Ignacio García es Profesor Contratado Doctor del área de Álgebra y Matemáticas en la Universidad de La Laguna, miembro del grupo de investigación: Geometría Algebraica: singularidades e invariantes (GASIULL) y coordinador del nodo de La Laguna de la Red Temática de Cálculo Simbólico, Álgebra Computacional y Aplicaciones (Red EACA) . Sus líneas de investigación se enmarcan dentro del Álgebra Computacional y sus interacciones con la Combinatoria, más concretamente, en el estudio de la aritmética y de los sistemas de ecuaciones polinomiales con herramientas computacionales.
¿Cuál es el último número primo que se descubrió y cuántos dígitos tiene? «Es el 12 elevado a 136 279 841-1, se puede observar que es un potencia de dos, dos elevado a algo y después le restamos una cantidad. Además el número que está arriba es un número primo también y a eso se le llama números primos de Mersenne. Este en particular tiene más de millones de cifras, imagina que debes escribir 41 millones de dígitos y el número de átomos del universo caben en 80 digitos, asi que es mucho más grande que eso».
¿Cómo se logra descubrir números primos? «Desde hace varios años hay un proyecto colaborativo que se llama GIMPS, en el cual hay una organización que pide que los usuarios presten sus ordenadores para hacer cálculos. Luego se realiza el test de Lucas y Lehmer, en el cada uno hace una parte en su dispositivo y con esfuerzo colaborativo se van descubriendo números primos».
«Este descubrimiento sirve para saber hasta qué número podemos manejar»
¿Por qué este descubrimiento es relevante para la comunidad matemática? «Es para demostrarnos como seres humanos hasta dónde podemos llegar, no hay un interés específico en encontrar un número más grande. Esto sirve para comprobar hasta donde llega la computación y hasta dónde podemos calcular. Por ejemplo, en los años 1950, el mayor número primo que se conocía tenía solo 79 dígitos, y en comparación del pasado al presente es brutal».
¿Cuál fue el récord anterior y en qué se diferencia este nuevo número primo del anterior? «El anterior que se conocía fue en 2018, y era de la familia, de Mersenne, si seguimos mirando más atrás pertenecen al mismo número. Lo que lo diferencia es que en esta búsqueda colaborativa a alguien se le ocurrió introducir tarjetas gráficas, que al parecer son muy buenas para hacer cálculos distribuidos y pudo dar un salto al proyecto porque se pueden calcular números muchísimo más grande».
¿Qué característica especial tiene este nuevo número primo en comparación con el anterior? «Pues ya han pasado siete años, es un número que tiene 24 millones de cifras, en la que en comparación con el actual, se puede ver que hemos dado un salto bastante grande en tan poco tiempo, porque tenemos 16 millones de dígitos entre un récord y otro».
«La búsqueda yo la pondría en un campo informático»
¿En manos de quién está hoy la búsqueda de nuevos números primos? «Ahora mismo la tarea de descubrir números está en mano de la computación y de los ordenadores, no tanto de las personas que se dedican a las matemáticas. A pesar de tener una forma, depende más de que los cálculos se hagan rápido, además, se pueden dividir con muchos ordenadores, o incluso el uso de inteligencia artificial para simplificar estos cálculos».
¿Cómo puede el estudiantado participar en la búsqueda de números primos? «Cualquier persona interesada se puede unir a la búsqueda, así presta su memoria ordenador o tiempo de cálculo. Quizás si tu ordenador es el que descubre el número primo y se te menciona y te puedes hacer medianamente una persona famosa, pero a alguien joven le diría que investigara desde una perspectiva más matemática y no tan computacional».
