociaciones de alumnado y exalumnado del programa, un grupo de tres alumnos en prácticas y del profesorado tanto nuevo como del que lleva tiempo. Con esta reunión, hace que el alumnado se sienta que está dentro de la génesis.
Anuncia que próximamente se contará con la presencia de una representación del consejo de estudiantes que han realizado un estudio que aporta datos sobre el sentido de pertenencia y la participación estudiantil. «Una de las novedades más gratificadoras ha sido que este año se ha podido contar con alumnado en prácticas en la EUPAM, y ha sido una experiencia muy satisfactoria, dado que nos han ayudado con el nuevo plan de estudios y un programa cultural con nuevos cursos de formación».
«Las complicaciones que vienen del aprendizaje están motivadas por cuestiones externas, por ejemplo las familiares»
Otra figura de vital importancia en la estructura y personal de la EUPAM es Inmaculada Fernández, directora académica de los Estudios Unversitarios para personas Adultas y Mayores. Es también profesora del departamento de Didácticas Espcecíficas, en concreto de las Ciencias Sociales.
Fernández manifiesta que su función como organizadora ha variado a lo largo del tiempo y actualmente se mantiene la distribución en dos cuatrimestres que tienen casi en su totalidad la duración de un grado convencional, aunque acaban en junio. «Las clases se imparten principalmente por la tarde de lunes a jueves». En el caso de las asignaturas de un crédito y medio son una hora semanal y en las de dos créditos son dos horas semanles, porque las materias no cuentan seis créditos como en una carrera.
En cuanto a las dinámicas de enseñanza, enunca que «depende de cada docente, aunque se les anima a fomentar la participación». Formula que «son personas que no tienen que evaluarse para obtener una calificación, no tienen exámenes y solo presentan trabajos» y por tanto «vienen a clase a disfrutar». «Agradecen todo lo que se les enseña y en la mayoría la actitud es muy positiva hacia el aprendizaje», formula. «Disfrutan y exigen sus sesiones», añade.
Acerca de las dificultades a la hora de estudiar, la directora académica apunta que «tienen una cuestión muy importante que es la motivación». Articula que «las complicaciones que vienen del aprendizaje están motivadas por cuestiones externas, por ejemplo las familiares». «Las asignaturas que se les ofrece son propias del profesorado que las imparte, que han investigado sobre el tema y por ende lo saben adaptar», informa. Finalmente, comenta que «son 80 personas por asignatura y a veces los espacios son limitados y en este curso hay 306 matriculadas».
Algunas figuras de la EUPAM
En primer lugar, Elena Díaz, la presidenta del alumnado de la Universidad de Mayores, diplomada en enfermería y licenciada en antropología social y cultural. Sostiene que «cada día se camina más en el tema de que seamos estudiantes unviersitarios» y que «el vicerrectorado y la directora del programa tienen interés en que nos responsabilicemos y no sintamos parte de la univesidad con nuestros derechos y obligaciones».
Díaz asegura que lo que estan dando lo puede entender cualquier persona. «El profesorado hace que la asignatura sea muy fácil de entender», afirma. Menciona que «a esta edad ya no se estudia tanto por memoria». Enuncia que «está descrito que las personas mayores necesitamos sociabilizar y es una de las cosas que disminuye el deterioro cognitivo». Desde la asociación de la EUAM, están potenciando la relación extra fuera del horario académico, «hacemos caminatas, recorridos culturales y comidas».

En cuanto a la idea que tiene la sociedad, articula que «la persona mayor no es un inútil y no hay que infantilizarlo». En algunos casos, comenta que las mujeres son las cuidadoras de sus maridos y eso repercute en sus estudios, y sostiene que «la sociedad tiene que ir cambiando». Por último, reflexiona que «hay que aspirar a tener un criterio de opinión y eso te da otra perspectiva del mundo».
Por otro lado, Enrique y Eloina, aseguran que la mayoría han hecho una carrera universitaria. Cuentan que en asignaturas como en biología salen a buscar setas y van al laboratorio. Cogen las asignaturas que les llaman la atención para tener conocimiento sobre ellas. Asimismo, comentan que antes dividían las asignaturas en más clases y ahora tienen menos materias en una sola sesión, añaden que cada año cambian las asignaturas. Concluyen que la asistencia es fundamental.
El último protagonista se trata de Juan Machín, un alumno de 85 años que lleva llendo ocho años a la EUPAM. Estudió arquitectura en la Universidad de Santa María, en Venezuela y en Brasil estudió Ingeniería Civil en la Universidad Paranaense. No tiene problemas para estudiar y comenta que «el grado de satisfacción que consigue en el programa no lo contempla sentado en su casa viendo la televisión».

Su rutina diaria consiste en ir a las 9.00 horas a clases de idiomas, informática o memoria. Luego a las 17.00 horas va a las sesiones de la EUPAM hasta las 19.30 horas. «La EUPAM me aporta el socializar y no estar solo porque soy un hombre viudo y mis hijas están trabajando en la península», subraya. Por tanto, asegura que «me mantiene ocupado y me permite no estar aburrido». Además, no se centra solo en estudiar, los fines de semana sale a caminar y prepara la comida para el resto de la semana.
Cuenta que empezó a trabajar a los 14 años y que se jubiló en 2019 y comenta que «me obligaron a dejar el trabajo, por mí seguiría trabajando». Ha sido conductor profesional, capaz de conducir vehículos pesados y afirma que a día de hoy sigue siendo capaz de conducir. Mientras ejercía su labor Machín ha seguido estudiando y aprendiendo cosas y apunta que «es lo que sigo haciendo». Por lo que es una persona que no ha parado de aprender y estudiar a lo largo de su vida. «Voy a seguir mientras me pueda levantar de la cama», concluye.










